ENTREVISTA ESCRITA

WOLFREDO WILDPRET DE LA TORRE, CATEDRÁTICO EMÉRITO DE BOTÁNICA

Fotógrafo: Natale Sandoli. Estas Fotos tienen Derechos de Autor. Prohibida la reproducción de estas fotografías por cualquier medio.

«Al reducir dinero en cultura y educación habrá un retroceso en el progreso de Canarias”

 

Redacción: Dolores Hernández Díaz. Canarias, 2012.

Wolfredo Wildpret de la Torre fue el primer profesor de Botánica de la Universidad de La Laguna, disciplina que ha impartido, en el período académico 1967-2009, a varias promociones de biólogos, farmacéuticos, agrónomos y pedagogos. Wildpret ha formado parte de la vida institucional de la Universidad -decano de la Facultad de Biología, del Centro Superior de Ciencias Agrarias y director del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) y, del Cabildo Insular de Tenerife –consejero desde 1971 hasta 1979, vicepresidente del Aula de Cultura y director del Museo de Ciencias Naturales-. Como especialista en flora y vegetación de Canarias, su praxis científica ha abarcado las líneas de investigación taxonómica, ecológica, etnobotánica y de las plantas invasoras.

Wolfredo Wildpret fue el fundador del Herbario TFC de la ULL, “el más importante y completo de flora Canaria que existe en el mundo” y de la revista Vieraea. La vida y la obra de este “itinerante humano y científico” son reconocidas en el ámbito nacional e internacional. En 2003, la Universidad de Hannover, le concedió el título de Doctor Honoris Causa de Ciencias Naturales.

Wilfredo Wildpret de la Torre was the first botanical professor at La Laguna University lecturing at the University between 1967-2009 lecturing in academic biology, pharmacy, agriculture and teaching schools . Wildpret has been part of the of the Univeristy of La Laguna institutional life specifically he was the dean of Biology School, the Agricultural science professional school, director of the Educational science Institute (ICE) and Tenerife´s island council – councilman since 1971 to 1979, culture department vice-president and Natural Science Museum director. As a floral specialist in the Canary Islands, his scientific practice has reached the taxonomic, ecological, ethnobotany, and invasive plants research field.

Wolfredo Wildpret was the Herbarium founder TFC at ULL, the most important and complete Canarian Herbal… in the world and the magazine Vieraea. WW´s life and work of this itinerant scientist human being has been worldy recognized. In 2003, the University of Hannover gave him the Honoris PHD in Natural Science.

Texto traducido por: London School

 

– Mediante un análisis retrospectivo, ¿podría compendiar su dilatada carrera académica en La Universidad de La Laguna (1967-2009)? Me imagino, que en un sentido figurativo, ésta se compondrá -como un pintor plasmara en un lienzo los paisajes canarios- de luces y sombras.

«En el año 2009 se extingue mi actividad académica oficial, aunque todavía como profesor jubilado continuo impartiendo una asignatura en el programa del Grupo de Mayores de la ULL. Las luces han sido muchas. La docencia universitaria ha sido una experiencia vital importante. Comencé en 1967 casi desde un cero absoluto en esta Universidad y al finalizar mi vida académica he tenido la satisfacción de contemplar la realidad de un departamento muy consolidado y bien equipado, con prestigio, en donde muchos de mis alumnos/as han alcanzado cotas elevadas en su carrera universitaria. En la Facultad de Biología, desarrollé mi actividad académica principal así como la administrativa. En este sentido fui Jefe del Departamento de Botánica, luego durante nueve años Decano de la Facultad. Con el paso del tiempo mi vida académica se ha ido desarrollando en distintos ámbitos universitarios. El tener una larga experiencia de 42 años de docencia me ha permitido convivir con muchas promociones lo que ha supuesto seguir la evolución vital de muchos de mis alumnos/as desde los integrantes de la primera hasta los de las últimas. Muchos de estos ex alumnos/as han alcanzado un elevado prestigio profesional en sus respectivas actividades e incluso algunos/as han llegado a ser políticos relevantes. Aquella Sección de Biológicas inicial, actualmente Facultad de Biología a lo largo de sus 45 años de existencia, que como dije, empezó desde casi cero, en la actualidad tiene un reconocimiento nacional e internacional importante, está bien dotada y el bagaje científico y docente de los Departamentos que imparten la docencia en ella está, desde mi punto de vista, a un alto nivel entre muchos de los departamentos de la Universidad de La Laguna.
Sombras, como es natural las ha habido, pero muchas menos que las luces también algunas decepciones e incluso alguna traición pero esto en la vida es lo normal. Quizá debo mencionar proyectos que no se han cumplido, tal vez porque las circunstancias no fueron favorables o tal vez porque no supe o no pude llevarlos a cabo .Los dos proyectos más emblemáticos han sido el inexistente Jardín Botánico de la ULL y la instalación adecuada del Herbario que yo fundé en esta Universidad ubicado en la Unidad de Botánica del Departamento de Biología Vegetal. A pesar de las reiteradas promesas de distintas autoridades universitarias incumplidas en la actualidad este herbario es una joya del patrimonio universitario. Es el más completo de flora canaria y Macaronésica del mundo en cuanto a calidad y cantidad de ejemplares conservados y fichados. Mientras que en otras universidades este tipo de instalaciones se cuidan y se miman aquí no. Sobrevive gracias a la labor de una excelente conservadora y al entusiasmo de los científicos. A pesar de nuestras reiteradas solicitudes siempre hemos recibido como respuesta una especie de silencio administrativo y de una indiferencia incomprensible por no proteger una infraestructura que tiene la misma importancia que puede tener una biblioteca. Los herbarios en estos tiempos en que la biodiversidad ocupa una de las preocupaciones más importante desde la visión de la gestión planetaria, son algo así como lugares donde se hallan depositados los testimonios de recursos básicos para estudiarla biodiversidad del planeta. Otras sombras mas personales he tratado de olvidarlas porque afortunadamente las vivencias positivas han sido tan grandes que prácticamente han oscurecido a los pequeños problemas personales o algunas malinterpretaciones habidas a lo largo de estos años. Anécdotas que forman parte del comportamiento humano”.

– Usted ha sido el artífice del Herbario “Tenerife Ciencias” (TFC) de la ULL (con 113.000 muestras de flora vascular, algas, hongos, líquenes y briófitos del Archipiélago canario y de otros países). Este banco de datos sobre la flora canaria y macaronésica es un caudal de información de primer orden para conocer la biodiversidad. Sin embargo, el público en general no sabe de su existencia.

