ENTREVISTA ESCRITA

MANUEL HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, DOCTOR EN HISTORIA

Fotógrafo: Natale Sandoli. Estas Fotos tienen Derechos de Autor. Prohibida la reproducción de estas fotografías por cualquier medio.

“Los canarios fueron fundamentales en la colonización americana”

 

Redacción: Dolores Hernández Díaz. Canarias, 2012.

Manuel V. Hernández González es experto en Historia de América, disciplina que imparte, desde 1987, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna. De Hernández González destaca sobremanera su ingente bibliografía: más de 50 publicaciones, entre las que figuran su memoria de licenciatura: «Clero regular y sociedad canaria en el Antiguo Régimen» y el libro «La Muerte en Canarias en el siglo XVIII», del que forma parte su tesis doctoral «Religiosidad popular en Tenerife en el siglo XVIII» y, cerca de una cuarentena de obras de viajes con estudios críticos. Por sus estudios sobre la historia de Canarias y América, le han concedido seis premios de Investigación Histórica.

Manuel V. Hernández González is an export in American History, a discipline that he has taught since 1987 in the Faculty of Geography and History in the University of La Laguna (ULL). Hernández Gonzalez´s enormous bibliography really stands out: more than 50 publications, among them his degree thesis, Regular Clergy and Canarian Society in the Old Regime and the book Death in the Canaries in the 18th Century, which forms a part of his doctoral thesis Popular Religiosity in Tenerife in the 18th Century, and close to 40 travel works with critical studies. For his studies on Canarian and American history he has been awarded six Historical Research prizes.

Texto traducido por: Christian Moore.

– Usted lleva vinculado a la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna desde el curso 1987-1988, como profesor de Historia de América. ¿Qué destacaría de su cuarto de siglo de actividad académica en la ULL?

“Entre otras cosas, los cambios tan grandes que han habido en las licenciaturas. Yo empecé dando clases en la carrera que yo me había formado que era en la licenciatura de Geografía e Historia y después hubo una reforma que se creó la licenciatura de Historia desde primero y ya más recientemente el grado. Yo he dado siempre clases en los cursos superiores de Historia de América en las distintas vertientes, Historia de América moderna, Historia social y económica de América Latina, América regional”.

– Hernández González es autor de más de 50 libros y un número importante de obras de viajes con estudios críticos. Además ha escrito un centenar de capítulos de libros y artículos en revistas especializadas. Estos datos son una prueba fehaciente de su primacía por la labor investigadora, más en consonancia con la universidad europea contemporánea.

“Aunque la Universidad combina las dos cosas: docencia e investigación, lógicamente la investigación siempre tiene que ser un factor más significativo porque es lo que se diferencia de otros grados por debajo”.

– Por sus estudios sobre la historia de Canarias-América le han concedido seis premios de Investigación Histórica: Alfonso Trujillo Rodríguez (1983 y 1984), J. A. Álvarez Rixo (1984), Canarias-América de la ULL (1994), Americanista 6 de septiembre del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (1997) y Antonio Rumeu de Armas (1998). ¿Para un autor tan prolífico como usted, qué representan estos galardones?

“Los primeros premios fueron mis inicios en la investigación histórica, la posibilidad de publicar libros en los años ochenta y, ya en los años noventa,  ha sido un espaldarazo a la labor investigadora”.

– Desde los años ochenta, Hernández González ha desarrollado su tarea investigadora en centros de Estados Unidos, Cuba, Venezuela y de la República Dominicana. También ha obtenido cuatro sexenios de investigación. Como profesor universitario, háganos una valoración de sus actividades en el exterior.

“Como soy especialista en Historia de América, he realizado la labor investigadora principalmente en la República Dominicana, Cuba y Venezuela. También estuve un año en la Universidad de Johns Hopkins como profesor invitado becario postdoctoral. Aparte de eso he dado cursos en distintas instituciones tanto norteamericanas como venezolanas, cubanas y dominicanas. Mi valoración es que son fundamentales para mi labor investigadora y docente porque te abren nuevas perspectivas en ambos campos y sin los cuales no podrías tener una idea exacta de la investigación histórica y de la docencia en el mundo latinoamericano”.

– ¿Cuáles son los principales logros del Centro de Documentación Canario-Americano, del que usted es coordinador?

“Aparte de una labor de difusión que se está desarrollando, tanto por medios digitales como de medios bibliotecarios, es una labor básicamente de rescate y digitalización de muchísimos materiales canario-americanos, desde documentación de archivos, a revistas, discos, fotografías, mapas… todo tipo de materiales que el objetivo fundamental es preservarlos y difundirlos al público tanto por las vías directas como por las vías digitales”.

– Las Jornadas de Historia de América realizadas en el Departamento de Historia de América y el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias han llegado a su XIX edición. ¿Este hecho es indicativo de que las Jornadas siempre han despertado gran interés en la sociedad canaria?

“Indiscutiblemente han tenido siempre un cierto impacto que varía también según las circunstancias. En general hay una acogida bastante buena que ha hecho que dentro del Instituto de Estudios Hispánicos sea la semana que más duración ha tenido a lo largo de los años, al fin y al cabo, ya son XIX ediciones y eso es muy raro en los tiempos que corren”.

Foto: Natale Sandoli
Hernández González ha sido coordinador del Centro de Documentación Canario-Americano.
Foto: Natale Sandoli
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– Hernández González es, además de vicepresidente del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEH), el autor de su historia. Una entidad que nació en 1953, con la finalidad de fomentar las culturas españolas e hispanoamericanas y que pese a “un ambiente de control ideológico y serias restricciones al asociacionismo independiente, sus promotores miembros de la élite social e intelectual de Puerto de la Cruz supieron aprovechar el cauce que desde el Régimen se les abría en esos momentos”. ¿En qué medida el IEH conserva el carácter primigenio para el que fue concebido?

“Nació en aquellos momentos relacionados con el Instituto de Cultura Hispánica gubernamental. Aunque ya la relación con él sigue existiendo pero como ha girado desde el Ministerio de Asuntos Exteriores una política con carácter de más de agencia, que de difusión de la cultura. Pues nosotros desde esa perspectiva se han centrado en las relaciones con becarios latinoamericanos que han dado conferencias, etc. Otro de los campos que se ha proyectado es la relación con Hispanoamérica. Y desde esa perspectiva pues  hay una serie de actividades que desde la Institución tienen ese marco: difundir las relaciones canario-americanas, entre ellos lógicamente la Semana de Historia de América. En otros momentos, se hicieron Literatura y Arte hispanoamericano pero la que ha quedado hasta nuestros días es la Semana de Historia de América. Eso es lo que ha quedado dentro de un panorama mucho más amplio de la difusión cultural”.

– La revista Historia Canaria publicó en 1985 su primer artículo “La propiedad del agua y la conflictividad social en La Orotava”. A partir de esa fecha, más de 30 revistas especializadas de nuestro país y del extranjero han divulgado sus artículos. Usted forma parte de los Consejos de redacción de la citada revista, de Trienio Ilustración y Liberalismo, del Anuario de Estudios Atlánticos, Historia de Canarias y de Tebeto y, además, es asesor de la del Pajar. ¿Cómo califica las revistas especializadas editadas en Canarias respecto a las foráneas?

“Hay tres revistas que son clásicas en Historia de Canarias: el Anuario de Estudios Atlánticos y la revista Historia de Canarias, que ya llevan más de cincuenta años de edición, entonces son revistas señeras en ese terreno. Actualmente han alcanzado especialmente el Anuario de Estudios Atlánticos los máximos niveles dentro de la investigación en España en cuanto a los resultados pues ha alcanzado un nivel de reputación bastante grande, en una línea de ser además de ser una revista Atlántica no solamente de proyección del mundo canario sino del mundo hacia América”.

– Usted ha realizado distintos estudios sobre la historia de La Orotava, lugar del que es oriundo. “Clero regular y sociedad canaria en el Antiguo Régimen: los conventos de La Orotava” fue su memoria de licenciatura y una de sus primeras publicaciones. En el texto se señala que los dos principales rasgos que definen a la sociedad canaria del Antiguo Régimen son su jerarquización y su religiosidad. Con respecto al primer aspecto, nos dice que “la evolución de las mentalidades en el seno de los grupos sociales dominantes significó un cambio en las concepciones de las élites insulares que fue puente de unión entre las concepciones escolásticas y nobiliarias del XVII y las liberales y burguesas del XIX”. ¿Podría explicarlo?

