Las víctimas de la trata humana
Canarias, 2020.
En el marco contemporáneo de la globalización, el fenómeno de la trata de seres humanos, que tiene raíces profundas en la historia de la humanidad, constituye una de las formas de esclavitud del siglo XXI.
Por trata de personas se entiende el proceso mediante el cual se somete y mantiene a un ser humano a una situación de explotación, con un beneficio económico. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que, cada año, unas dos millones de personas son víctimas de trata, de las cuales el 80% son mujeres y niñas y, un 50% menores de edad.
El Consejo de Europa establece que “la trata de seres humanos constituye una violación de los derechos de la persona y un atentado contra la dignidad y la integridad del ser humano y, puede conducir a una situación de esclavitud para las víctimas”. Pero la trata de personas es también un delito que ocupa el tercer lugar, en la lista de crímenes transnacionales, situado después del tráfico de drogas y el de armas.
La trata de seres humanos es un fenómeno multicausal, complejo y global. Con todo, se señalan como principales causas: económicas (desempleo, desigualdad social y crisis económica), la educación (límites de acceso a la enseñanza, abandono escolar y costos educativos), la violencia (social, política e intrafamiliar), la oferta, la demanda y la impunidad.
Las tres últimas causas citadas nos han llamado poderosamente la atención, en tanto, las víctimas son introducidas sigilosamente por grupos organizados, en el comercio internacional, en contra de su voluntad, porque hay unos demandantes que solicitan de sus servicios. Además, las partes implicadas actúan ilegalmente, gozan de la impunidad de las autoridades y de la pasividad o del conformismo de una parte de la sociedad.
Ante una situación de tal trascendencia, el marco jurídico internacional exige a los Estados que, a través de la justicia penal, den una respuesta eficaz a la trata, que ponga fin a la impunidad de los tratantes y haga justicia a las víctimas. Sobre esta cuestión jurídico-política, la abogada y escritora Mariblanca Staff Wilson manifiesta: “Tenemos que seguir promoviendo una cultura de rechazo social hacia el problema; estableciendo políticas específicas en el área de la prevención y creando legislaciones eficaces y ejemplares que eviten la impunidad”.
La trata de seres humanos se manifiesta de múltiples formas: explotación sexual de personas adultas y de menores de edad; trabajos forzados; explotación laboral en fábricas, granjas o domicilios particulares; los niños soldados y soldados cautivos; el matrimonio forzado; trata con fines de reproducción o la extracción de órganos; la mendicidad; la servidumbre por deuda o las prácticas forzadas en actos religiosos y culturales. Sin duda, unos actos condenables y propios de la esclavitud.
El trabajo forzado se refiere a cualquier labor o servicio que se le exige a una persona de forma involuntaria, bajo amenaza de cualquier castigo. Esta modalidad de trata se concentra en: fábricas (la industria textil de China, India o Bangladesh son ejemplos representativos de ello), ladrilleras (como el trabajo infantil y de adolescentes en hornos de ladrillos, en el municipio de Las Heras, en Argentina), minas (las explotaciones mineras de oro, tanto de la región peruana de Madre de Dios como la de Masumbiri, en el norte de Sierra Leona, ejemplifican la situación en África y América), trabajos agrícolas (situación que sufren muchos agricultores de Asia Meridional, los indígenas de América o los trabajadores migrantes, en situación irregular, en zonas de Europa, como en el Mediterráneo español), trabajo en altamar (como los pescadores esclavos de Birmania que son llevados a Indonesia, a través de Tailandia, y obligados a pescar) y en el servicio doméstico (el tráfico de mujeres empleadas de hogar cubre una dimensión territorial amplia. El perfil de las mismas viene condicionado por su situación de precariedad económica o de tradición sociocultural. Entre éstas figuran: las filipinas, en Arabia Saudí; las kamalaris, en Nepal o las latinoamericanas, en España).
El mayor porcentaje de personas en situación de explotación laboral se concentra en Asia y el Pacífico. Pese a que su abolición representa un objetivo para casi todos los países del mundo, algunos Estados continúan imponiéndolo con fines económicos, políticos o de otro tipo. En algunos países en desarrollo, el trabajo forzado está vinculado a la pobreza, la violencia y la discriminación.
La explotación sexual, tanto de personas adultas como de menores de edad, adopta distintas variantes: la prostitución forzada, la pedofilia, los matrimonios serviles, el turismo sexual o la pornografía infantil, entre otros. Según datos aportados por la ONU, en todo el mundo, la mitad de las víctimas son mujeres adultas (49 %), mientras que las niñas suponen el 23 % del total. Los hombres representan el 21 % y los niños, el 7 %.
Las mujeres también son víctima de trata con fines de reproducción. Se entiende por ésta cualquier práctica en la que una fémina, sin el derecho de renunciar, es prometida o entregada en matrimonio, obligada o persuadida a embarazos forzados, a “alquilar sus vientres” o a vender sus óvulos, a cambio de una compensación económica o en especie para sí misma, para su familia, tutores o a cualquier otra persona.