«No, lo desconoce. Por una sencilla razón, porque desgraciadamente, la política universitaria de esta casa nunca se ha abierto de una manera expresa a la opinión pública, a dar a conocer lo que hacemos con el dinero público que nos mantiene.Quizá sea debido a un comportamiento que practican muchos investigadores y catedráticos no solo aquí sino en otras instituciones científicas de nuestro país. Encerrados en una especie de urna de cristal aislados del exterior se trabaja con mayor o menor intensidad en función de la ilusión o el cansancio del investigador y esta productividad científica se valora por la calidad y la cantidad de los trabajos publicados en revistas especializadas muchas de las cuales están lejos del alcance y el entendimiento de las clases populares. Otra característica de la vida universitaria española es la escasa relación interdepartamental. La fluidez en el intercambio interdepartamental de experiencias es poco frecuente, puede darse el caso entre departamentos vecinos que los integrantes de uno ignoren el trabajo que están realizando los investigadores del otro. Es necesario encontrar la vía para promover la curiosidad por el universo científico en las clases populares. Esa es una tarea que corresponde en gran medida a los medios de comunicación que en este sentido no suelen ocuparse demasiado, salvo honrosas excepciones de difundir esta información necesaria”. 

El Herbario “Tenerife Ciencias” contiene 113.000 muestras de flora vascular, algas, hongos, líquenes y briófitos del Archipiélago canario y de otros países 

– En los años setenta del siglo XX, ostentó los cargos de consejero y vicepresidente del Aula de Cultura del Cabildo Insular de Tenerife. En relación con la Universidad, ¿en qué basó su gestión política?

«En aquella época, las elecciones para ocupar puestos de consejero en el Cabildo Insular eran, por decirlo de alguna manera “pseudodemocráticas”, y recalco lo de pseudodemocráticas porque no se realizaban como consecuencia de una consulta popular libre como son las de hoy en día. Los consejeros del Cabildo eran elegidos por representantes de distintos tercios. En mi caso fui elegido por el tercio de las entidades docentes y culturales. En aquellas elecciones el gobernador civil franquista que ostentaba la máxima autoridad civil de la provincia tenía la capacidad de eliminar a aquellos candidatos propuestos que por motivos políticos o personales el creía no eran los idóneos. Me consta que utilizaba un lápiz rojo para tachar a los candidatos “nongratos” de la lista. Aquellos ocho años de mi etapa como consejero del Cabildo fueron tremendamente enriquecedores. Fui elegido por seis años pero al producirse la Transición política desde el tardofranquismo a la democracia el presidente Suárez pidió a todas las administraciones civiles del Estado que permaneciéramos dos años más en nuestros puestos hasta la renovación política democrática. Fueron ocho años dedicados íntegramente a la isla de Tenerife. Tanto mis compañeros de corporación como yo trabajamos intensamente sin cobrar un sueldo. Durante esos años se desarrollaron proyectos de gran envergadura para la isla no solo desde el punto de vista de infraestructuras, económicos y culturales. La Universidad recibió del Cabildo un apoyo incondicional. Por citar solo algunas iniciativas fue muy importante la puesta en marcha del Hospital Clínico Universitario instalación básica para la consolidación de la Facultad de Medicina, la adquisición de terrenos para la ampliación y expansión de las nuevas Facultades, centros de Investigación, distintas instalaciones, becas, y un largo etcétera que ocuparía todo un documento histórico de las realidades institucionales de aquella década de los años setenta del siglo pasado. No puedo dejar de mencionar al Aula de Cultura, auténtico foro cultural cuya política de publicaciones y de fomento de todo tipo de actividades estuvo asesorada por personas de prestigio que de forma desinteresada y con toda libertad, sin presiones ideológicas contribuyeron a colaborar y orientar una política cultural de gran altura que desapareció o languideció luego en los tiempos democráticos. Cuando salió elegida la nueva corporación tras las elecciones democráticas del año 1979 pensé con ilusión que la nueva Democracia vendría con aires renovadores. Sin embargo me sorprendió que una de las primeras decisiones políticas de la nueva corporación fue la de asignarse unos sueldos suculentos. Fue mi primera decepción, padecida en la nueva era democrática que se iniciaba en el país”.

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Wolfredo Wildpret en la biblioteca de la Facultad de Farmacia de la ULL.
Foto: Natale Sandoli.
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«El Museo de Ciencias Naturales del Cabildo Insular de Tenerife se hallaba instalado precariamente desde sus inicios en un edificio destinado a Insectario Provincial situado en la Avenida de Bélgica. Su actividad científica inicial impulsada por el entomólogo José María Fernández y un grupo de colaboradores se desarrolló principalmente en el estudio de la Entomología Canaria y en confeccionar una serie de colecciones entomológicas del material estudiado. Al ponerse en marcha, en los años setenta del siglo pasado, el proyecto de construcción del actual Parque de la Granja el Insectario tuvo que desaparecer de su emplazamiento con lo que la desaparición del Museo que por aquellas fechas había acogido a una serie de jóvenes estudiantes e investigadores de la recién creada Facultad de Biología, parecía inminente. Por aquellas fechas el director profesor Telesforo Bravo y el geólogo y paleontólogo Francisco García Talavera becario del Cabildo contribuyeron a incrementar la actividad científica y museística de forma notable. Cuando me fue planteada la inminencia del desalojo del Museo puse en conocimiento del Cabildo esta situación y gracias a la rápida y efectiva gestión del entonces vicepresidente Leoncio Oramas Tolosa el pleno de la Corporación dispuso que el Museo ocupara una de las dependencias del desalojado Hospital de los Desamparados. A partir de ese momento el Cabildo comenzó a dotar de medios al Museo, se convocaron becas de investigadores se ordenaron las colecciones e incluso se adquirió una importante colección de aves etc. Cuando el profesor Bravo renunció a la dirección me fue ofrecido dicho puesto que acepté con mucho gusto y durante los años que Vd. ha señalado procuré seguir incrementando la labor del Museo. Tuve la suerte de contar con dos excelentes colaboradores funcionarios del Cabildo que se ocuparon de la administración de los fondos económicos. Al ser elegido Decano de la Facultad de Biología renuncié del cargo de director y fue nombrado para ese puesto mi gran amigo Juan José Bacallado. El Museo desde aquel momento inició una etapa ascendente. Instalado en una espléndida sede totalmente reformada dotado de los materiales indispensables realiza una labor investigadora y divulgadora encomiable, algo impensable en aquellas remotas fechas. Es de lamentar que esta institución, como muchas de Canarias tanto culturales como científicas, tengan que sufrir en sus presupuestos los recortes que la crisis actual está ocasionando a las administraciones públicas y a sus funcionarios. Reducir el dinero destinado para la cultura y la educación es desde mi punto de vista una miopía política. Las consecuencias de estas decisiones equivocadas me temo que a corto plazo afectarán al progreso de Canarias”.