“Canarias es una sociedad que se forma prácticamente en el siglo XVI. En el siglo XVII, la élite quiere consolidarse y como tal quiere distinguirse en una sociedad en la cual la mentalidad nobiliaria es un valor fundamental. Entonces lógicamente utiliza la religiosidad como un medio para garantizar su preeminencia social. Cuando la sociedad entra en crisis, en el siglo XVIII, y ellos ya están consolidados pues lógicamente desde un punto de vista crítico que es la Ilustración que al fin y al cabo desde un punto de vista racionalista cuestionar un modelo que ellos mismos habían cimentado un siglo antes”.

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– Desde el punto de vista religioso, “en La Orotava, la fundación de los conventos supone el reconocimiento por parte de la élite social de la interrelación existente entre el ennoblecimiento y el Patronato monástico”, según sus palabras.  Sin embargo, matiza la disensión existente entre el clero regular y el secular. Llegado el siglo de las Luces, se produce una laicización de la élite. ¿Cómo se origina esa ruptura entre las órdenes monásticas y la nobleza?

“Hay varios factores que juegan. Hay un factor de carácter étnico. La crisis hace que todos los elevados costes que acumulaban para las élites, las cargas sobre la tierra de estas instituciones religiosas hace que comiencen a ser cuestionadas. Y por otra parte, el Racionalismo hace que consideren que tales inversiones sean un derroche que obstaculiza el desarrollo de la sociedad. Entonces, desde esa perspectiva origina un cambio en la mentalidad de la élite que gira hacia la Ilustración en cuanto que cuestiona la escolástica y la hegemonía del clero regular en la sociedad”.

– En aquel momento de la historia, “se produce una pugna ideológica entre escolásticos y jansenistas en el terreno artístico y se da una conjunción directa entre la mentalidad religiosa y la estética del creyente”. Nos dice que: “El catolicismo ilustrado que trata de desterrar los valores considerados superfluos teatrales en el culto y en la enseñanza de la religión no cala en el pueblo sencillo, que siguió fiel a una concepción de la fe en la que la devoción, la fiesta y la espontaneidad eran elementos consustanciales”. ¿No cree usted que esa dimensión popular y festiva puesta de manifiesto con las cofradías y las procesiones, y el culto a la imaginería se han mantenido inalterables hasta el siglo XXI?

“Inalterable no, se ha ido transformando lógicamente a los cambios sociales.  El impacto en el siglo XIX, de la creación de las órdenes religiosas, de las cofradías fue un factor indiscutible de crisis que llevó a un renacimiento conservador, ya con nuevas reformulaciones religiosas con la sociedad de la Restauración y que en buena medida llegó hasta el franquismo y que entra en crisis con una sociedad cada vez más laica. Entonces hace que esas vivencias religiosas sean cada vez más reducidas. La fiesta actual no tiene nada que ver con la fiesta del Antiguo Régimen, esta es una fiesta basada en el calendario agrícola, la actual está basada en períodos de trabajo y de descanso”.

– En 1987 leyó su tesis doctoral, titulada La religiosidad popular en Tenerife en el siglo XVIII, del que forma parte el libro La muerte en Canarias en el siglo XVIII, que en esencia, “es un estudio de historia de las mentalidades”. Define la sociedad canaria de ese siglo como “religiosa, evolucionada e histórica con una permanente intercesión de la divinidad en la vida de los hombres que fue siempre recriminada por la jerarquía eclesiástica”. En contraposición apunta “la sabia utilización  de la concepción religiosa popular por las autoridades como una de las claves de las que se sirven para apropiarse de los sentimientos populares auspiciando la identificación entre Religión y Monarquía”.

“Hay que distinguir entre lo que es una religiosidad sentida por las clases populares y lo que es la religiosidad de la élite. Pero eso nunca se da en un estado puro sino que se va transformando según la evolución social. Desde esa perspectiva, la religiosidad popular tiene su propia vivencia pero no cabe duda que en cierto sentido sirve para consolidar el poder establecido, lo cual no quiere decir que en determinados momentos no entre en contradicción especialmente cuando la política del Estado va por caminos diferentes como es por ejemplo el caso de la Ilustración, que evidentemente con su visión racionalista y rigorista entra en cuestión con el carácter festivo y de derroche que caracteriza la religiosidad popular”.

– En su libro sobre Mujer y vida cotidiana en Canarias en el siglo XVIII nos indica el papel desempeñado por las mujeres en la sociedad de la Edad Moderna “hay una supremacía de los vínculos matriarcales no sólo en lo meramente afectivo sino también en la propia dirección de las familias por la emigración del hombre”. Pero que, en el XIX se consolida un nuevo modelo familiar que “tiene como punto de partida la autocracia paterna que se enmarca dentro de la realidad socioeconómica y cultural del isleño”, llegando a la conclusión de que “el canario es sociológicamente patriarcal y emotivamente matriarcal”.

“En cierto sentido, la cultura dominante es una cultura patriarcal. Las leyes están básicamente para reforzar el poder del hombre incluso la política de la Ilustración exalta la autocracia paterna frente a lo que había sido la tradición popular para el consentimiento paterno en los matrimonios. Pero por otra parte, en la sociedad canaria, la mujer, especialmente la madre, ha jugado un papel fundamental que encima ha sido consolidado   por la emigración sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII que predominó una emigración de carácter masculino; eso hizo que el papel de la mujer no sólo fuera el cuidar a los hijos sino también el trabajo diario. El ejemplo más claro es la medianería que al reforzarse como el modelo económico de tenencia de la tierra dominante hizo que la mujer llevara, ante la ausencia del marido emigrante, el peso fundamental sobre todo en el mundo rural. También toda una serie de actividades económicas como las lonjas, el trabajo artesanal, etc. en el que su papel fue abrumadoramente mayoritario”.

– En La Orotava. Villa monumental usted analiza la geografía urbana de La Orotava que está estrechamente ligada a la posición socieconómica de sus habitantes. En su configuración distingue: la Villa de Abajo, en la que residían los grupos sociales dominantes y las comunidades religiosas, con mansiones e iglesias y la Villa de Arriba, en la que casas terreras populares y sencillas albergaban a los grupos sociales inferiores pero en las que se erigen ermitas, por el patronazgo de las familias nobiliarias. ¿En qué ha cambiado esta configuración urbana?

“Lo que es La Orotava como casco histórico sigue funcionando, otra cuestión es que la sociedad haya cambiado y que evidentemente las casonas de las élites el gran problema que hay hoy es que están vacías. Pero lo que es el casco histórico se mantenido esencialmente, caracterizado por un lado, por las casonas de la élite y los conventos en la parte baja, y las casas de la burguesía agraria y de las clases artesanales y campesinas, en la parte alta. Son dos casos históricos claramente delimitados desde el punto de vista social. Otra cosa es que la realidad urbana de La Orotava con el desarrollo de un urbanismo de extrarradio muy fuerte, a partir de los años sesenta, haya configurado nuevos barrios y sobre todo el gran salto fue en los ochenta”.

– Ambas villas poseen una unidad artística, “con la cultura barroca que pervive hasta finales del XIX, momento en que el Neoclasicismo arrasó buena parte del primitivismo que respiraba nuestra arquitectura autóctona y, en el XX un proceso similar con el Eclecticismo”. Aparte de su postura en defensa de la preservación del estilo artístico originario de estos bienes inmuebles, usted reivindica que los nueve molinos de agua que se conservan en La Orotava se conviertan en un bien cultural y en un atractivo turístico. 

“La única medida que se ha adoptado es su declaración de Bien de Interés Cultural pero en lo demás no se ha trabajado, digamos lo que es la conversión de algunos de ellos en sus actividades tradicionales no se ha trabajado. Siguen funcionando como tales dos como molinos eléctricos pero como un BIC no ha tenido un desarrollo en lo que es la faceta museística, didáctica y turística”.

-En materia artística, en Tenerife Patrimonio Histórico y Cultural  usted hace un recorrido histórico, artístico y cultural por cada uno de los municipios de la isla de Tenerife. ¿Cuál es su valoración del estado actual del conjunto patrimonial de la isla?

“Hay localidades que el desarrollo turístico y urbano destrozó mucho como el caso de Santa Cruz y del Puerto de la Cruz son dos ejemplos de destrucción de parte de su patrimonio artístico. En otros, aunque menor, también ha sido notable como por ejemplo el caso de La Laguna, en algunas calles ha habido un impacto. En los últimos años ha habido una política de cierta protección pero tampoco sin gran desarrollo económico. El gran problema que hay es que muchos de esos edificios o han sido asumidos por instituciones públicos o siguen en manos de particulares y el problema muchas veces es el sostenimiento de todos ellos y el dotarlos de medios para su conservación”.