Según UNICEF, se calcula que actualmente hay unos 300.000 niños y niñas soldado en los conflictos armados en todo el mundo; convirtiéndose en combatientes involuntarios de grupos armados al margen de la ley. Muchos de estos menores están directamente en la primera línea de combate y otros son obligados a ejercer como: cocineros, mensajeros, esclavas sexuales, para realizar ataques suicidas, etc.
Las secuelas físicas y/o los traumas psicológicos y emocionales que padecen las víctimas de trata son difícilmente superables. Más sangrante aún, es el caso de los menores de edad que sufren actos de violencia terribles (mutilados, desnutridos, violados…). El escenario dantesco, que se nos muestra, es el de generaciones de niños con un presente injustamente truncado y un futuro incierto.
Diversas instituciones públicas y privadas, competentes en materia de trata humana, subrayan la cooperación internacional como uno de los mecanismos para su erradicación. No obstante, el distanciamiento entre los planteamientos ideológicos de los Estados totalitarios o autoritarios y los democráticos, la corrupción gubernamental, el asentamiento milenario de doctrinas religiosas, la incultura, las formas de vida patriarcales y ancestrales, la desigualdad social, entre otros, tienen un hondo calado en determinadas sociedades; con comportamientos estancos y atemporales. Unos hechos anacrónicos que, a escala planetaria, ponen veto a la abolición de la trata humana.
La crudeza de las distintas realidades expuestas requieren un pacto de los Estados y de la ciudadanía. Desde esta óptica, finalizo este artículo de opinión con los postulados de la ex defensora del pueblo, Soledad Becerril: “Prevenir y luchar contra la trata significa construir una sociedad que no tolere la explotación, y que se inspire en la idea de la justicia social. Cada gobierno o agente social, cada persona individual tiene un papel que desempeñar en esta lucha”.
Fuentes consultadas:
Este Artículo de Opinión aborda el estado de la cuestión de forma somera y general. No obstante, dada la magnitud del fenómeno de la trata de seres humanos, este tema se tratará, nuevamente, en próximas ediciones.
https://www.ohchr.org/Documents/Publications/FS36_sp.pdf
https://news.un.org/es/story/2019/01/1449042
https://www.unicef.es/ninos-soldado
https://plan-international.es/las-cifras-del-matrimonio-infantil-en-el-mundo
La inteligencia humana frente a la inteligencia artificial
Canarias, 2019.
En un período relativamente reciente, los avances tecnológicos han experimentado cambios substanciales, fenómeno clasificado como Cuarta Revolución; incidiendo sobremanera en los distintos ámbitos de la vida.
Por un lado, la evolución tecnológica ha supuesto un salto cualitativo y cuantitativo importante en el campo científico, de la Investigación, de la Tecnología de la Información y la Comunicación, entre otros. Por otro, desde la puesta en marcha de Internet se ha generado toda una cultura digital, especialmente entre las generaciones nacidas desde 1980, momento en el que salió al mercado el primer teléfono móvil, el medio de comunicación analógico más utilizado.
Sin menoscabar la utilidad de la inteligencia artificial, partimos de la máxima de que ésta no debe ganarle el pulso a la inteligencia humana. Una adecuada implementación de las tecnologías resulta arduamente difícil aplicar, sobre todo en contextos como el familiar o el escolar. Varios actores deberían implicarse en tal propósito y hacer un frente común consensuado (instituciones públicas, empresas de telefonía móvil, progenitores…).
En el plano jurídico, se hace necesario un modelo fiscal internacional que regule todo el entramado industrial, comercial y publicitario de las empresas impulsadas por la tecnología y el ámbito digital.
En plena Era virtual, la información circula por la aldea global. No obstante, se detecta una brecha digital, por ejemplo, en países que se rigen por regímenes totalitarios, en los que éstos ejercen un acérrimo control sobre los derechos y las libertades de sus ciudadanos, como es el caso de China, o los países subdesarrollados, carentes de las infraestructuras y de las necesidades más elementales (bienes) que dificultan el acceso a los servicios de telefonía o la conexión a Internet. Estos son algunos de los factores que han configurado un mapa tremendamente desigual en relación a la implantación de las TIC.
El experto digital Genís Roca advierte que “nos encontramos en medio de una tecnología disruptiva que está modificando la sociedad”. Para afrontar este problema, según Roca, “tendremos que aprender a gestionar grandes volúmenes de información, relacionarnos de forma multicanal, proteger nuestra privacidad, resolver nuevos problemas de adicción”.
Para Jordi Sánchez-Navarro y Daniel Aranda Juárez, profesores de estudios de Ciencias de la Información y la Comunicación de la UOC, las tecnologías digitales (comunicación interpersonal ilimitada, rápido acceso a la información, inmediatez, etc.) plantean algunos riesgos (el sexting, el grooming, el ciberbullying …). Para afrontar estos fenómenos surgidos a través del mundo virtual plantean dos retos: un mejor conocimiento de las características asociadas a estos fenómenos y sus consecuencias y el desarrollo de una prevención eficaz.