-Como botánico, especialista en flora y vegetación canaria, su praxis científica ha abarcado distintas líneas de investigación. ¿Cuál ha sido su contribución a la Ciencia?

“Cuando inicié mi docencia en la Universidad de La Laguna decidí poner en marcha distintas líneasde investigación dentro del concepto de la Botánica clásica. Pensé entonces que había que profundizar en el conocimiento de la Flora y Vegetación Canaria tanto terrestre como marina desde el punto de vista taxonómico, ecológico y fitosociológico. Los conocimientos que se tenían por aquellas fechas al respecto eran parciales. La bibliografía existente y el material de herbario básico estaba depositado en Universidades y Museos de reconocido prestigio lejos de Canarias lo que hacía difícil su consulta desde aquí. Comenzamos desde cero la labor de crear unas infraestructuras básicas para desarrollar los primeros trabajos de investigación botánica radicada en Canarias principalmente por estudiantes canarios y algunos extranjeros (ingleses y alemanes) que por aquel entonces estaban realizando en Tenerife sus trabajos sobre la Flora de Canarias. Así comenzó lo que he denominado el periodo canario de la Botánica. Propuse entonces las líneas de investigación que a lo largo de estos años han desarrollado y consolidado profesores/as del Departamento considerados en la actualidad como especialistas de reconocido prestigio internacional. En este sentido la producción científica del Departamento se ha incrementado de manera notable. En mi última etapa docente puse además en marcha en los últimos años cuatro actividades científicas. En la Escuela Técnica y Superior de Ingeniería Agraria, de la que fui el primer Decano coordinador, propuse una asignatura troncal titulada Taxonomía y Ecología de Especies ornamentales. Esta iniciativa nos ha permitido profundizar en este importante aspecto de la Botánica aplicada. La experiencia adquirida a lo largo de estos veinte años en esta materia ha contribuido a mejorar sensiblemente el conocimiento de la flora ornamental de Canarias. En la actualidad estoy dedicando mi tiempo al estudio de la problemática de las plantas invasoras, la destrucción de los paisajes y la biocontaminación de los ecosistemas autóctonos y los ambientes antrópicos y finalmente mi mayor preocupación actual es la de dinamizar todo lo referente a la Educación ambiental, cuestión en la que me considero un pionero desde los inicios de mi etapa como profesor universitario y que en la actualidad constituye una de las líneas del Departamento con proyección de futuro incluida en los planes de estudio de la Facultad de Educación. Creo que con este pequeño e incompleto resumen he contestado a su pregunta”.

-¿Debemos partir de la premisa de que para entender y valorar el microcosmos de nuestro Archipiélago canario es necesario explorar el macrocosmos que se extiende más allá de nuestras fronteras?

«Sin duda. Para entender la biodiversidad del Archipiélago canario es necesario tener unos conocimientos básicos del mundo que nos rodea. Hay que indagar en la historia de nuestra Naturaleza para entender de donde han venido los seres vivos que han poblado estos territorios volcánicos surgidos de las profundidades marinas y cuales han sido los mecanismos evolutivos que han sido responsables de la presencia de nuestros recursos naturales actuales. Microecosistemas como el formado por líquenes y briófitos instalados sobre la corteza del tronco de un árbol hasta macroecosistemas como el monteverde o el pinar constituyen solo unos pequeños ejemplos de nuestra riqueza ecológica. De todas maneras estos macroecosistemas canarios a los que me acabo de referir son de magnitud reducida si los comparamos con los que lejos de aquí cubren grandes extensiones del planeta. Pero fíjese usted que en algo más de los 7.000 km2 de superficie total de las siete islas mayores y los islotes que las rodean, teniendo, una superficie menor que la de la provincia de Málaga, existe en el archipiélago la máxima biodiversidad de la Unión Europea, repartida fragmentariamente en las distintas islas e islotes. Cada isla tiene su propia personalidad, sus propios endemismos y este hecho biológico es reconocido internacionalmente y por eso las islas siguen siendo una meta elegida por numerosos colectivos de universidades nacionales y extranjerasque se desplazan a las islas para conocer y estudiar su flora, fauna, gea y en general todo lo relacionado con el Archipiélago canario”.

En algo más de 7.000 km2 de superficie que ocupa el Archipiélago canario existe la máxima biodiversidad de la Unión Europea

-E. Beltrán afirma que: “El profesor Wildpret siempre se ha preocupado por la comunicación fluida entre la Universidad y la sociedad que le rodea”. A. Alarco escribe: “Es sólo desde el empeño en que la ciencia sea accesible a todos desde el único prisma en el que se comprende la labor de Wildpret”1. Sin embargo, no siempre el conocimiento científico llega al gran público, por su difusión en medios especializados.

“En algunas ocasiones he publicado en la prensa algunos artículos divulgativos o simplemente reflexiones sobre cuestiones ambientales. En la radio he sido entrevistado decenas de veces. El record de estas lo ostenta el recientemente fallecido periodista César Fernández Trujillo que desde la tristemente desparecida Radio Isla me llamaba con frecuencia a primera hora de la mañana para pedirme opinión sobre una variada temática. En la televisión, he sido invitado a participar en numerosas ocasiones en los distintos medios que operan en Canarias. Sabe usted por qué, porque desgraciadamente no existen compañeros suyos especializados en la comunicación científica. No hay en estos momentos en la ULL, al menos que yo conozca, profesionales que se dediquen a difundir a los distintos medios de comunicación la realidad de la inmensa producción científica que se genera en la Universidad de La Laguna. Le voy a poner un ejemplo muy cercano. Si hubiera una persona que se dedicara exclusivamente a escribir lo que ocurre en las Facultades de Ciencias tendría temas para publicar por lo menos durante un año Tesis doctorales, conferencias, actos culturales, estudiantes Erasmus que vienen etc. son temas que dan para mucha información. Hace más de treinta años que de forma ininterrumpida se vienen celebrando en la Facultad de Biología unas Jornadas Micológicas que desde mi punto de vista son las más importantes de Canarias pues yo no he visto nunca un reportaje en la prensa sobre estas Jornadas donde se pone a disposición del gran público la posibilidad de contemplar de forma muy variada un recurso que anualmente se desarrolla durante el otoño-invierno principalmente en los bosque canarios. Como testimonio de lo que le estoy diciendo pongo a su disposición el libro de visitas de la Unidad de Botánica del Departamento. Ahí podrá usted comprobar la cantidad de personas que nos han visitado desde los años 70 del siglo pasado hasta el presente. Dadas mis excelentes relaciones con algunas universidades alemanas he tenido la satisfacción de atender a más de quinientos alumnos procedentes de esas universidades que junto a sus profesores vienen a Canarias en viajes de prácticas. Unos doce de ellos han realizado sus tesinas y cinco tesis doctorales sobre temas relacionados con la biodiversidad canaria. La jornadas de puertas abiertas en que se invita a la sociedad a visitar los distintos centros universitarios es una iniciativa positiva pero desde mi punto de vista insuficiente. Hay que promocionar más la imagen de la Universidad y no desacreditarla tanto. Todos tenemos defectos y virtudes y en este sentido la Universidad los tiene. Pero por encima de todo hay que valorar lo que ha supuesto para la sociedad canaria y su pueblo el que miles de habitantes del archipiélago hayan podido disfrutar por un coste relativamente bajo de unas instalaciones universitarias donde han podido desarrollar su formación y recibir una preparación básica para su ejercicio profesional”.