La economía canaria históricamente ha estado totalmente volcada hacia el exterior

– En la década de los treinta del XIX, con el Régimen Liberal en España, se consolida un grupo de poder oligárquico integrado por los grupos sociales altos e intermedios que enarbolará la defensa del puerto franquismo como modelo económico para el Archipiélago. En esos momentos (1852), asistimos  “al hecho diferencial canario” y “la lucha por un Régimen administrativo propio que reconociese las peculiaridades de Canarias”. ¿Cómo evalúa esas transformaciones socieconómicas?

“Canarias, con el desarrollo del Régimen Liberal en España, se caracterizaba por un mercado cerrado que es el proteccionismo económico. Las élites canarias quisieron -dadas sus nulas relaciones económicas con la Península- seguir manteniendo un régimen diferencial, con el puerto franquismo. Pero este puerto franquismo no fue dado alegremente sino como compensación se le dio de forma considerable en las contribuciones de carácter rústico. Ello hizo que Canarias se cimentase sus exportaciones de carácter agrícola que dependían estrechamente del exterior. Evidentemente, cada crisis traía consigo una gran repercusión económica y una gran sangría migratoria. Un Ejemplo clásico de esta época es la cochinilla que con el hundimiento de los precios por el descubrimiento de las alininas químicas, de los tintes artificiales pues trajo consigo el hundimiento total del cultivo y una época de gran sangría migratoria a Cuba y Venezuela y la búsqueda de un modelo alternativo que tardaría hasta finales de siglo con el desarrollo del modelo plátanos, tomates, papas con destino fundamentalmente al mercado europeo. Con lo cual, podemos decir que la economía canaria históricamente ha estado totalmente volcada hacia el exterior,  particularmente con Inglaterra que entra en crisis a raíz del 36 con la formación en las islas de un Régimen autárquico que con ciertas diferenciaciones con respecto a la Península se mantiene hasta la declaración en 1973, del Régimen Económico y Fiscal de Canarias que trata de devolver en cierto sentido el extinto Régimen de Puerto Franco que se había paralizado con la Guerra Civil”.

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– Los cambios sociales y políticos experimentados a lo largo del XIX, en el valle de La Orotava, dieron lugar a una sociedad bipolarizada, fuertemente condicionada por la tenencia o no de los medios de producción. La burguesía comercial tratará de alcanzar la hegemonía política frente a la oligarquía agraria tradicional. Estos datos se recogen en su libro Revolución liberal y conflictos sociales en el valle de La Orotava (1808-1823). Pero citaremos otro párrafo de gran interés: “la oligarquía agraria posee la mayor parte del suelo agrícola y de la propiedad del agua de toda la isla y amplias extensiones de terrenos tanto en el resto de las islas como en la Península”. ¿En la actualidad, la tenencia de la tierra y la propiedad del agua en Canarias continúan estando en manos de las élites?

“Con el desarrollo del turismo y de los servicios a partir de los años sesenta que fue significativo particularmente en el valle de La Orotava el modelo basado en la tierra entra en crisis. La tierra desde el punto de vista rústico ya no es un valor fundamental y lo que se va a dar es un cambio significativo de las clases dirigentes de la sociedad con la aparición de grupos vinculados al capital exterior, por un lado, que controlan determinados sectores claves de la industria hotelera y por otra parte, una élite de orígenes diversos, algunos relacionados con la emigración como con capitales de América o que se han consolidado con el auge de la especulación inmobiliaria. Esa es la nueva clase dirigente. Mientras que la aristocracia tradicional ha entrado en decadencia. La propiedad del agua, como en Canarias desde la conquista está disociada la propiedad de la tierra de la propiedad del agua básicamente quienes lo controlan son grupos intermediarios que especulan con el agua porque ya no es sólo un valor vendible para el mundo agrícola sino también para el desarrollo urbano y hotelero. Esos grupos no proceden de la élite tradicional sino son originados básicamente a través de los canaleros”.

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– El modelo político por el que se regían las islas en el siglo XIX es un tema fundamental que capitaliza la vida política hasta la actualidad. Esta es una reseña de su estudio sobre Las elecciones municipales en el valle de La Orotava (1841-1899), del que, como en el anterior libro, es coautor Adolfo Arbelo. El grupo oligárquico ejerce en forma de clientelas políticas y en base al sufragio censitario y fundamentalmente en la centralización del poder de las altas instancias del Estado. Sin embargo, la burguesía agraria y comercial intentará el ejercicio del poder local. Las clases trabajadoras se mantendrán al margen del proceso político y optarán por la indiferencia, la sumisión al poder y el absentismo.

“El absentismo es mayor en unas zonas que en otras. A finales del siglo XIX la organización de grupos de carácter republicano vinculado a las clases medias (la burguesía) pudo integrar a la clase trabajadora que después ya se van a diferenciar  por dos grandes líneas políticas una mayoritaria en Santa Cruz y La Laguna, que es el anarquismo  y la vía de carácter  revolucionario  y por otra, el socialismo que tendrá su peso fundamental en el valle de La Orotava, no en vano El Puerto de la Cruz fue el primer ayuntamiento socialista de España.  La burguesía estaba dividida en partidos de carácter insularista repartirse las ventajas del puerto franquismo porque sólo algún sector de los republicanos optó por planteamientos de carácter autonomista, lo que fue por ejemplo en Gran Canaria el Partido Republicano Federal de Franchy Roca, algunos sectores del republicanismo tinerfeño pero fueron siempre minoritario. Las clases trabajadoras giraron más por una lado a posiciones de carácter frontal frente al sistema como es característico del anarquismo a través de la huelga revolucionaria o hacia un modelo de carácter republicano como los socialistas frente a la Restauración”.

  – En Santa Cruz de Tenerife, de lugar a Villa nos indica que el siglo XVIII es la época de expansión urbana y demográfica santacrucera, único lugar amurallado del Archipiélago, momento en que además logra la hegemonía comercial con el asentamiento de la burguesía. Con la instauración del Régimen Liberal, Santa Cruz obtendrá la capitalidad del Archipiélago de forma definitiva, el 30 de noviembre de 1833, hasta 1927. Pero lo que nos ha parecido de mayor interés es el cómo lo consigue: “A través de la alianza de las burguesías de Las Palmas y de Puerto de la Cruz”.

“ Eso fue una alianza en el segundo período del Trienio Liberal hubo una alianza entre las capas bajas de carácter burgués de Santa Cruz con el Puerto de la Cruz y de Icod por la capitalidad con Garachico  y según la alianza nunca escrita entre Graciliano Alfonso, orotavense y canónigo de la catedral y José Murphy que era el representante de la burguesía santacrucera se pactaba la capitalidad de la provincia de Canarias -Santa Cruz de Tenerife-  a cambio de la no división episcopal convirtiendo a Las Palmas de Gran Canaria en la única diócesis de Canarias”.

– Usted aborda uno de los episodios de la historia de Santa Cruz, el protagonizado por el motín de 1720, que le causó la muerte al intendente de Canarias, Juan Antonio Ceballos. ¿Cuál fue el germen de este suceso?

“En primer lugar fue la instalación de la Intendencia, un cuerpo cuyo objetivo era el control del contrabando. Santa Cruz de Tenerife vivía del contrabando, especialmente del contrabando de tabaco y al instalarse en pleno puerto de Santa Cruz una institución como ésta despertó los recelos de todos los que se beneficiaban del contrabando porque el objetivo de la Corona era controlar y acabar con ese modelo de cotrabando y de tráfico y de intermediación desde Canarias hacia países europeos. Entonces, Juan Antonio Cevallos despertó la ira de sectores relacionados con el mundo portuario y en particular con las clases bajas –estibadores-. Él tenía un esclavo que una mujer libre de Güímar se había enamorado de él y había una costumbre tradicional que si una persona libre tenía dinero para pagarle el coste de la esclavitud obtenía la libertad y se casaba. Sin embargo, él se dedicó sin ningún poder de carácter judicial le dio una serie de latigazos públicos a ambos y eso provocó en un ambiente de crispación como el existente, el motín de las clases bajas de Santa Cruz de Tenerife, muchos de ellos además de origen mulato, etcétera, que provocaron el asesinato de Cevallos y el miedo por parte de las clases dirigentes a que esa muerte43 supusiese la supresión del régimen de comercio con América de las islas, particularmente con Santa Cruz de Tenerife. Entonces eso llevó a que las élites actuaran rápidamente, el capitán general que vivía en La Laguna junto con las élites sociales cogieran a una serie de desgraciados, los mataran. Se podría decir que murieron más personas allí que en todo el siglo XVIII, sin contar ni tan siquiera con la Audiencia. Fue una reacción de la élite para decir que ellos no eran los culpables sino que era el populacho de Santa Cruz el que había acabado con este hombre. La solución que finalmente dio la Corona fue suprimir la Intendencia pero depositar todas sus funciones en el capitán general, el marqués de Valhermoso, que a partir de 1723 va a residir ya de forma permanente hasta nuestros días en Santa Cruz de Tenerife”.