Otro aspecto de suma importancia a destacar es la salvaguarda de la privacidad de los usuarios virtuales. A través de la aplicación de las apps en nuestros móviles se ofrece un acceso casi completo a los datos e información de los terminales, que permiten grabar conversaciones o tomar fotos de forma remota. Desde su constitución, la UE contempla en su jurisprudencia la protección de datos. Sin embargo, hasta 2018 no se creó un Comité Europeo de Protección de Datos que garantiza la aplicación uniforme de las normas en sus Estados miembros.
La exposición contínua de la vida privada en las Redes Sociales, los anuncios de contenido sexual, la publicidad engañosa, las pseudonoticias… que se publican por Internet, precisan de una inmediata intervención de los órganos competentes para su restricción (Poderes públicos como los judiciales, las Uniones de Consumidores…) y de una toma de conciencia de la sociedad, para evitar vulnerar los derechos y la dignidad de los seres humanos.
El uso de las Redes Sociales ha crecido a un ritmo vertiginoso. Actualmente, unos 3.000 millones de personas en el mundo las utilizan, siendo Facebook, la que cuenta con un mayor número de internautas, seguida de Youtube y Whatsapp. Este último se nos presentó como un servicio de mensajería gratuito. Sin embargo, para su acceso es imprescindible que el usuario disponga de un dispositivo móvil, por lo que las industrias y compañías telefónicas ya tienen garantizada de antemano su consumo.
A nivel global, se ha desarrollado toda una mercadotecnia, incluso con la captación de adeptos entre las poblaciones con carestía de vida. Los internautas se convierten en compradores compulsivos porque entran en la vorágine de adquirir los modelos más novedosos del mercado. Sorprende ver cómo personas con un bajo nivel adquisitivo disponen de tecnología de última generación; un fenómeno de naturaleza sociocultural.
Con todo, la cultural digital se ha asentado y busca nuevos mercados. Así, en África, las industrias electrónicas, tal y como denuncia el escritor Vázquez Figueroa, compran el Coltan para fabricar los aparatos electrónicos, un negocio lucrativo a costa de la esclavitud y la pérdida de vidas humanas, fundamentalmente de menores.
Las excesivas horas de permanencia de conexión a la telefonía móvil está acarreando problemas importantes de salud, con una serie de patologías como la “nomofobia”. Preocupa la adicción al móvil en los menores de edad. Llama la atención las horas que niños y adolescentes, en una orquilla de 14 a 24 años, permanecen conectados a los celulares, las redes sociales o los videojuegos. Los expertos advierten de trastornos conductuales, psicológicos… como la hiperactividad con déficit de atención y concentración, bajo rendimiento académico, absentismo, ciberbullying, etc.; una realidad latente en los Centros de Enseñanza.
Sobre cómo afecta la tecnología en el desarrollo de los niños, la pedagoga Mariona Grané indica que “este es un camino en exploración, que especialmente se está analizando desde la pediatría, la neurología y la psicología”.
En el terreno laboral, se detecta un cambio en la relación empresa-cliente con una tendencia a la operatividad con las TIC, supliendo así la atención personalizada. Hecho patente en las entidades bancarias o los centros comerciales, con los cajeros y las cajas automáticas, respectivamente. Más significativa es la expansión de la robótica. Como ocurriera con la Revolución Industrial, las máquinas sustituyen a los trabajadores, con el consecuente aumento del número de desempleados.
En los últimos años, se ha incrementado el número de compradores virtuales. Las macroempresas Amazon y Aliexpress acaparan el mercado mundial generando una competencia insostenible para las PYMES. Además, en caso de reclamación, los compradores virtuales carecen de un organismo que les ampare.
Lo cierto es que la tecnología ha modificado los usos y las costumbres sociales. En la vida cotidiana, lo usual es contemplar cómo las personas utilizan el móvil, la tablet o el portátil, por doquier, (una cafetería, una consulta médica, en una vía pública…) para informarse, comunicarse o como un mero objeto de entretenimiento (videojuego, videoclip…). Como si se tratara de una hipnosis colectiva, contemplan las pantallas de tales aparatos, perdiendo la oportunidad de disfrutar de los sentidos como: mirar a los ojos o escuchar, de viva voz, las palabras de quienes nos rodean o acompañan, sentir una caricia u oler una fragancia. Situaciones propias de la inteligencia humana e irremplazables por la inteligencia artificial.
Fuentes consultadas:
Estados, gobiernos y pueblos soberanos
Canarias, 2018.
Los distintos sistemas de gobierno, que conviven en el contexto internacional actual, presentan antagonismos jurídicos y políticos, en la relación entre los Estados y sus ciudadanos. La diacronía entre unos países y otros atiende a razones de diferente índole.
Hay Estados que preservan unos sistemas de gobierno arraigados a una amplia tradición histórica. En otros, en cambio, éstos se erradicaron por procesos revolucionarios, como los acaecidos en el siglo XIX en Europa, con la abolición de las monarquías absolutas.