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Wildpret ha dedicado 42 años a la docencia e investigación en la ULL.
Foto: Natale Sandoli.
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-Siguiendo con el tema de las publicaciones, usted fundó la revista Vieraea. ¿Podemos decir que se trata de unos de los principales medios de divulgación científica de Canarias?

“Sí. A pesar del boicot incomprensible que ha sufrido por parte de algunas personas. Hoy en día gracias al entusiasmo y profesionalidad mi gran amigo Juan José Bacallado, actual director de la revista, se ha logrado mantener más decuarenta años. Eso para una publicación científica en las islas Canarias es todo un récord. Sobre todo considerando que tantas otras empresas periodísticas han desaparecido al poco tiempo de ponerse en circulación o incluso han sido efímeras. Vieraea se ha mantenido gracias al esfuerzo de muchísima gente, gracias también a numerosos científicos nacionales y extranjeros que han contribuido con sus trabajos a prestigiar la revista. Sin embargo tengo que lamentar una cierta desidia por parte de nuestra gente que no ha querido colaborar lo que hubiera sido deseable.”

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-De sus estancias en centros extranjeros, destacan dos proyectos. Por un lado, las visitas a los Jardines Botánicos de diferentes universidades alemanas para “Estudiar la planificación y las distintas estructuras de las instalaciones así como la diversidad florística autóctona exótica”. Por otro, la de la Universidad de Chiba (Japón) para el “Estudio y seguimiento comparativo del comportamiento del bosque de lauraceas canarias y la ever green forest japonesa”. ¿En qué consistieron sendos tratados?

«Le voy a llevar a los inicios. Yo salí por primera vez de España en años muy difíciles. En el año 1955 siendo alumno de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid me fue concedida una beca del Gobierno Alemán para especializarme en fitosociología en la Bundesanstalt für Vegetationskartierung. Mi estancia en Alemania fue decisiva para mi formación científica, humana e intelectual . Pude observar día a día el espíritu de solidaridad del pueblo alemán en la reconstrucción de la patria destruida y parcialmente arrasada durante laSegunda Guerra Mundial. Como complemento de la ayuda norteamericana del Plan Marshall los alemanes contribuían en aquel entonces con el importe del salario de un día a la semana para sacar al país de sus ruinas. Al margen de lo que le acabo de contar el método científico aprendido en aquel Centro, el rigor, la puntualidad y la disciplina fueron elementos que contribuyeron a mi enriquecimiento personal. Durante esos tres meses hice numerosas campañas geobotánicas a lo largo y ancho de la República Federal. Como resultado de esa etapa tuve la satisfacción de publicar mi primer trabajo científico en colaboración de mi maestro el profesor Reinhold Tüxen. De aquella inolvidable estancia en Alemania aprendí a inventariar y cartografiar la vegetación y sobre todo el maestro y sus colaboradores me enseñaron a respetar la Naturaleza.
En 1985 el Gobierno de Canarias me concedió una Beca para disfrutar una estancia de un mesen el Instituto Botánico de la Universidad de Colonia que por aquel entonces dirigía el profesor Gerardo Follmann ilustre liquenólogo buen conocedor de la Flora de Canarias, al que tuve el honor de presentar como miembro del Instituto de Estudios Canarios. Alemania, después de España ha sido el país donde ha transcurrido la mayor parte del tiempo de mis estancias en el extranjero. He visitado gran parte de los jardines botánicos alemanes. En muchos de ellos hay una parcela o un invernadero donde se cultivan plantas Canarias. En este sentido desde mi punto de vista destacan los jardines de las Universidades de Tübingen y de Erlangen. En 1987 el profesor Lüpnitz de la Universidad de Maguncia nos invitó a pasar un mes en su Instituto. Fue una experiencia participativa en la docencia práctica en el campo con sus alumnos y la colaboración de mi mujer, la profesora Martín Osorio, en el estudio de la recuperación de bosques destruidos por huracanes en la selvas del estado federal de Renania-Palatinado. Sin embargo escon la Universidad de Hannover con la que mantenemos desde hace veinte años una relación muy fluida. En colaboración con los profesores Pott y Hüppe del Instituto de Geobotánica de dicha Universidad, hemos visitado en distintas épocas del año la isla de Noderney la mayor del archipiélago de la islas Frisias situadas en el Mar del Norte para estudiar la vegetación de sus espacios protegidos. Enlos Alpes suizos y austriacos realizamos en el verano de 1996.. durante una semanavarias campañas para estudiar las comunidades vegetales alpinas y contemplar el retroceso de los glaciares y la colonización vegetal de las morrenas. En aquella ocasión participaron doctorandos del Instituto de Geobotánica que actualmente son catedráticos de diversas Universidades alemanas con los que mantenemos relaciones cordiales.»
He sido invitado a visitar Japón en dos ocasiones. En 1994 invitado por el profesor Hideo Tagawa de la universidad de Kagoshima tuve la oportunidad de participar en un Syposium Internacional organizado que el citado profesor con motivo haber sido declarada por la UNESCO en 1993 la isla Yakushima como Patrimonio de la Humanidad. En aquella ocasión y precisamente en la isla de Yakoshima conocí al profesor Oshawa profesor de la Universidad de Chiba. De la larga conversación sostenida aquella tarde surgió la idea de realizar un proyecto de investigación conjunto. Decidimos hacer un estudio comparativo entre los bosques sempervirentes de Japón con el Monteverde Canario. El proyecto estuvo principalmente subvencionado por el Gobierno Japonés. En Enero del año siguiente el profesor Oshawa se desplazó al frente de un equipo investigador a La Laguna. Escogimos una parcela del Monteverde de Anaga para realizar durante un mes los estudios programados. En aquel lugar de la cumbre anaguense colocamos una serie de pequeños aparatos a lo largo de un transecto. Los datos meteorológicos obtenidos fueron básicos para establecer las conclusiones finales del proyecto publicadas en una revista internacional. Años más tarde, las pequeñas estaciones meteorológicas continuaban en funcionamiento y datos recogidos en un ordenador fueron incorporados por el doctor Thomas Himsted de la Universidad de Hannover en su Tesis doctoral. En Octubre de ese año viajamos el profesor Marcelino del Arco y yo a Japón donde recorrimos numerosos espacios naturales en compañía entre otros por el profesor Yukito Nakamura con el cual intentamos subir al Monte Fuyi. Una densa niebla nos impidió, a mitad del camino alcanzar la cumbre”.