– Para Manuel Hernández la Ilustración es el más importante de los movimientos socioculturales dentro de la historia del Archipiélago. Pero matiza que debemos hablar de diferentes ilustraciones y de hasta contrapuestas visiones de las reformas ilustradas, según los grupos que las protagonizan. La tertulia de Nava y las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País son ejemplos representativos de ello.

“El catolicismo ilustrado fue el movimiento hegemónico en las Islas en este momento pero claro obviamente tenía perspectivas diferentes según cuáles eran sus promotores, su origen social. Están, por una parte, las capas de la élite tradicional cuyos planteamientos eran básicamente transformar las estructuras económicas sin cambiar el orden social por medio de la filantropía. Estaban los planteamientos de las capas burguesas que querían adherir el Antiguo Régimen, con una transición hacia el Liberalismo y estaban también los sectores eclesiásticos en los cuales conviene diferenciar entre el clero secular que va a tratar de privilegiar la parroquia y el obispado frente al poder del clero regular, va a ser partidario de la desamortización eclesiástica pero de la continuidad del diezmo porque consideraba que los párrocos y los obispos van a ser funcionarios del Estado al servicio del interés estatal. El clero regular   que en un principio algunos sectores de ellos, particularmente los agustinos,  apoyaron las ideas ilustradas cuando éstas se van a erigir    básicamente con la política desamortizadora pues lógicamente se van a convertir en su gran mayoría en agentes contrarios al Liberalismo”.

Tradiciones de Tegueste y Las Tradiciones icodenses son ejemplos de su interés por la cultura popular del Archipiélago. Del patrimonio cultural de los teguesteros y de sus señas de identidad nos cita la librea, los barcos, las loas y la danza de las flores. De Icod de Los Vinos señala que uno de los rasgos más señeros de su idiosincracia es la pervivencia de sus tradiciones festivas. En términos generales, según usted, “las fiestas y las costumbres de los pueblos se transforman, adaptan o extinguen en función de los cambios socioculturales y económicos experimentados por la comarca en que se desarrollan”.

“La fiesta es una hija de la sociedad de su tiempo y los cambios sociales van lógicamente evolucionando las fiestas. Evidentemente, por ejemplo, el carnaval del siglo XVIII era un carnaval esencialmente popular en el cual la gente utilizaba la máscara como un elemento de extroversión social, por ejemplo las mujeres totalmente tapadas permitían la comunicación entre los dos sexos y decir cosas que no se atreven a decir en la vida diaria. En el siglo XVIII el Carnaval empezó a ser utilizado por la élite pero un carnaval diferenciado, restringido, en el cual sólo podían entrar individuos de las capas altas. Ya en el siglo XIX, el carnaval tuvo su evolución, ese carnaval de etiqueta que permite comunicarse a personas de la élite social, lo que pueden ser los casinos y las sociedades recreativas del siglo XIX. Mientras que va a seguir perviviendo un carnaval de carácter popular que se mantiene hasta los años sesenta incluso salvando las prohibiciones del franquismo. Con el desarrollo del sector turístico y el auge urbano del carnaval va a provocar un cambio cualitativo que se puede ver claramente a partir sobre todo de los años ochenta en el que el carnaval deja de ser un carnaval de la máscara para convertirse en un carnaval del disfraz y es más la exhibición pública que lo que son los rasgos característicos de extroversión del carnaval”.

– Uno de los ejemplos más representativos de la pervivencia de una fiesta religiosa es la del Corpus de La Laguna, que tuvo su germen en 1496. Pero de nuevo sería “la élite directora de la naciente sociedad la que impulsa la fiesta como la expresión más señera del nuevo orden político y religioso que se había erigido”.

“El corpus representa una fiesta que ya había surgido desde el siglo XIII pero que aquí viene con la conquista. Copia el modelo sevillano y lo que trata es de reproducir todo     el  entramado social porque en el Corpus participan desde el Cabildo, que financia la fiesta, a las cofradías, los gremios y también incluso elementos de la lucha entre el mal y el bien como pueden ser las figuras como la serpiente o bicha, los diablos que bailan que son generalmente de las clases populares como los mulatos. Entonces, es una fiesta que va todo el cuerpo social pero que entra en crisis con la llegada del Liberalismo y acaba con las cofradías, las órdenes religiosas, etc. y que sólo podrá ser revitalizada de forma paulatina por la clase dirigente que trata de devolver a través de nuevas formulaciones artísticas el antiguo arraigo. Pero que ya no tiene nada que ver con las formas tradicionales del Corpus sino que se formula a través de las alfombras”.

Estudios críticos

– Manuel Hernández ha realizado un número importante de estudios críticos. Entre éstos, Usos, costumbres y fiestas de Gran Canaria en el siglo XVIII, del autor Francisco Martínez de Fuentes. Lo interesante de este texto, nos dice, es que es inédito y señala el carácter pionero de esta encuesta, dentro de los estudios de reforma agronómica y de costumbres en la España del XVIII.

“Fue la primera encuesta en 1790 de usos y costumbres que hizo este cura garachiquense, que era profesor aquellos años del Seminario Conciliar de Las Palmas, en colaboración con una serie de párrocos de toda la isla. ¿Por qué es novedosa? Esto se puso de moda a finales del XIX cuando aparecen los cuestionarios    impulsados por el padre Antonio Machado que aquí tuvieron a Bethencourt Alfonso que fue su principal exponente. Sin embargo estamos hablando de un siglo antes. Martínez de Fuentes hace un cuestionario de usos y costumbres de carácter etnográfico por los pueblos de Gran Canaria sobré  qué comían, qué cultivaban, qué vestían, cómo enterraban a la gente, lo cual tiene un carácter absolutamente novedoso”.

Su interpretación de los planteamientos de Berthelot gira sobre los aspectos más ricos del mismo en sus Misceláneas canarias, “el análisis sincrónico de la sociedad insular que elabora a través de pinceladas geográficas”. Además hace especial mención del Liceo, abierto por los científicos franceses Sabino Berthelot y Pedro Aubert en La Orotava, en 1824, como una de las experiencias pedagógicas más interesantes de la historia canaria del siglo XIX.

Misceláneas canarias es uno de los tomos de esa magna obra que escribieron Philip W Sabino Berthelot de la historia natural de Canarias, es un tomo escrito por Berthelot dedicado a las costumbres insulares. Es un texto que desde una perspectiva liberal como era la de Berthelot de analizar las costumbres canarias. Desde Candelaria, a las fiestas de Güímar, la sociedad de La Orotava, Puerto de la Cruz… es un relato de costumbre de todas las islas aunque concentrado en su gran parte en Tenerife porque fue la isla donde en esa década de los años 20 y 30 vivió la mayor parte del tiempo Sabino Berthelot y donde en La Orotava donde estaba el famoso drago de Franchy montó junto con Pedro Aubert esa experiencia de colegio, no fue el primero porque con anterioridad había existido otro en el Trienio Liberal, el de Los Ángeles. El liceo como centro de un enseñanza es un colegio laico, que introduce todos los saberes prácticos como la agricultura, los idiomas, las matemáticas, la botánica,  y su profesorado fue muy cualificado “.

– En Alexander von Humboldt. Permanencia en Tenerife, glosa la trascendencia del breve viaje que efectuó a las Islas Canarias en 1799, Von Humboldt, el padre de la moderna ciencia geográfica. ¿Qué destacaría de la estancia de Humboldt?

“Humboldt fue dentro de su famoso periplo a las naciones      del Nuevo Mundo entre 1799 y 1804 y envuelto en una circunstancia de guerra que había aquí, la Guerra con Inglaterra, y eso condicionó también su estancia aquí. Él sólo estuvo una semana y le permitió básicamente ver el norte de Tenerife y ascender al Teide. Pero lo importante del libro de Humboldt no fue su experiencia aquí sino toda la recopilación de documentación y los contactos que hizo con distintos científicos para su conocimiento sobre la geografía insular. Por una parte, le permitió hacer el concepto geográfico de modificación del medio, la interacción entre el hombre y el medio ambiente a través de los distintos pisos vegetales que después va a reformular  más tarde en América. Por otra parte, la trascendencia del viaje que dedica un tomo que dedica a Canarias pues tuvo una gran repercusión posterior porque la fama que trajo consigo este texto llevó a muchos viajeros en particular alemanes a visitar las islas. El primero fue su amigo íntimo Leopoldo Von Buch quien junto al danés Smith va a visitar las islas Canarias y dio a luz su publicación física de las islas Canarias y después vinieron otros científicos”.