La Democracia continúa siendo el sistema político por antonomasia. No obstante, para la especialista en política, Inmaculada Szmolka Vida, hoy en día, la mayoría de los regímenes políticos del mundo no son ni claramente democráticos ni completamente autoritarios, sino que comparten elementos tanto de la democracia como del autoritarismo. Este régimen político recibe el controvertido término de híbrido.
Según el Diccionario Jurídico Mexicano, “el Estado constituye el conjunto de funciones jurídicas, crea derechos, aplica la Constitución y representa a sus habitantes”. Por tanto, corresponde a la ciudadanía, en quien reside la soberanía, exigir al Estado que sea garante de autoridad suprema del poder público.
La República es la forma de gobierno por la que se rigen la inmensa mayoría de naciones. La Monarquía, por su carácter hereditario, es un tipo de gobierno tradicional y atemporal. Pese a que casi una treintena de monarquías desaparecieron en el siglo XIX, hoy subsisten la parlamentaria, con gran presencia en Europa donde destaca la británica, por la filiación monárquica que mantienen algunos países de la Commonwealth, la semi-constitucional, como la de Jordania o Marruecos y la absolutista, con dominio mayormente en Asia: Omán, Arabia Saudí o Emiratos Árabes. La no separación de poderes entre la autoridad política y la religión, que caracteriza a la Teocracia, plantea que el Estado deba ser aconfesional. Los regímenes autoritarios y totalitarios anteponen el poder de sus líderes políticos al de sus gobernados.
Desde la Antigüedad, tanto Aristóteles como Platón, defendían una concepción política basada en el bien común. El primer pensador partía de esta premisa, para distinguir las formas de gobierno legítimas, que buscan el beneficio de la comunidad, de los malos gobiernos que persiguen el beneficio del gobernante. Un Estado bien gobernado -sostiene Aristóteles al igual que Platón- es el que busca y realiza la justicia y se gobierna por la ley.
Desde la perspectiva de la teoría clásica de la división y el equilibrio de los poderes diseñada por Montesquieu, señala el profesor e investigador Carlos Gómez Díaz-de León, y en las categorizaciones de los sistemas políticos modernos que reúnen las características de una democracia, los regímenes se clasifican, según la preponderancia en la relación entre los poderes en: régimen parlamentario o presidencial. Según el peso de condiciones históricas, culturales e instrumentales, estos dos tipos de sistemas son los que prevalecen en nuestros días.
En conclusión, al margen de los sistemas de gobierno, un Estado democrático debe de velar por: la no prevalencia entre los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo, judicial), los derechos y las igualdades de sus ciudadanos, el bienestar y la justicia social.
Fuentes consultadas:
La guerra, origen de la involución humana
Canarias, 2017.
Desde el surgimiento de las primeras civilizaciones hasta nuestros días, las guerras han sido una constante. Históricamente, los intentos diplomáticos por erradicarlas no han impedido su cese, causando una involución de la humanidad.
En los territorios de los conflictos bélicos, que se sitúan fundamentalmente en África, Oriente Próximo y Asia, se detecta un estancamiento en el proceso evolutivo, ya sea en el plano biológico, cultural, económico, social, político o religioso.
Las motivaciones de las guerras han variado de acuerdo con las fases históricas de la humanidad. No obstante, si bien éstas se materializan en un espacio y un tiempo específicos, los elementos estructurales que las originan se mantienen inalterables.
En los conflictos armados tanto internacionales -aquellos que se producen entre dos o más Estados- como los que enfrentan a fuerzas gubernamentales y grupos armados no oficiales intervienen distintos actores incapaces de dirimir sus disputas económicas, políticas o territoriales; principales causas de las guerras.
Razones de índole económico-políticas son: la conquista de territorios, bienes o personas ajenos, una práctica que se ha mantenido desde la Antigüedad hasta la etapa actual.
En la Edad Contemporánea, el imperialismo lleva implícito la guerra comercial, la expansión y defensa de los intereses de las compañías transnacionales con la implicación de algunos gobiernos.
La injusticia social ha desencadenado en el surgimiento de movimientos armados, como en el caso de América Latina.
Las causas religiosas han sido el sustento de destacados movimientos y guerras como las que tuvieron lugar en la Edad Media y Moderna, en Europa. En el tránsito del siglo XX al XXI, el fanatismo étnico-religioso lo encarnan los movimientos radicales islámicos, bajo el lema de la yidah (guerra santa).
Las guerras generan cuantiosas pérdidas humanas y materiales. Los elevados porcentajes de mortandad – millones de víctimas mayormente civiles – de heridos, de desplazados, la hambruna, las epidemias y enfermedades y, la devastación de territorios son algunas de sus consecuencias. Datos sobrecogedores que alertan de la transgresión generalizada de los derechos humanos, de injusticia social y de subdesarrollo.