-En los años 1996 y 1997, participó en otros estudios de investigación en la Universidad de Hannover institución que le concedió, en 2003, el título de Doctor Honoris Causa de Ciencias Naturales. ¿En el momento de su investidura, que contó con la asistencia de científicos procedentes de más de 12 países, se sintió usted embajador de la Ciencia canaria? ¿Qué significó este reconocimiento para su carrera académica?

«Ha sido un hito muy importante en mi vida. El 15 de mayo pasado con motivo del veinticinco aniversario de la creación del Instituto de Geobotánica de la Universidad de Hannoverfui invitado a participar en dicha efeméride. El director del Instituto profesor Pott tuvo la gentileza de invitar a los dos doctores Honoris Causa del Instituto a participar en la inauguración del solemne acto académico que tuvo lugar con ese motivo. Junto a mi buen amigo el profesor Akira Miyawaki de la Universidad de Yokohama una figura relevante de la ciencia japonesa pronunciamos unas palabras de reconocimiento a la labor docente e investigadora que se realiza en dicho Instituto. Respecto a sentirme embajador de la Ciencia canaria le respondo que no he tenido nunca esa sensación”.

– Usted es académico de la Academia Canaria de la Ciencia y Canarias de la Lengua. ¿Qué papel desempeña en estas instituciones?

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«Por mi condición de farmacéutico fui nombrado a principio de los años setenta del siglo pasado académico de la Academia de Medicina del entonces distrito de Canarias, actualmente Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife de cuya junta directiva formo parte en el momento presente. A finales de los años ochenta el profesor Nacere Hayek fundó la Academia Canaria de Ciencias de la que fue su primer presidente. Como cofundadores de la Academia fuimos propuestos entre otros los decanos de aquellas fechas de la Facultades de Biología, Física , Matemáticas y Química de la ULL así como algunos Decanos e la ULPGC. El año 2000 fui propuesto como académico de la Academia Canaria de la Lengua. Desde mi punto de vista las Academias son foros de difusión y discusión de temas relacionados con sus diferentes actividades. En el caso de la incorporación de científicos a la Academia de la Lengua debido al constante incremento del lenguaje científico en el habla popular, estimo que la aportación por expertos para analizar la nueva terminología es sin duda una tarea útil para su integración en el uso del español hablado en Canarias”.

– Usted ha dirigido, coordinado y participado en una cincuentena de proyectos deinvestigación.La figura de Wildpret siempre ha estado acompañada de un elenco de profesores que han aportado a la Ciencia un arsenal de conocimiento importante, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo. Así, por ejemplo, gracias a los trabajos realizados en el decenio 1998-2008, sobre flora y vegetación vascular de Canarias, hoy se conocen 152 comunidades vegetales nuevas. En la vertiente de Micología, se han dado a conocer alrededor de 900 táxones nuevos para el Archipiélago, además de 14 nuevos para la Ciencia.

“No solo en la vertiente de Micología sino en las de Algología, Briología, Líquenología y Palinología se han realizado numerosos trabajos de alto nivel por parte de los profesores/as de la Unidad de Botánica del Departamento de Biología Vegetal. Eso le viene a demostrar a usted lo que le dije al principio, que el Departamento no solo imparte docencia en varias Facultades sino que junto a esa actividad principal ha investigado y continúa haciéndolo activamente. En el caso concreto de la Facultad de Biología de la ULL hay que valorar de manera especial su contribución de forma importante al mejor el conocimiento de la biodiversidad de Canarias. La gran cantidad de tesinas y tesis que se han realizado en los distintos Departamento de esta Facultad, básicamente sobre temas canarios, ha sido realmente prodigioso, tanto desde los ámbitos marinos, terrestre e incluso atmosféricos”.

-Usted ha descrito, “El tomillo de Juan Bay” (Micromeria rivas-martinezii W.) y “La Jarilla de Las Cañadas” (Helianthemun juliae Wildpret), entre otros. ¿Qué sensaciones experimenta un botánico cuando descubre alguna especie y, además, algunas de las descubiertas por otros colegas llevan su nombre?

«En esos momentos se le abre a uno un universo mental indescriptible. Pasada la sorpresa viene la duda. ¿Se trata de una planta desconocida para mí o puede ser una nueva especie? Trato de recoger material de la misma lo más completo posible. Anoto con precisión los datos ecológicos del lugar. En el Laboratorio procedo a su determinación. Si la clasificación es infructuosa hay que recurrir a la bibliografía específica. Si a pesar del rastreo bibliográfico no hay éxito en la determinación es cuando procedo a describirla y publicarla con arreglo a unas normas taxonómicas internacionales. En ese momento la especie queda a disposición de los especialistas para confirmarla o rebatirla. Este largo proceso produce una íntima satisfacción sin embargo en taxonomía muchas veces se sufre un proceso de continuo cambio de nombres a especies conflictivas que enriquecen las sinonimias, un fenómeno muy frecuente en la ciencias descriptivas”.

– A lo largo de su trayectoria profesional, ha visitado más de una quincena de jardines botánicos de España y de otros países para el estudio de herbarios y colecciones de plantas. ¿En qué estado se encuentran nuestros jardines Botánicos de La Orotava (del que su abuelo fue jardinero y usted director), El Teide (del que usted es miembro fundador) y, el Viera y Clavijo.

«El Viera y Clavijo es hoy en día el mejor de Canarias, sin duda, es la perla del Cabildo Insular de Gran Canaria. El de La Orotava ha pasado por diversas crisis, a pesar de ser el más visitado. Su ampliación es una obra inacabada. Fíjese que casi el ochenta por ciento de los gastos que tiene el jardín se amortizan con el importe que pagan los visitantes por las entradas. Si el jardín estuviese mejor gestionado daría beneficios. El problema del jardín del Teide, proyecto que se realizó a partir de una propuesta mía, es que hay una restricción enorme de personal en la gestión del parque que de paso afecta al jardín. Personalmente creo que está bien estructurado pero necesita una remodelación, y la elaboración de un catálogo.”.