Historia Canarias-América

– Manuel Hernández señala el siglo XVII como el punto de partida de la emigración masiva específicamente canaria, pese a que cronológicamente el proceso de conquista y colonización de Canarias sea un fenómeno paralelo al de América desde la centuria anterior.

“Hasta mediados del XVII Canarias es un territorio de inmigración. Lo que pasa es que su posición estratégica en las rutas atlánticas hace que se convierta también en Canarias fue la única excepción al monopolio comercial de Indias, de Sevilla. Pero claro, Canarias crece de forma espectacular entre 1500 y 1650, pero a partir de entonces empieza una crisis. El hundimiento del sector vinícola, especialmente que se exportaba al mercado brasileño que es el vino vidueño determinó la crisis de las comarcas que vivían esencialmente de él y provocó una corriente migratoria en torno a 1670 de carácter familiar que coincide con la expansión económica del mundo del Caribe que la emigración indígena había desaparecido desde 1570 o están en un proceso de regresión como es en el caso venezolano. El auge económico de sectores, como el tabaco en el caso cubano, y del cacao, en el caso venezolano, van a cimentar una corriente migratoria de carácter familiar que existía ya desde la conquista pero que va a tener un carácter muy elevado y significativo a partir de la década de los setenta del siglo XVII”.

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– No obstante, tras la recopilación de numerosas fuentes documentales, usted llega a la conclusión de que: “Canarias participó en las empresas de conquista y colonización en un nivel superior al planteado por las fuentes tradicionales. Su principal argumento es que “el marco legal había favorecido el embarque de soldados, de pobladores e incluso de extranjeros que tenían restringida la emigración desde Sevilla (Siglo XVI)”. ¿Hasta qué punto, los canarios pasaron de ser un pueblo colonizado y prehistórico a convertirse en otro colonizador en la Edad Moderna? 

“Por el carácter de puente que tienen las islas. Canarias era atractiva primero porque estaba en un proceso de colonización con la conquista y con el desarrollo económico de las islas particularmente con la conquista de las tres islas realengas a finales del siglo XV comienza a traer una serie de emigración foránea a las islas. Aparte que permite a las islas participar en la trata esclavista. Al ser Canarias la única excepción al monopolio y ser mucho más fácil y menos complejo porque nunca hubo listas de pasajeros ni se exigió la limpieza de sangre para viajar a América eso trajo consigo que muchas personas que tenían dificultades para emigrar con carácter legal desde Sevilla pues venían a Canarias es el caso de muchísimos portugueses, judíos conversos, etc, que utilizaron la vía de las islas Canarias para emigrar hacia el Nuevo Mundo lo cual hace que justamente ese mito del Dorado pues también hubiera una parte de los canarios que eran todavía muchos de ellos vecinos de las islas y no nacidos en las islas pues utilizaran la ruta americana para los procesos de conquista. Algunos conquistadores eran mestizos sobre todo de guanche y español, negros y moriscos, era una sociedad mestiza. Hoy cuando se estudiado con el ADN mitocondrial en el caso femenino es muy elevada el aborigen se calcula un 82 %   porque la mayoría de las mujeres que vivían aquí eran aborígenes. Por una parte, porque los conquistadores vinieron con muy pocas mujeres, y por otra parte, porque muchos de los aborígenes masculinos por el propio exceso de conquista murieron. Eso explica justamente que muchísimos canarios tenemos por la vía femenina  como se ha demostrado, en estudios en Venezuela, en República Dominicana, en Puerto Rico, en Uruguay y claro nosotros no podemos diferenciarnos si fuéramos solamente mestizos  pero precisamente del ADN mitocondrial femenino genético aborigen como se ha demostrado por estudios genéticos la población aborigen canaria tiene un rasgo genético claramente diferenciado incluso de donde procedían de los bereberes”.

– La Corona, la Iglesia, las clases dominantes y la burguesía comercial canaria serían los principales impulsores de este proceso colonizador. Así usted nos comenta que la Real Cédula de 1678 fue el punto de partida de lo que se ha dado en llamar “El Tributo de Sangre”, la obligación de poblar los territorios deshabitados de América por parte de los canarios a cambio de mantener su comercio privilegiado: 50 familias por cada mil toneladas. La rentabilidad mercantil de las clases dominantes canarias se vería obstaculizada por la política mercantilista de la Corona que tratará de controlar su comercio a través de Compañías privilegiadas como La Guipuzcoana de Caracas.

“Canarias tuvo un momento de esplendor su comercio. Hasta 1610, Canarias tenía comercio directo con el mayor y más rico enclave con Veracruz y con Cartagena de Indias. Pero a partir de se le reservó el suelo a las islas antillanas, a Yucatán, a Campeche (México) y a Venezuela. A principios del siglo XVII eran territorios marginales pero a partir de 1670 cambia radicalmente porque muchos de esos territorios empiezan a jugar un papel importante en una economía básicamente de contrabando que permite exportar sus producciones locales a Europa. Pero hay una realidad, que el mundo del Caribe a mediados del siglo XVII está prácticamente vacío y se pone en riesgo el ser habitado por otras potencias como fue 1655 que intentando conquistar Santo Domingo y Puerto Rico terminó ocupando la primera Gran Antilla que cayó en manos de los ingleses que fue Jamaica. Igual pasó con la ocupación de parte occidental de la Española en manos francesas. Entonces la Corona española se dio cuenta de que si no poblaba sus territorios los perdía. Eso coincide con una primera crisis de la economía de Canarias motivada por la emancipación portuguesa. Ante la crisis, unas islas superpobladas se podrían convertir en un recurso para hacer valer su peso a la Corona para la continuidad  del régimen mercantil privilegiado que estaba siempre cuestionado por la élite sevillana que acusaba a Canarias de ser un centro de intermediación de los productos europeos a América. Las élites canarias trataron a través de las Cédulas de 1678 de decir que se mantenía su régimen privilegiado a cambio de llevar familias. Lo que pasa es que van a ir muchas más familias que por este sistema. Primero todas las familias que por su cuenta van a ir fundamentalmente a Cuba y a Venezuela y además la Corona española sobre todo a partir del siglo XVIII va a invertir dinero procedente del situado mexicano para colonizar todos los territorios marginales a los cuales no había suficientes alicientes para ir pero que estaban en grave riesgo de perderse como es el caso de Puerto Rico y de Santo Domingo”.

El componente familiar y el habla son dos de los rasgos diferenciales de la emigración canaria a América, con respecto al resto de los españoles

– De su análisis demográfico, los datos estadísticos aportados en sus libros corroboran cómo el proceso migratorio de los canarios al continente americano ha sido una constante desde el siglo XVII hasta el XX. Cuba y Venezuela se consolidan como sus principales países receptores. En la segunda mitad del XIX, se calcula entre 50 y 70.000 canarios el total de los canarios trasladados a Cuba. En la Venezuela del  XVIII, los canarios fueron la corriente migratoria esencial (un 80 por ciento) frente a los peninsulares y otros europeos. Entre 1874 y 1888, de los 20.877 inmigrantes registrados, 14.403 eran isleños. Estas cifras son indicativas del interés cuantitativo de los emigrantes canarios.

“Lo que demuestra, por un lado, es el carácter mayoritario de los canarios que sobre todo la emigración canaria a Cuba fue muy importante en el siglo XVIII y en el siglo XIX porque frente a lo que se cree comúnmente otros territorios europeos como por ejemplo los gallegos o los asturianos no emigran hasta 1880. Otro dato característico de la emigración canaria es la gran presencia de las mujeres. Si vemos los censos de esta época, el 80% de las mujeres españolas que emigran a Cuba son canarias. En el caso venezolano, no hay migración española peninsular hasta los años cincuenta del siglo XX, por lo tanto, los canarios se van a convertir en la emigración por antonomasia a Venezuela pese a las políticas de los gobiernos venezolanos de atraer emigraciones europeas realmente fracasan y son básicamente los canarios en una emigración de carácter familiar los que emigran en el siglo XIX”.

– En determinados períodos históricos, se producen flujos migratorios hacia Uruguay, Puerto Rico, Santo Domingo, Luisiana, Texas, la Costa de los Mosquitos, el Yucatán Mexicano y Argentina. ¿Cuáles son los rasgos más relevantes de la migración canaria hacia estos países?