El Tratado de Paz de Westfalia (1648), el reconocimiento de los derechos fundamentales del ser humano y de los pueblos promulgados en la Revolución Francesa (1789), la creación de la Sociedad de Naciones (1919) o de la Organización de Naciones Unidas (1945) ultimaron diversos conflictos bélicos. No obstante, el pleno cumplimiento del derecho internacional público debe apremiar en el mutante orden mundial actual.
Fuentes consultadas:
El drama humano de la migración hacia Europa
Canarias, 2015.
El vigente proceso migratorio en Europa occidental precisa de un análisis desde distintos ángulos: social, económico, político, jurídico… que lleva inherente cuestiones tales como: fronteras, integración, exclusión, tráfico de seres humanos, etc.
Desde una perspectiva social, debemos considerar el fenómeno migratorio como un asunto primordialmente humanitario.
En el siglo XXI, la oleada de conflictos en Oriente Próximo y la presión demográfica junto a la desigualdad económica en África han impulsado el flujo masivo de los migrantes hacia Europa. El número de “inmigrantes irregulares” que han cruzado las fronteras entre Macedonia y Serbia o han arribado a las costas italianas y griegas para salir por Hungría o Francia en su mayoría con destino a Alemania o Reino Unido, han alcanzado cifras históricas; el mayor drama humano de personas desplazadas desde la Segunda Guerra Mundial.
Desde enero hasta agosto de 2015, se estima que 350.000 migrantes han llegado a Europa, arribando en el Mediterráneo 237.000, de los que 2.030 han perdido la vida. Grecia e Italia se han convertido en los principales países receptores. Los inmigrantes proceden principalmente de: Siria, Libia, Afganistán, Pakistán, Iraq, Libia, Eritrea, Albania y África Subsahariana.
Los líderes europeos como la canciller alemana Ángela Merkel, el presidente francés Francois Hollande, el primer ministro de Reino Unido David Cameron y los presidentes italiano Sergio Mattarella y el español Mariano Rajoy han centrado su actuación política en materia migratoria en crear un sistema europeo unificado de derecho de asilo que restrinja los criterios de entrada.
Estos mandatarios no pueden obviar algunos de los acontecimientos de los que sus naciones fueron partícipes en siglos pasados. Precisamente, Europa, en el siglo XV, precedió la Exploración y Migración Colonial. Desde aquella época hasta el siglo XX, en el proceso de colonización han intervenido potencias como España, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Alemania… Un porcentaje importante de la población europea migró a las Américas, luego a Asia y África. También los flujos migratorios dentro del continente europeo han sido una constante a lo largo de la historia, como ocurrió, por ejemplo, durante la Guerra Civil Española o las dos Guerras Mundiales.
Europa ha demostrado una gran inoperatividad porque las políticas de control de fronteras y extranjería han fracasado y no han evitado las muertes ni el éxodo masivo de inmigrantes. Algunas de las medidas adoptadas por la UE no satisfacen a las asociaciones de inmigrantes, refugiados y derechos humanos. Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Migrant Offshore Ais Station, entre otras ONG, intervienen en las operaciones humanitarias.
En el plano jurídico, el Derecho internacional y europeo en materia de derechos humanos impone a los Estados miembros de la Unión Europea la obligación de garantizar tales derechos a todas las personas – inclusive los inmigrantes irregulares- en su jurisdicción. http://fra.europa.eu/sites/default/files/fra_uploads/1848-FRA-Factsheet_FRIM_ES_BAT.pdf
El asilo es un derecho fundamental y su concesión una obligación internacional, con arreglo a la Convención de Ginebra de 1951, sobre el Estatuto de los Refugiados.
Hasta el momento, Europa ha demostrado una gran incapacidad para acoger a los demandantes de asilo. El pasado mes de junio, los miembros de la UE rechazaron la propuesta del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, de fijar unas cuotas para la acogida de refugiados e inmigrantes.
En 1984, 26 países firmaron el acuerdo de Schengen: http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/extranjeria/acuerdo-de-schengen
En la política comunitaria, debería imperar la reubicación de personas con necesidad de protección internacional. El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR) se asegura de que los Estados estén al tanto de sus obligaciones para con los refugiados y solicitantes de asilo y acaten dichas obligaciones. La Organización Internacional para las Migraciones (OMI) es la principal organización intergubernamental en el ámbito de la migración.
Los estados miembros han dirigido sus esfuerzos financiero y económico a blindar sus fronteras, con la imposición de barreras físicas (vallas y alambres de púas en Ceuta, Melilla, Hungría y Francia, la construcción de un muro de 150 km. de longitud en Bulgaria; la utilización de gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad en Macedonia, 120 agentes para reforzar la seguridad en el Eurotúnel que une Francia con el Reino Unido) así como al control de sus fronteras marítimas y el rescate a las víctimas de los naufragios, a través de la Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros (Frontex), que ha coordinado la Operación Tritón, o la también Operación Mare Nostrum, impulsada por el gobierno italiano. No obstante, ha faltado cooperación intraestatal y apoyo logístico oficial.