– ¿Qué labor llevó a cabo su bisabuelo German Wildpret, durante el siglo XIX, en el Jardín Botánico de La Orotava?

«Mi bisabuelo fue contratado a mediados del siglo XIX como jardinero responsable de sacar del abandono al Jardín de Aclimatación de Plantas de la Orotava. Luchó por elevar el prestigio de ese jardín a veces en condiciones infrahumanas. Intentó aclimatar unas 3000 especies exóticas entre ellas numerosas palmeras que en la actualidad muchas de ellas forman parte del adorno vegetal de muchos jardines y plazas de las islas. En La Orotava puso en marcha un negocio de jardinería donde cultivó plantas ornamentales que le sirvieron para atender una demanda creciente de diferentes proyectos de jardinería tanto públicos como privados. Uno de ellos fue el Jardín del Hotel Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria,  inaugurado a finales del siglo XIX”.

-«Del Libro Rojo de la Flora Canaria contenida en la Directiva-Hábitats Europea, sorprende comprobar cómo la tasa de endemicidad de la flora canaria por unidad de superficie sea la más alta de Europa (de los 2.176 táxones de plantas vasculares, 705 son exclusivos de las islas Canarias).Resulta incomprensible que si el 80% de la flora endémica se encuentra incluida en alguno de los 145 espacios que constituyen la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, más de un 50 % de estos táxones presenten algún tipo de amenaza.

«Desde el punto de vista histórico, el ser humano llegó a las islas Canarias parece ser que en varias oleadas más o menos 2000 o 3000 años antes del tiempo presente. Estos seres humanos se encontraron con una naturaleza de extraordinaria riqueza pero escasa en recursos para subsistir. Sin embargo trajeron ganado herbívoro, básicamente, cabras, ovejas, cerdos, perros y además semillas que sembraron (cebada, habas, palmeras datileras). El ser humano primitivo y sus animales domésticos así como las posibles semillas de flora exótica venidas mezcladas con las semillas, iniciaron de forma progresiva el deterioro y la contaminación de la Naturaleza intacta que hallaron a su llegada. Con la llegada de la europeización y brutal conquista de las islas los desafueros sobre la Naturaleza y los habitantes primitivos se fueron incrementando paulatinamente. Miles de toneladas de flora autóctona han sido devoradas por los herbívoros desde la prehistoria hasta el momento presente. Pongamos un ejemplo: si en la isla de Tenerife, antes de llegar los conquistadores, vivía una población indígena que oscilaba entre 15.000 a 30.000 personas, para subsistir mínimamente del recurso ganadero antes señalado era necesario disponer de al menos unas 30.000 o 60.000 cabezas de ganado que según datos veterinarios necesitan comer diariamente unos dos o tres kilos de plantas verdes. Finalizada la conquista se disparó la transformación del territorio. Construcción de viviendas , pueblos y ciudades, desarrollo agrícola, industrial etc. así como el incremento demográfico a lo largo de 500 años después de la conquista que ha alcanzado el millón de habitantes más otro millón de personas que nos visitan anualmente producen un impacto creciente sobre el territorio y el mar que lo circunda. En un momento de euforia conservacionista de nuestro reciente periodo democrático se legisló preservar de alguna forma el 40 % de la superficie terrestre y también otro tanto por ciento importante de los ambientes marinos. Actualmente esa euforia ha decaído y por el contrario existe una presión manifiesta para implementar decretos destinados a la descatalogación de espacios y especies protegidas. Estas acciones constituyen una amenaza seria que se cierne sobre nuestra singular biodiversidad. Prácticamente no existe la voluntad de destinar un presupuesto razonable destinado a llevar a cabo una gestión seria y eficaz que garantice la adecuada protección de los restos actuales de nuestro singular patrimonio natural. Y que conste, existen en las distintas administraciones técnicos cualificados capaces de llevar a cabo medidas eficientes”.

-La merma de la cubierta forestal, tanto de las islas occidentales como de Gran Canaria, se ha visto favorecida por las plantaciones y repoblaciones llevadas a cabo, desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, por Organismos como ICONA. Sin embargo, tras los últimos incendios se ha puesto en entredicho la gestión de las Administraciones públicas canarias.

«La merma de la cubierta forestal en Canarias ha sido una constante a lo largo de la presencia del ser humano en las islas. Fue un recurso vital de primera magnitud. Hubo un momento que estuvo apunto de desparecer. Abusos, explotación clandestina, incendios naturales y provocados han sido la causa principal del deterioro sufrido. Además la sustitución de la vegetación autóctona por la introducción de especies foráneas ha contribuido a crear una fragilidad del ecosistema así como un pérdida de biodiversidad del mismo. Algunas desforestaciones patrocinadas por las Administraciones públicas han sido muy negativas, por ejemplo en el año de 1967, cuando inicié mi docencia en la Universidad, se llevaron cabo en el Monteverde Anaga y Aguagarcía y en los pinares talas y matarrasas impresionantes. Es a partir de los años setenta del siglo pasado cuando la política forestal cambió drásticamente de rumbo. Se inició la fase de la conservación de estos ecosistemas y de una gestión más acorde con los planteamientos surgidos de la Conferencia de Estocolmo de 1972 . En este sentido la situación de nuestros montes ha mejorado de una manera notable. Entre otras medidas cabe mencionar la progresiva eliminación de especies foráneas como el “pino insigne”, introducido a partir de los años cincuenta y que aún ocupa una extensa superficie forestal a costa de la errónea eliminación del Monteverde autóctono”. 

Las acciones de descatalogación de espacios y especies protegidas constituyen una amenaza seria que se cierne sobre nuestra singular biodiversidad

-Es cierto que desde principios de los años ochenta del siglo XX, Wolfredo Wildpret junto a otros colaboradores y especialistas en distintas disciplinas realizaron una serie de trabajos, encargados por distintas administraciones, que hicieron posible la actual Ley de Espacios Protegidos de Canarias.

«Efectivamente un proyecto inicial nos permitió delimitar en todas las islas unos espacios que por sus singularidades y su biodiversidad merecían ser conservados. Junto a los profesores Pérez de Paz y Del Arco recorrimos el archipiélago y señalamos aquellos paisajes que por su interés botánico merecían protegerse. Fue la base científica que sirvió para proseguir los estudios y las decisiones que se tomaron en los años sucesivos. El gran proyecto promovido por la Directiva Hábitat financiado por la Unión Europea y en Canarias liderado por el profesor Pérez de Paz, precisó con muchísimo más detalle los lugares de interés comunitario. Posteriormente el profesor Marcelino del Arco coordinó otro de los grandes proyectos realizados en la UDI de Botánica que ha sido la elaboración Atlas de la Vegetación de las Islas Canarias publicado recientemente por Grafcan”.