“En algunos de estos países la emigración sólo es un momento determinado. En el caso de San Antonio de Texas, unas 50 personas es bastante anecdótico, fundaron San Antonio en 1731. En el caso de Luisiana fue una emigración llevada por Gálvez en 1778-1780, de aquí salieron unas 4000 personas pero solamente llegaron 2000 porque el resto se quedaron en el camino, en Venezuela y Cuba. Esa migración es de carácter familiar, que jugó un importante en la sociedad de esos países pero sólo en momentos puntuales. San Bernardo fue uno de los cuatro pueblos fundados por canarios en esos momentos que es donde más se mantuvo el folklore, el habla, etc. hasta nuestros días. Con Santo Domingo las relaciones fueron desde el siglo XVI pero fue a partir de 1680 cuando empiezan a llevarse familias canarias a fundar pueblos allí, una parte en la frontera donde van a desarrollarse un comercio con la parte francesa y en torno a la capital como fue el caso de San Carlos de Tenerife, que fue fundado en 1711 y la región de Santiago que los canarios van a jugar un papel importante. Puerto Plata y Montecristi donde los canarios fueron llevados y varios pueblos que están en Haití que fueron llevados básicamente con el situado mexicano, de las platas mexicanas, son los que todo este proceso de llevar a los canarios las tierras, de fundar los pueblos. La política de la Corona española en 1765  de regalar la República dominicana a Francia y llevó a una parte de los canarios a emigrar a Cuba, Venezuela y Puerto Rico. En el siglo XIX, fue una emigración básicamente en la época de la Anexión española pero eran canarios que procedían de Venezuela. En la época de Trujillo unos 300 canarios que se llevaron para dedicarse a la agricultura. La emigración a Argentina fue sobre todo grancanaria, siempre fue una colonia menor frente a la gallega o italiana. Puerto Rico fue muy importante. En el norte y el centro de Puerto Rico que es la región más montañosa muy ligada al cultivo del café y sigue siendo el más importante dio lugar a un poblamiento muy significativo de canarios y eso va a crear toda una serie de vinculaciones migratorias que incluso no sólo va a ser importante en el siglo XVIII sino que van a continuar en el siglo XIX. Algunas zonas de las islas particularmente de Tenerife como San Miguel con algunas zonas dando lugar a una cosa parecida a lo que pasa en Cuba, que el campesinado blanco cubano, el guajiro, el campesinado portorriqueño el jíbaro blanco. Uruguay, primero las élites canarias ampliar su comercio al Río de la Plata y para eso plantearion en 1728 la Corona española llevar familias canarias a cambio del comercio con Buenos Aires, eso permitió llevar en 1728, 25 familias y en 1729, otras 25 que permitieron fundar Montevideo. Pero la presencia de canarios a partir de 1729 la paralizaron. Pero a partir de 1811, un comerciante santacrucero arraigado en Lanzarote, Francisco Aguilar fleta un barco lleno de lanzaroteños y majoreros e inicia una corriente migratoria que fue muy anterior a la emigración masiva procedente de Lanzarote y Fuerteventura. Eso explica que determinadas regiones del país particularmente el sur, región esencialmente agrícola y ganadero, sea colonizado por canarios en su gran mayoría procedentes de Lanzarote y Fuerteventura. Un ejemplo claro es Canelones donde hay una emigración que continúa hasta hoy en día que tiene como exponente abrumador mayoritario el componente de las dos islas”.

Foto: Natale Sandoli
La emigración canaria a América es la principal línea investigadora de Manuel Hernández. 
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– En el proceso migratorio a América, las Canarias occidentales presentan una gran tradición histórica, a diferencia de las islas orientales, excepto en períodos puntuales. Como, por ejemplo, después de la Segunda Guerra Mundial, a Uruguay o los emigrados de Gran Canaria, de 1880 a 1929, a Venezuela. ¿Qué factores políticos y económicos propiciaron esa disparidad en cuanto al lugar de procedencia del emigrante?

“Depende de las épocas. No podemos generalizar. Ciertamente en la época colonial la emigración tinerfeña fue mucho mayor entre otras cosas porque Tenerife tenía mayor población que el resto del Archipiélago. La emigración grancanaria a finales del siglo XIX y principios del XX fue muy fuerte a Cuba. Venezuela siempre estuvo muy ligada a Tenerife. Después de la II Guerra Mundial la gran mayoría de los emigrantes a Venezuela más de un 70 % es de las Canarias occidentales, es mucho menor la emigración de las Canarias orientales, que emigraron a Argentina o los lanzaroteños o majoreros que fueron a Uruguay. Todo viene condicionado por factores internos y externos. Gran Canaria no tenía una economía tan dependiente del exterior con lo cual no influyen de una manera    en la crisis. No obstante, a finales del siglo XVIII hubo una gran expulsión migratoria particularmente a Venezuela y en menor medida a Cuba porque al estar menos vinculada a las migraciones participaron más en las llevadas por la Corona que las islas que tenían más   migratorias emigraban por su cuenta. Dentro de las islas de realengo, los tinerfeños son los que más conexiones y más vínculos migratorios tuvieron con América. En segundo lugar, será La Palma, centrada a la isla de Cuba hasta los años 50 a Venezuela, y en tercer lugar, Gran Canaria.”.

– Un rasgo diferenciador de la migración canaria de la peninsular es su componente familiar, desde el XVI hasta la primera mitad del XVIII en Cuba, Venezuela y Santo Domingo. En Venezuela, en la segunda mitad del XVIII y del XX, ésta se reduce porque se potencia la de los hombres, aunque en 1970 hay un predominio de mujeres. A mediados del XIX, emigra a Cuba un elevado número de mujeres. A finales del XIX y principios del XX, destaca de forma mayoritaria una inmigración individual con predominio de varones en edad productiva. A tenor de estos datos ¿a qué se debe esa composición de la población?

“Tiene que ver con circunstancias a uno y otro lado del Atlántico. A finales del siglo XVII había abundante tierra para roturar en el mundo de Los Llanos, San Carlos, en el mundo costero, los valles interiores de Aragua, de Caracas. Pero en la segunda mitad del XVIII se restringe. Ya no hay tanta posibilidad de tierras y se asientan cada vez más al interior. Entonces eso potencia una emigración de carácter masculino que podrá a la larga llevar a la familia, generalmente se traía un hijo. En esa época, predomina la emigración masculina hasta que a finales del siglo XVIII y principios del XIX el auge del café y del añil va a originar de nuevo una emigración familiar y sin retorno. Pero a principios del siglo XX, en Cuba, que después de la ocupación norteamericana inicia un despegue considerable de la economía azucarera, requería mucha mano de obra pues ya se había abolido la esclavitud y se necesitaban muchos jornaleros. En Canarias había un despeje económico, salvo los períodos de las guerras mundiales, la gente emigraba, sobre todo los varones, porque los salarios eran más altos y la cotización del peso era mucho más alto eso favoreció una emigración con un alto índice de retorno (un 70 %), un 30 % se va a quedar allí, se va a vincular a la caña de azúcar como colonos, en el tabaco en la región de Santo Espíritu. Una parte retorno y se dedica al sector servicios como el caso de los herreños en el Puerto de la Cruz, los tinerfeños y los palmeros explican la distribución de la propiedad de la tierra, por ejemplo, en La Guancha compran trozos de tierra, se divide mucho la propiedad, entonces esa emigración se acaba con el Crack del 29. Los años treinta es un período de emigración escasa, por ejemplo la colonia Mendoza. Y a partir de 1948, comienza una gran emigración, primero clandestina por razones políticas, primero a Venezuela y masiva a partir del 52. En esos años el componente masculino es fundamental. En los años sesenta, primero con el cierre de las fronteras, la política de reconstrucción familiar del Régimen democrático hizo que el 70 % de los emigrantes fuesen mujeres. En los años setenta, aunque hay crisis económica por el petróleo en 1973, sigue habiendo e migración a Venezuela hasta los años ochenta, que empieza el retorno”.

– Tanto en Cuba como en Venezuela, principales países receptores de la migración isleña, los canarios representan una identidad diferenciada frente al conjunto de los españoles. Usted sostiene que “la raíz de esa posición nace de su papel socioeconómico como campesino en el mundo rural que le llevó a poseer una visión de la política diferente a la de los peninsulares, vinculados a la burocracia y al tráfico mercantil con la metrópoli”. Canario es sinónimo en América de isleño, un conglomerado étnico distinto del español europeo. Incluso para José Martí “los canarios son un pueblo criollo ultramarino conquistado por los españoles”.