Las imágenes emitidas por los medios de comunicación han agitado la conciencia de la sociedad civil europea y su reacción inmediata, con muestras de solidaridad para acoger a los refugiados de guerra, ante la falta de celeridad en la toma de decisiones de los Estados miembros; unas instituciones democráticas que deben velar por los derechos humanos y abanderar el Estado de Derecho.
Un maremágnum, fundamentalmente de sirios, se halla en Europa porque se han visto abocados a salir de su país de origen a causa de la guerra sufriendo las consecuencias que ésta conlleva: la desesperación, los peligrosos viajes, el tráfico humano de las mafias, la pérdida de su patrimonio o de sus seres queridos… con la única meta de alcanzar una vida digna; un derecho inalienable al ser humano y que a muchos se lo han truncado.
En el nuevo orden mundial de la globalización convendría que los Estados se plantearan arbitrar medidas internacionales conjuntas para resolver cuestiones tales como los conflictos bélicos, la deuda externa de los países subdesarrollados, el terrorismo y la defensa de los derechos humanos.
Las manos esclavas de la industria textil
Canarias, 2014.
En pleno siglo XXI observamos cómo la esclavitud sigue latente en determinadas zonas subdesarrolladas del globo. Países como China, Bangladesh, India, Taiwan, Camboya, Tailandia, Indonesia, Marruecos, Honduras, Bulgaria, Turquía y la isla americana de Saipan se han convertido en los paraísos mercantiles de numerosas compañías textiles y en el infierno de millones de trabajadores quienes sufren la explotación laboral en primera persona.
Desde finales de los noventa, varias Organizaciones No Gubernamentales (Centre for Research on Multinational Corporations, India Commitee of the Netherlands, Intermon Oxfam, Greenpeace o Setem) vienen denunciando las irregularidades laborales que cometen las grandes industrias textiles de las citadas zonas geográficas, abastecedoras de algunas de los compañías mundiales de la moda. Detrás de la confección de los millones de prendas de vestir, que se venden en los comercios que se distribuyen por todo el mundo, se oculta la realidad de millones de operarias/os que trabajan en unas condiciones inhumanas que rozan la esclavitud.
Hemos puesto nuestro punto de mira en Asia donde se concentra la mayor producción de la industria textil, con más de 15 millones de empleados -la mayoría mujeres- siendo China la primera potencia exportadora del mundo e importadora de España. También Bangladesh y la India se han convertido en los principales emporios para las multinacionales extranjeras. La política textil del Gobierno indio ha permitido la entrada de inversores extranjeros en el sector de la confección de prendas de vestir y vía libre para que los empresarios nacionales construyan grandes instalaciones industriales. En Bangladesh 5000 empresas de manufactura textil -más del 60% de la producción textil del mundo- dan trabajo a cuatro millones de personas, lo que genera casi el 80 % de sus exportaciones.
En los informes emitidos por varias ONG contra la explotación vinculada al comercio textil, se explican cuáles son las condiciones laborales de los trabajadores: contratos exclusivamente verbales -que son frecuentemente violados por las empresas- , privados de libertad y en condiciones insalubres, con jornadas de más de 72 horas a la semana por un salario inferior a un euro al día y prohibición expresa de afiliarse a un sindicato, entre otros.
Los empresarios indios y bangladesís no destinan grandes partidas presupuestarias al capítulo de recursos humanos ni tampoco a las infraestructuras o equipamiento de sus fábricas textiles. El estado precario de muchas de estas fábricas de confección y la falta de seguridad han derivado en un cúmulo de episódicos sucesos en los estados de Bangladesh, Tamil Nadu (India) y en las localidades de Thane o Mumbra, próximas a Bombay. Según datos de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Textil de Bangladesh, en los últimos años se han producido unos 600 muertos y 3000 heridos en accidentes ocurridos en fábricas de ropa de este país. Estas cifras representan los costes humanos de la producción textil masiva.
A raíz de estos acontecimientos, la ONG Setem promovió en 2013 un “Programa para la Mejora de la Seguridad en Bangladesh” que contó con el respaldo de 31 marcas textiles, entre las que se hallan: H&M, Inditex, C&A, PVH, Tchibo, Tesco, Marks & Spencer, Primark, El Corte Inglés, Hess Natur, jbc, Mango, Carrefour, KiK, Helly Hansen, G-Star, Aldi, New Look, Next, Mothercare, Loblaws, Sainsbury’s, Benetton, N Brown Group, Stockmann, WE Group, Esprit, Rewe, Lidl, Switcher y Abercrombie&Fitch. Ineke Zeldenrust, representante de la Campaña Ropa Limpia internacional, ha comentado: “El hecho de que muchas marcas hayan firmado este acuerdo de seguridad con vinculación legal y que da más poder a sindicatos y personas trabajadoras traerá un cambio histórico en la industria de Bangladesh”.