– En contraposición, el Gobierno de Canarias, amparándose en las competencias exclusivas en materia de conservación de la naturaleza y regulación de los recursos naturales, aprobó la Ley 4/2000, de 4 de junio de Catálogo Canario de Especies Protegidas, sin contar con el beneplácito de la comunidad científica ni de la ciudadanía. Si partimos de la base de que la Comunidad Autónoma de Canarias forma parte indisoluble del Estado español y que éste es miembro de la Unión Europea, ¿no debe de primar la legislación española y la europea sobre la autonómica?

«Sí, esa es una respuesta rotundamente afirmativa. Es un tema que está en debate. Creo que en este sentido la Comunidad Canaria y el Estado español han incumplido en numerosas ocasiones las normativas estatales y las normativas europeas. Habrá que pagar a Europa sustanciosas multas por este reiterado incumplimiento”.

-En las últimas décadas, han surgido, una serie de plataformas en defensa del medioambiente insular con campañas mediáticas y manifestaciones, entre otras actuaciones. Como hombre de profundas convicciones, que ha asumido un compromiso con la Naturaleza de nuestro entorno. En calidad de ecologista, fundador y presidente de ATAN (Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza), ¿qué papel han jugado estas organizaciones en el ámbito territorial?

«En primer lugar debo manifestarle que a mi no me gustan los “ismos”. Mi compromiso esta basado a través del estudio y la defensa del medio natural, agrícola y urbano en la búsqueda de una armonía entre estos tres conceptos. La presencia de estas asociaciones de amigos de la Naturaleza o las manifiestamente ecologistas minoritarias y altruistas han sido fundamentales en defensa del patrimonio insular. No quiero pensar lo que hubieran sido estas islas en manos de especuladores, en ocasiones con apoyo político, sin ningún tipo de control. Con escasos medios pero con un gran espíritu combativo y con una justicia lenta muchas denuncias han trascendido a los medios de comunicación otras han sido censuradas y bastantes se han ganado en los tribunales. Si no hubieran existido estas asociaciones o grupos, los paisajes insulares a estas alturas podrían ofrecer un aspecto terrorífico. Por ponerle un ejemplo lejano le menciono la isla de Juan Fernández en el Océano Pacífico, un ejemplo clásico de lo que ha supuesto la degradación de un territorio insular como consecuencia de la voracidad destructora humana”.

Mi compromiso está basado a través del estudio y la defensa del medio natural, agrícola y urbano en la búsqueda de una armonía entre estos tres conceptos

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– En los estudios realizados por usted y su equipo se señala la presión antrópica sobre el medio natural como la principal causa de la pérdida de la biodiversidad, tanto terrestre como marina en el A­rchipiélago canario. Podríamos afirmar que la especulación urbanística, el proyecto del puerto de Granadilla o de la plataforma petrolífera próxima a las costas de Fuerteventura y Lanzarote atentan gravemente contra la fragilidad de nuestro ecosistema insular.

“Sin ninguna duda. La especulación urbanística, actualmente algo frenada a causa de la crisis, junto al abandono de los espacios cultivados y el incremento de la red viaria constituyen serios problemas a la hora de planificar la ordenación territorial. La incesante actividad antrópica continua afectando de forma creciente a los ecosistemas insulares y lo de Granadilla estimo que es un proyecto nefasto. Hace unas semanas estuve en una reunión científica, promovida por el Ayuntamiento de Granadilla, celebrada en el Hotel Médano. Hubo gente habitual a la playa alarmada por la bajada inusual del nivel de arena. Quizá sea uno de los primeros síntomas del efecto modificador de la corriente marina debido a la construcción del espigón del puerto Al día siguiente me acerqué a ver las obras del puerto de Granadilla. Francamente al contemplar el actual escenario deteriorado, lleno de basura, da la impresión de que las obras se están ejecutando de forma salvaje. Respecto a la plataforma petrolífera no puedo opinar porque carezco de información. Sin ninguna duda, lo que si contamina y daña a los ecosistemas marinos de forma notable es el tráfico marítimo, en especial el de petroleros, embarcaciones de recreo, etc.”

– La Montaña Roja es uno de los Espacios Naturales de Canarias. El libro Montaña Roja. Naturaleza e Historia de una reserva natural y su entorno saca a relucir los recursos que alberga este espacio por sus importantes valores paisajísticos, geológicos y ecológicos. Sin embargo, ¿el hecho que se excluya el tramo de la Playa de la Tejita no conlleva una degradación de la costa?

«La playa de la Tejita, a pesar de su peligrosidad ha tenido como el Médano un uso lúdico histórico. Su uso no ha implicado un deterioro brutal como el que han sufrido tantos tramos litorales del archipiélago a causa de la construcción de viviendas ilegales, puertos deportivos, grandes instalaciones turísticas, vertidos de aguas residuales sin depurar y un largo etcétera de actividades negativas”.

-En la línea de investigación de Etnobotánica, su departamento ha realizado una serie de estudios de la flora canaria con interés ornamental. El diseño del Jardín del Drago de Icod de los Vinos es una muestra de ello. Tras varios convenios de colaboración con el Ayuntamiento de La Laguna, se edita el libro Flora ornamental del Casco Histórico de La Laguna por el hecho de que “esta ciudad debe proteger además de su patrimonio histórico y monumental su patrimonio vegetal como parte indisoluble de su recorrido histórico”. 

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“Con el Ayuntamiento de La Laguna mantenemos una estrecha colaboración. El libro al que Vd. se refiere se debió a un proyecto que nos permitió conocer con mucho detalle la riqueza florística autóctona y exótica que forma parte del patrimonio histórico y monumental de la villa de Aguere. Fue una experiencia enriquecedora que ha tenido mucho éxito. La idea del libro se debió a una iniciativa de la entonces alcaldesa de La Laguna Da. Ana Oramas apoyada por el Concejal D. Plácido Mejías”. 

-Usted compartió la autoría de Las Brasas de la vida: Parques nacionales de las islas Canarias junto a otro naturalista y comunicador medioambiental, Joaquín Araujo. ¿Qué destacaría de esta experiencia? 

“A Joaquín Araujo lo conozco desde hace muchísimo tiempo. Ha intervenido en varias ocasiones en los cursos organizados por mí con la colaboración de la  profesora Martín Osorio en los cursos de Extensión Universitaria celebrados en la Universidad de Verano de Adeje. Joaquín tiene una casa de campo en un lugar, cuyo nombre no recuerdo de la provincia de Cáceres, alejado del mundanal ruido. Allí hace años pasamos unos días con su familia disfrutando de un paisaje natural que alberga abundantes madroños portentosos en esa sierra del norte de Extremadura. A través de las ondas de Radio Nacional hemos mantenido coloquios y últimamente en Lanzarote estuvimos juntos en una mesa redonda. Mantengo con él una buena amistad. Publicar un libro conjuntamente con un amigo siempre es una buena experiencia”.