“Hay muchos rasgos que evidentemente los diferencian como siguen diferenciándolos en la actualidad. Primero, Canarias era un territorio conquistado por España y los canarios tenían una posición diferente en el mundo caribeño de los peninsulares porque eran personas vinculadas a la tierra que vivían básicamente de la agricultura. Por eso históricamente están vinculados al contrabando, por eso los conflictos de la famosa Rebelión de San Felipe Yaracuy  y de Juan San Francisco de León, en 1739 y en 1749 que son rebeliones contra los vascos, contra el monopolio español. Y en Cuba igual las Rebeliones de   contra el monopolio del tabaco. Hay una posición clara diferencial porque realmente no vivían del monopolio español. Esto explica su comportamiento diferencial en cada uno de estos territorios según también su origen y estatus social. Aparte hay una serie de rasgos diferenciales, primero hay un rasgo campesino, la presencia femenina que no existe en las otras emigraciones y obviamente el habla, un canario es un territorio criollo se forma su habla como un producto de un nuevo territorio e influye de tal forma lingüística en el mundo del Caribe que incluso algunos han dicho que el habla, el idioma caribeño es un subdialecto del canario, pero indiscutiblemente el impacto del habla canaria es tan clara que los caribeños tienen una serie de rasgos del habla que son traídos de las islas y que se diferencian del punto de partida, que es el andaluz occidental del cual procede el habla canario lo que diferencia el habla caribeña respecto al resto del habla hispanoamericana que es que la c, la s y la z son sordas y sin ninguna sonoridad”.

– Para Hernández González el proceso migratorio no es lineal ni uniforme sino que está estrechamente ligado a las coyunturas que se experimentan en ambos lados del Atlántico. Las corrientes migratorias sólo se reducen en los períodos bélicos y aumentan con intensidad cuando se divisa la paz. Con todo, ¿la crisis económica fue la principal causa de la emigración canaria a América?

“Como factor desde aquí sí. Aunque no necesariamente, como demostró la emigración del siglo XX, no fue la crisis económica lo que provocó la emigración. Siempre son los factores de los dos lados. En la emigración hay varios factores que tienen que ver. En primer lugar, están los factores de atracción, son los vínculos migratorios que explican que los tinerfeños emigren a Venezuela, que los palmeros emigren a Cuba, que los majoreros y conejeros emigren a Uruguay. Después juegan los factores en ambos lados del Atlántico. Obviamente, si en Venezuela están cerradas las fronteras no se emigra. A principios del siglo XX, se emigra a Cuba porque se encuentra en expansión económica.  Ha habido factores diferenciales, una cosa es que aquí pueda haber una economía en alza pero no haya oportunidades para todos y los salarios sean mejores en América, eso es un ejemplo claro a principios del siglo XX en Cuba y en los años veinte a Venezuela. En Canarias en los años sesenta hay una expansión económica, se inicia el turismo, hay un cierto desarrollo del sector agrícola, etc. Sin embargo, una parte de la población canaria ligada a los vínculos ve que las posibilidades económicas que tiene en Venezuela son mejor que aquí y eso explica las cadenas migratorias. Por ejemplo, ¿por qué los herreños históricamente se han basado siempre en el pequeño comercio? porque hay unos vínculos con Cuba, en Venezuela La difusión de los vínculos”.

– Manuel Hernández ha escrito acerca de la existencia de esclavitud en Canarias, concretamente en Adeje, hasta principios del siglo XIX. ¿Qué nos puede decir al respecto?

“En Canarias la esclavitud fue muy importante en el siglo XVI. Pero a partir de la crisis de la caña del azúcar desde finales del XVI hizo que la esclavitud azucarera se quedara reducida a zonas básicamente   es el caso de Adeje, en Tenerife y Tazacorte, en La Palma. Esto trajo consigo que el desarrollo del viñedo hacía inviable la rentabilidad de la esclavitud con el trabajo vinícola. Los esclavos se van a mantener en el sector  servicios como criados y en algunos oficios.  Se da la particularidad que en el siglo XVIII estos esclavos, -la esclavitud se transmite por la vía femenina y podían haber mujeres libres casadas con esclavos y a la inversa- entonces lógicamente de ahí salen mulatos, etc. Entonces de ahí salen maestros de cantería que fueron a Cuba. La esclavitud se mantiene de forma definitiva hasta principios del siglo XIX en Canarias pero era cada vez más residual y ha favorecido el mestizaje canario por eso es muy claro en aquella zona donde la esclavitud fue muy importante la presencia de rasgos negroides como puede ser en Adeje, Gran Canaria, en algunas zonas de La Gomera, etc. Los ingenios de azúcar fue el sector que atrajo y después la gente se quedó básicamente se dedicó a trabajar en el sector servicios como criados, era normal que la élite e incluso las monjas tenían criadas esclavas y también los oficios y de gente mulata por ejemplo, los zapateros, los carniceros,  toda una serie de oficios viles empleaban personas de color. Pero claro muchos de ellos terminarán convirtiéndose en libres “. 

La esclavitud se mantiene hasta principios del siglo XIX en Canarias pero era cada vez más residual y favoreció el mestizaje canario

Usted afirma que: “El Archipiélago canario fue una base para el inhumano tráfico y desde aquí se hicieron importaciones hacia el mercado americano”. En el libro La esclavitud blanca -del que es coautor Manuel De Paz- Francisco María de León afirma que: “Las Canarias sustituyeron a las costas de Guinea. Al llegar al puerto se procedía a la subasta de los lotes de trabajadores, como si de un mercado de esclavos se tratara”. Entre 1947 y 1949,  en Venezuela “los que arribaban sin documentación eran vendidos por las mafias que controlaban el negocio en una especie de subasta. Sorprende aún más saber que: “entre los interesados en contratar mano de obra barata y obediente se hallaban canarios”.

“Era un negocio para los comerciantes de aquí. Lógicamente era un negocio de los canarios allá. Lógicamente porque como ellos no tenían dinero para pagar el pasaje firmaban una contrata por la cual eran subastados allá y tenían que durante equis años    pagarse sus salarios tanto hombres, como mujeres y niños para ir pagando eso. Mientras que no los pagaran trabajaban. Aparte que las condiciones de trabajo y de salario eran bastante parecidas a las de la esclavitud”.

– Debemos hacer mención a las condiciones laborales del campesinado isleño. Tras la abolición de la esclavitud, en el siglo XIX, tanto en Cuba como en Venezuela, la fórmula habitual de nuestra migración fue la contrata. “El modelo de contrato es un fiel reflejo del liberalismo salvaje, aunque no deje de recordar en algunos aspectos, elementos coercitivos más propios del mercado esclavista que del libre”. ¿Cuáles eran las condiciones laborales de los trabajadores en estos momentos?

“El canario trabajaba de sol a sol. En Venezuela y en Cuba estaban muy acostumbrados a la esclavitud hasta que se abole en Cuba, en   y en Venezuela, en 1853. Entonces ellos querían sustitutos de los esclavos, en condiciones parecidas a los de la esclavitud. Entonces ellos estaban acostumbrados durante siglos a tener esclavos y las condiciones de trabajo eran bastante parecidas”.

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– Esa diferente posición social de los canarios en la sociedad les llevó a tomar posturas contradictorias ante la independencia americana y venezolana, en particular. Los canarios que pertenecían a la élite social caraqueña apoyaron abiertamente la causa independentista. ¿Y el resto de los canarios, cómo se posicionan?

“En los canarios pasó como con los venezolanos que estaban arraigados y lógicamente su actitud fue por su posición social como fue también para el resto de los venezolanos. En Venezuela hasta 1815 en que vienen los ejércitos profesionales de Morillo, es una guerra civil y es una guerra social. Entonces la guerra la hace la élite y las clases bajas se consideran discriminadas e hicieron las filas de la contrarrevolución. Y eso explica que fuera derrotada durante dos veces. Los canarios de las clases altas apoyaron la independencia y los canarios de las clases bajas se convirtieron en la contrarrevolución. Eso se mantuvo en Venezuela hasta Morillo quien al considerar a los llaneros que eran los  habían conquistado dos veces y acabado con la Primera y la Segunda República, consideraos de segunda categoría y discriminados, llevaron a muchos de ellos a pasarse al otro bando porque al mismo tiempo Bolívar se dio cuenta que no podía ganar la guerra haciendo un política apoyando siempre la oligarquía. Entonces trató por criterios étnicos les daban tierras y través del dirigente canario de los llaneros, José Antonio Paz, muchos a las clases bajas de los canarios y eso explica que se convirtieran también en la columna vertebral de la conquista de Perú, Bolivia y Ecuador”.

Estudios biográficos

– Entre sus estudios biográficos de personajes de procedencia canaria en la historia de la emancipación americana está Francisco de Miranda, a quien define como un personaje de relieve en la historia universal.