A esta iniciativa se sumó la “Campaña Salarios Dignos” con el objetivo de garantizar una mejora sostenible de las condiciones de trabajo en la industria de la confección de prendas en Bangladesh. “Este acuerdo pionero es un contrato vinculante entre 70 marcas y minoristas de prendas de vestir, sindicatos internacionales y locales, organizaciones no gubernamentales y la red Campaña Ropa Limpia”, informa Setem. Durante la Campaña se adoptaron medidas de presión hacia los agentes implicados: las marcas de ropa y las compañías, los gobiernos de los países productores del sector textil y, los gobiernos europeos.
No obstante, hoy por hoy, la lucha por la precariedad salarial sigue siendo el caballo de batalla de los trabajadores, los sindicatos y las ONG ante el gobierno bangladesí, las marcas y los minoristas.
Al margen de la responsabilidad empresarial y gubernamental, los medios de comunicación y los consumidores debemos de tomar conciencia de la realidad social de esta gran masa obrera, en pro de la no vulneración de sus derechos laborales.
Fuentes consultadas:
http://lacomunidad.elpais.com “India y su industria textil” (28-09-2010)
http://www.elconfidencial.com/ “Trabajo esclavo en la India: tres empresas españolas están incluidas en la lista negra” J. Luis Lobo (23-03-2013)
http://www.informador.com “Derrumbe de edificio de fábricas textiles causa 110 muertos en Bangladesh” (24-04-2013)
http://www.mujerhoy.com/ “¿Quién paga el precio de la moda barata? E. de los Ríos (18-05-2013)
http://www.setem.org/site/es/federacion/noticias-y-articulos/: “¡Lo logramos! Acuerdo histórico: 31 marcas firman el Programa para la Mejora de la Seguridad en Bangladesh” (16/5/2013) / “Marcas de ropa, sindicatos y ONG ponemos en marcha el plan para la mejora de seguridad en Bangladesh” (08/07/2013) / “La Campaña Ropa Limpia exige el fin de los salarios de miseria en el sector textil” (21/10/2013) / “Decepción por el nuevo salario mínimo de Bangladesh” 25/11/2013.
Repulsa humana
Siento repulsa por todo aquello que realmente se hace por el cauce de la imposición. La libertad y la justicia son principios primordiales del ser humano.
A más de uno, desde su posición en la cúspide, le interesa que la masa se mantenga en la ignorancia. Su dominio se extiende por doquier, captando súbditos que idolatren la única fórmula: la del poder. Este hecho se puede constatar en distintos ámbitos. Una mirada alrededor nos permite constatarlo.
Y mientras tanto, pasan los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años, las décadas, los siglos y los milenios. Sólo el tiempo y la historia se entrecruzan en el camino bajo la atenta mirada de los privilegiados, los dominadores frente al resto de los colonizados. Porque siempre hubo y habrá una raza superior, una ideología impositiva, un egoismo irracional, unos intereses de cualquier índole y, un largo etcétera de aspectos que forjan una lista infinita de conductas incoherentes. Y el ser humano sigue inconexo con el mundo que le ha tocado vivir y se enmascara ocultando la furia de su ser.
Un grito por la libertad y la igualdad nos trasladan a la época clásica en Grecia, a la Independencia Americana, a la Revolución Francesa… Otros acontecimientos contrarrestan ese espíritu solidario y de libertad: la época antigua del Imperio Egipcio bajo el dominio faraónico, las monarquías absolutas, en fin, las dictaduras de siempre. Y lo peor de todo, la clandestina imposición de una minoría sobre el resto dentro de las culturas democráticas.
Qué iluso el ser humano cuando se cree el ser más superior de la especie porque un mismo origen y un mismo fin engloban todo.
Análisis del 2012
Canarias, 2013.
El mundo gira en torno a la globalización y a las transformaciones geopolíticas. El balance del 2012 lo marca la fuerte recesión económica experimentada en todo el planeta y el cambio en la dirección de la política de algunos países líderes en los distintos continentes.
En los países árabes, el islamismo sigue imperando frente a otros planteamientos políticos e ideológicos. Las dictaduras de Túnez, Libia y Egipto han sido derrocadas para dar paso a procesos democráticos simplemente porque el pueblo ha decidido tomar el pulso de su soberanía. No obstante, en Siria la revolución civil fue desestimada por el Régimen de Bachar el Asad, desencadenando en una guerra. En el perenne conflicto Israel-Palestina se suceden reiterados episodios sin que los agentes diplomáticos lleguen a su resolución.
Otros Estados totalitarios persisten como el imperialismo chino, el bloque monolítico comunista de una nueva potencia económica que ha traspasado las fronteras de los mercados internacionales. En el marco europeo, me cuesta entender: cómo existan acuerdos entre países democráticos con el país asiático en el que sus ciudadanos tienen vetados los derechos más elementales, cómo empresas y multinacionales se han instalado allí contribuyendo a la esclavitud de la gran masa obrera con el consiguiente aumento del desempleo en occidente, por qué la libre circulación de personas y mercancías siendo un país no miembro de la Unión Europea, por qué los gobiernos no han aplicado las pertinentes medidas fiscales y sanitarias a la entrada de sus productos…
Desde la creación de la Unión Europea, la omnipotencia de algunos de sus Estados constituyentes llega hasta nuestros días. Francia y Alemania manejan las fichas del mapa europeo. Gran Bretaña se posiciona en tercer lugar. Europa se enfrenta a una de sus más graves crisis económicas que se intenta paliar con políticas de austeridad. La recesión afecta principalmente a los ciudadanos del Sur –griegos, españoles, italianos, portugueses- quienes sufren directamente cómo el estado del bienestar ha dado paso a un clímax de desigualdades sociales que puede llegar a asemejarse con la sufrida por los países hispanoamericanos y asiáticos, en los años noventa del siglo pasado, ya lo han advertido algunas Organizaciones No Gubernamentales.