-Canarias posee cuatro de los diez Parques Nacionales (Timanfaya, Garajonay, La Caldera de Taburiente y El Teide). Como científico y miembro del Patronato del Teide, indica en el libro citado, “la propagación de numerosas especies sinantrópicas

la biocontaminación en el Teide”. No obstante, aprueba la gestión que se está llevando a cabo en cada uno de estos parques.

-«Sí, sin duda ninguna. El progreso de la gestión de esos parques ha sido importante. Es mejorable y ojalá lo fuera más si hubiera una fuente de ingresos que permitiera contratar una mayor cantidad de personal con lo cual se lograría una gestión más eficaz y un grado mejor de la conservación de su biota. Asimismo podrían implementarse campañas destinadas a eliminar algunas de las especies vegetales invasoras y acabar con los muflones en el Teide y los arruís en La Caldera de Taburiente. El Parque de Timanfaya es propiedad del Cabildo Insular de Lanzarote y fue diseñado en su día por César Manrique. La explotación de este Parque difiere sustancialmente de la de los otros tres dado que tiene un sistema de financiación extraordinario, digamos más comercial ya que para visitarlo hay que pagar obligatoriamente una entrada. Tanto el parque del Teide como el de Garajonay tienen ambos que padecer los problemas y peligros que suponen las carreteras que los atraviesan. En el caso del Teide es visitado por más de tres millones y medio de visitantes por año. Eso constituye una presión humana muy fuerte. La Caldera está bastante bien gestionada pero, cuenta con el peligro de los voraces incendios que lamentablemente la castigan y cuyos controles son costosos y arriesgados por lo poco accesible de su entorno”.

-En la publicación Canarias Parques Rurales y Naturales, usted dedica un capítulo a los Naturalistas viajeros en Canarias durante los siglos XVIII y XIX. Alexander Von Humboldt, Bory de Saint Vicent, Sabino Berthelot y Philipe Barker Webb son algunos de los científicos que dieron a conocer Canarias al mundo. ¿Qué repercusión han tenido sus obras?

«Fundamental. El XIX fue un siglo muy importante para Canarias en todos los sentidos. Entre los muchos acontecimientos políticos, sociales y económicos que tuvieron lugar en aquel tiempo merece destacarse la afluencia de personas que vinieron a estudiar su singular Naturaleza. Entre los más relevantes son considerados algunos de los que acaba Vd. de citar. Desde hace muchos años estoy dedicado al estudio de la obra científica realizada en el siglo XIX .Afortunadamente disponemos en la actualidad de una importante cantidad de excelentes traducciones realizadas por investigadores canarios algunos profesores de nuestras dos universidades gracias a los cuales el gran público puede informarse de aquella realidad científica de Canarias en un siglo decisivo para nuestra cultura”.

-El profesor Wildpret, desde su condición de farmacéutico, dio los primeros pasos para iniciar la investigación en plantas canarias con propiedades terapéuticas”, comenta E. Beltrán 2. En la cultura popular canaria existe toda una tradición en el consumo de plantas medicinales; una herencia rural que supongo sirve de fuente para la sabia científica.

«Claro que sí. La herencia cultural rural ha sido tradicionalmente básica para el estudio científico. Muchos medicamentos de uso actual han tenido su origen por la extracción de sustancias activas de drogas usadas por civilizaciones muy antiguas. Como ejemplo le menciono la morfina, el analgésico por excelencia, aislada del opio droga que se obtiene de una papaverácea el Papaver somniferum, esta planta común en Canarias crece en los terrenos abandonados de las medianías. Los campesinos la conocen como “adormidera” nombre que alude a sus reconocidas propiedades narcóticas. Las plantas medicinales no han perdido su protagonismo, todo lo contrario, existe un incremento constante de nuevas especies incorporadas a la fitoterapia actual. Ahora bien cuando llega el momento en que la medicina natural falla hay que recurrir a la ortodoxa y a la química”.

-¿Qué papel han jugado estos nombres en la vida y en la obra del científico Wildpret: German Wildpret, Salvador Rivas Goday y César Manrique, entre otros?

«Cronológicamente, el primero fue Hermann Wildpret mi bisabuelo que para mí es una figura rutilante. Luego ha sido mi padre, Luis Wildpret Álvarez, quien influyó decisivamente en mi formación tanto humana como profesional y con quien además del respeto filial tuve una gran amistad. Fue un farmacéutico de gran prestigio y catedrático de alemán de la Escuela Profesional de Comercio de Santa Cruz de Tenerife de la que fue director. El tercero fue Eric R. Sventerius (creador del Jardín Botánico de Las Palmas de Gran Canaria e investigador científico del Jardín Botánico de La Orotava, desde 1943 a 1972) Fue quien me enseñó a clasificar plantas. El cuarto fue Salvador Rivas Goday catedrático de Botánica de la Universidad Complutense de Madrid, mi maestro, y junto con él su hijo Salvador Rivas Martínez catedrático emérito de Botánica de la Universidad Complutense de Madrid, mi amigo íntimo, compañero de promoción, persona que admiro profundamente, cinco veces Doctor Honoris Causa por distintas universidades nacionales y extranjeras. César Manrique, un canario universal, ha sido un referente por su obra y por su compromiso con la defensa de la Naturaleza Canaria. Tuve el honor de ser nombrado por él asesor de medio ambiente de su Fundación en Lanzarote. Hace exactamente una semana he estado en Lanzarote interviniendo en el homenaje que se le hizo con motivo del vigésimo aniversario de su fallecimiento. César Manrique ha sido el gran pionero en denunciar públicamente los desmanes ambientales que se iban produciendo en el archipiélago canario al inicio del fatídico “boom del ladrillo”. Combatió con su palabra y sus reflexiones sin temer las represalias institucionales que ha tenido que sufrir después de su muerte la Fundación que mantiene contra viento y marea su espíritu de compromiso ambiental. Como artista singular supo integrar en los paisajes insulares su visión artística que tuvo inicialmente una resonancia popular importante en su isla natal para trascender posteriormente al resto del archipiélago e incluso lejos de las islas”.

1,2. Homenaje al profesor Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre. Edit. Instituto de Estudios Canarios. Tenerife. 2009.

Número de Asiento Registral: 00/ 2021 / 4682.
Prohibida la reproducción del contenido de esta entrevista por cualquier medio.

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