“Francisco de Miranda fue un personaje de relieve en la historia universal primero porque participó en la guerra de Independencia de los Estados Unidos. Después fue general de la Revolución Francesa en la que ganó dos batallas y después estuvo ambulando por toda Europa, incluida Rusia donde fue coronel. Después de que fue maltratado por los Gálvez decide apoyar la independencia de América en Inglaterra y en Francia. Intentó la invasión en 1806.  La élite caraqueña está  en contra de él y escapó. Pero después cuando se produce la independencia justamente su cuñado Luis López Méndez, Andrés Bello lo traen desde Londres y termina siendo generalísimo del ejército derrotado por el canario Domingo Monteverde que firma la capitulación. Termina preso y termina sus días, en Cádiz, la prisión de San Fernando”.

– También nos acerca a la biografía del canario Diego Correa, uno de los ideólogos del Liberalismo exaltado en Cuba cuya misión en los Estados Unidos era asesinar a Napoleón, participó en el movimiento contra la emancipación americana e intentó derrocar a Fernando VII.

“Este es un canario de origen humilde, mulato. Su padre fue uno de los mejores orfebres canarios nacido en el Sauzal, Antonio Correa Corvalán. Un personaje de vida novelesca, porque estuvo danzando por medio mundo, participó en la Guerra de Independencia española, fue a esa misión encargado por la regencia de Cádiz a través de Estados Unidos    los estrechos lazos que existían entre Napoleón y los republicanos norteamericanos. Estuvo allí durante varios años dedicándose a escribir contra algunos independentistas como José Álvarez de Toledo. Regresa a Cádiz donde publica una serie de artículos en periódicos contra  Fernando VII. Lo traiciona el embajador de Gibraltar, lo llevan preso y lo llevaron a las prisiones del norte de África. Por presiones británicas es liberado y allí publica un periódico liberal constitucionalista. Cuando España vuelve al liberalismo, regresa a Madrid, publica un períódico liberal El Conservador. Es nombrado intendente y  en Cuba se da cuenta que México se había independizado de España y se dedica a apoyar el liberalismo exaltado. Publica en muchísimos periódicos. Regresa, escribe contra Fernando VII, vuelve de nuevo a exiliarse a Inglaterra. Después regresa, participa en la Guerra Carlista y finalmente termina en Manila como intendente”.

– Usted aborda la trayectoria venezolana de Secundino Delgado, el propulsor del Nacionalismo canario, publica por primera vez la edición completa de El Guanche y toda su obra política ¿Qué influencia tuvo su ideología política en la colonia canaria de Venezuela y de Cuba?

“Secundino Delgado está ligado a dos cuestiones claves: su formación en Florida, donde trabaja como tabaquero y herrero, se relaciona con el anarcocomunista, colabora en un periódico anarquista que es  El Esclavo. Él considera que la liberación nacional es el primer paso y apoya la independencia de Cuba. Entonces ese ambiente le lleva a Venezuela donde hay una enorme colonia de canarios que eran en su gran mayoría prófugos porque no querían ser carne de cañón en la guerra de Cuba y emigran a Venezuela. Por entonces monta un periódico junto a otro canario emigrado a Venezuela, que fue el fundador del Diario de Avisos, Guerra Zerpa, Cuando él es expulsado de Venezuela por el general Crespo, se incorpora Brito Lorenzo que es administrador. Lo que trata básicamente es atraer a la emigración canaria sobre todo en apoyo a la guerra de Cuba. Las cosas cambian en 1898 cuando la guerra se convierte en una guerra también norteamericana y ellos dicen que prefieren ser españoles antes que norteamericanos y es cuando cambian su modelo político y va a apoyar un modelo autonomista. Viene a Canarias funda un período en La Laguna Vacaguaré y el Partido Popular”.

– Entre los canarios ilustrados que dejó su legado científico en tierras venezolanas está Juan Perdomo Bethencourt, el médico natural de Garachico que, en 1766, introdujo la inoculación de la viruela en Venezuela.

“Más de un 80 por ciento de los médicos en Venezuela fueron canarios o hijos de canarios  y fueron introductores de las nuevas ideas porque como era una carrera experimental abierta hacia las ideas ilustradas pues muchos de ellos jugaron un papel muy importante en la difusión del Racionalismo. Perdomo Bethencourt aparte de ser corregidor de La Victoria una localidad con una presencia canaria muy fuerte y expansiva en el siglo XVIII, fue un introductor de las ideas ilustradas influyendo incluso en Miranda y fue procesado por la Inquisición y desterrado de Venezuela por sus ideas. También muchos otros ilustrados canarios jugaron un papel importante como José Mª Vargas, aparte de ser el primer presidente de la República de Venezuela fue el primer rector de la Universidad que era médico, José Luis Cabrera fue diputado firmante del acta de independencia, Antonio Pineda Ayala que publicó el primer periódico dominicano cuando se exilió en Santo Domingo. Antonio Gómez que fue el secretario de Monteverde y muchos de ellos”.

En los últimos años, 15.000 canarios han retornado a Venezuela y 1.500 han emigrado a Cuba

– En su análisis sobre las actividades económicas, nos indica que los isleños siempre se adaptaron a las circunstancias socioeconómicas de cada país y época. El porcentaje mayor es la de una población rural dedicada a la agricultura y la ganadería. En Venezuela, la expansión mercantil les permitió emplearse como arrieros, pulperos, mercaderes o bodegueros o contrabandistas. En los oficios, había un número significativo de canarios que se empleaban como herreros, constructores de acequias, fabricantes de tejas, carpinteros o escultores. Háblenos de la diversificación económica.

“La diversificación tiene que ver con la sociedad. No es lo mismo la emigración de los años recientes a Venezuela donde hay una mucha gente del sector servicios, de la industria aunque también hay un peso del sector de la agricultura, particularmente de Tenerife y de La Palma. En la sociedad colonial siempre se decía que los artesanos es una cosa de mestizos también los canarios se dedicaban a los oficios como por ejemplo los fundidores que es típicamente de los canarios al igual que la construcción de acequias.  Después hay determinados oficios como el comercio al por menor que eran prácticamente de canarios como los mercaderes y los pulperos que eran los que se dedicaban a las ventas y después hay una minoría de hacendados comerciantes que fue muy importante en Venezuela”.

– Otro de los apartados que ha estudiado es el de los transportes empleados en el traslado de los emigrantes. Usted hace especial hincapié en “las condiciones infrahumanas que contaban con la anuencia y la promoción cómplice de las autoridades españolas. Situación que se persiste hasta el siglo XX. Pero también pone especial énfasis en “las trágicas consecuencias de las pésimas condiciones de travesía y explotación de los pasajeros, como la realizada por los hermanos Morales, en 1836”.  Expónganos su propio juicio de valor.

“El caso de los Morales es trágico porque metían muchísima gente en los barcos sin ninguna garantía sanitaria ni alimenticia y llegó a comerse incluso carne humana, esto fue de lo más trágico. Hay que tener en cuenta en el caso de Cuba después de que se abre el libre comercio en 1765 el comercio de Canarias dejó de ser rentable, se transformó y se convirtió, como dijo el marqués de Villanueva del Prado en su informe sobre la emigración canaria, en un comercio de personas. Entonces era lo más lucrativo que había en la emigración. Muchos canarios sin escrúpulos se dedicaron a sacar tajada de ello, hacinando los buques. Cosa que no tiene nada extraño porque en el siglo XIX también se hizo sistemáticamente. Cuando los gobiernos hispanoamericanos interesados en promover la emigración les dieron dinero a estos comerciantes pues muchos de ellos hicieron un gran negocio con este tema. Esto llega hasta los años cuarenta del siglo XX, mucha gente hizo negocio con créditos usurarios  porque había que pagar 5000 pesetas, no había dinero para ello y hay familias que hicieron mucho dinero con préstamos usuarios que ponían las fincas, las casas como créditos “.

– Por último, con la entrada del siglo XXI, ¿en qué punto se encuentran las relaciones entre Canarias y América?

“En los años ochenta, parecía que Canarias volvía a ser tierra de inmigración por la crisis venezolana. La población canaria cambió su mentalidad por primera vez después de cinco siglos viendo que su futuro estaba en las islas con el desarrollo del sector sector servicios y el boom turístico de los años ochenta y noventa. Pero la crisis ha vuelto de nuevo a replantear de nuevo la emigración y en los últimos años hemos conocido un cierto retorno a América sobre todo por los vínculos que existen allí. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en los últimos años, uno 15.000 canarios han retornado a Venezuela, personas que tienen algún vínculo allí y que aquí no tienen posibilidades. En el caso de Cuba, hay unos 1500 canarios que han emigrado en Cuba y que se dedican al sector turístico”.

 

Número de Asiento Registral: 00/ 2021 / 4682.
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