En el continente americano, otros líderes como Chávez y Fidel Castro, agonizan con el consiguiente desmoronamiento de sus poderes vitalicios. Los gobiernos de Bolivia y Argentina, presididos por Evo Morales y Cristina Fernández exaltan el nacionalismo para reivindicar el control estatal de sus recursos naturales, con la expropiación de empresas internacionales. Hasta ahora, en los países menos desarrollados sus gobiernos habían mostrado una actitud beligerante con el control de las organizaciones internacionales, las multinacionales o las asociaciones comerciales allí establecidas.
Estados Unidos ha reelegido a Barack Obama como el icono en el que los americanos han depositado su confianza. Mucho dista el cariz marcado por la reelección de Putin, en Rusia.
África, ocupada y repartida desde el siglo XIX por las potencias imperialistas europeas en su proceso de expansión colonial, sigue estando en el punto de mira en las estrategias neocapitalistas de países líderes como EE.UU, numerosos estados de la UE, Japón y China. Pero además no está exenta de tensiones y choques. Las dictaduras, las guerrillas, los grupos extremistas y el asentamiento de algunas empresas multinacionales han contribuido a que su sociedad siga anquilosada. Por si fuera poco, gran parte del continente sufre una terrible sequía propiciada por el cambio climático con consecuencias devastadoras para la población que ha elevado su índice de mortandad a unas cifras abrumadoras e inmorales. Ante tanta indiferencia internacional, los cooperantes y misioneros contribuyen a paliar esta situación de subdesarrollo. Los africanos deben crear su propia revolución y para ello necesitan de personalidades como el premio nobel de la paz Nelson Mandela para, por ejemplo, consolidar sus sistemas democráticos o poder tomar las riendas de su economía, controlando los intercambios comerciales y sus propias actividades económicas.
En España las previsiones económicas no son nada halagüeñas para el 2013. El gobierno de Rajoy, haciendo alarde de su mayoría absoluta, ha dictaminado un número destacado de decretos leyes en un tiempo récord, que lejos de beneficiar al conjunto de los españoles favorecen a unas minorías. Los continuos casos de corrupción, tráfico de influencias, cohecho y prevaricación en distintas Instituciones públicas del Estado, han hecho que la clase política – a la que no parece concernir las políticas de austeridad que ellos mismos adoptan- haya perdido toda credibilidad ante la ciudadanía. La Sanidad y la Educación Públicas son bienes universales, reivindicados en sucesivas manifestaciones por toda la geografía nacional. Cualquier Gobierno debe entender que “la democracia más allá de la representación política y el respeto a la regla de la mayoría, implica la protección de los derechos y libertades de los individuos…así como de participar activamente en la deliberación colectiva”, sabia reflexión del Premio Nobel de Economía, Amartya Sen. La democrática de nuestro país ha llegado a un período de madurez que cuestiona el bipartidismo – PSOE y PP – que hasta ahora ha gobernado el país y demanda otras reglas para el sistema. La España del siglo XXI plantea un nuevo modelo de organización política estatal y pone en entredicho a instituciones como la Monarquía o el Senado; propone el Federalismo estatal frente a las autonomías; o simplemente, demanda que se dictamen leyes (electoral, hipotecaria, la evasión fiscal) para lograr una mayor equidad.
Canarias, la región ultraperiférica que durante décadas se ha beneficiado de tantos fondos estructurales y de cohesión procedentes de la Unión Europea y que siempre ha dependido del paternalismo del Estado – los pactos alternos de CC con el PSOE y el PP en Madrid- es, en la actualidad, una de las autonomías más debilitadas del Estado español. La opinión pública tiene la sensación de que al Gobierno de Canarias, presidido por Paulino Rivero, se le han agotado los argumentos de destacar el Turismo como la panacea para la solución a todos los problemas sociales y económicos de los canarios y que no está aplicando verdaderas políticas para reactivar la economía en otros sectores y el empleo. Así lo corroboran las estadísticas: el paro registrado en nuestra región, en diciembre de 2012, es de 284.915 personas, de las que según, EPA (Encuesta de Población Activa), el 70 % no tiene estudios. Pero lo más alarmante es que un porcentaje de esa cifra de parados puede estar en riesgo de pobreza.
Fuentes consultadas: Revista El País Semanal, INE, Temario de Geografía e Historia. M. A. Cerdán Pérez. Editorial CEP. .Madrid, 2006.