ENTREVISTA ESCRITA

JORGE FONTE, ESCRITOR, FOTÓGRAFO

Fotógrafo: José Alberto De León. Boutique de la Fotografía. Estas Fotos tienen Derechos de Autor. Prohibida la reproducción de estas fotografías por cualquier medio.

“Literatura, fotografía o cine son formas distintas de capturar la belleza de las cosas”

 

Redacción: Dolores Hernández Díaz. Canarias, 2021.

Jorge Fonte inició su carrera literaria en 1998. Durante dos décadas, su cinefilia le convirtió en el autor de una extensa obra ensayista. Sus ensayos cinematográficos abarcan una pentalogía sobre Walt Disney y las monografías de los cineastas estadounidenses: Woody Allen,  Steven Spielberg,  Rob Reiner, Ridley Scott, Robert Zemeckis, Russ Meyer, Oliver Stone y John Lasseter. Tras escribir algunos relatos cortos, en 2018, Jorge Fonte se decantó por la narrativa. A la primera novela de ficción: Una isla a la deriva le siguió otra, de carácter histórico-romántica: Llevadme a ver el mar (2021). Actualmente, se encuentra inmerso en la escritura de su tercera novela, que se desarrolla durante la Guerra Civil Española.

Jorge Fonte began his literary career in 1998. For two decades his love for cinematographic arts turned him into becoming the author of a great number of literary essays.  His extensive work includes a pentalogy about Walt Disney Movies and monographies Woody Allen, Stephen Spielburg, Rod Reiner, Ridley Scott, Robert Zemeckis, Russ Meyer, Oliver Stone and John Lasseter.

After writing some short stories, in 2018 Jorge continued writing fictional narratives. His first novel was “Una Isla a La Deriva” later on in 2021 he wrote a historical romantic novel “LLevadme a Ver el Mar.” Currently he is writing his third novel that takes place during the Spanish Civil War.

Texto traducido por London School.

 

 

– Su vinculación con el séptimo arte se remonta a los años noventa del siglo XX, cuando cursaba Filosofía, en la Universidad de La Laguna. Usted fue presidente del Aula de Cine de la ULL y cofundador de la revista cinematográfica Rosebud. ¿Cómo pasó de escribir artículos e impartir conferencias a convertirse en autor de una veintena de libros de cine?

“Woody Allen tuvo la culpa. Verás, en la revista estábamos trabajando en un número especial dedicado al “Cine dentro del Cine”, y a mí me encargaron que escribiera un artículo sobre la película de Allen La rosa púrpura de El Cairo. La extensión máxima del artículo no podría sobrepasar las siete páginas, pero para cuando me di cuenta ya llevaba más de quince y aún no lo había terminado. Así que solo tenía dos opciones: o lo recortaba, o dejaba que siguiera creciendo a ver hasta dónde me llevaba. Opté por la segunda. Y creo que acerté. Finalmente, el número de la revista nunca se llegó a publicar, y yo acabé un libro sobre Woody Allen (y su cine)”. 

– En 1998 se publica su primer ensayo cinematográfico: Woody Allen,cuyo contenido fue modificando hasta transformarlo en una nueva versión, en su sexta edición (2012). “Las referencias literarias en sus películas” fueron el punto de partida para profundizar en Woody Allen escritor y cineasta (2012). En 2015, usted nos presenta a Woody Allen, músico y cineasta  y, en 2017, a Woody Allen, el cine dentro del cine. ¿Cómo definiría al cineasta desde las distintas vertientes estudiadas?

“Woody Allen escritor, músico, cineasta es un hombre del Renacimiento”.

“Precisamente el hecho de que podamos afrontar la obra de Woody Allen desde distintos puntos de vista es lo que demuestra que es un autor muy versátil. Un cineasta cinéfilo, guionista, actor y director, un creador total al más puro estilo europeo. Quizás por eso, sus films sean tan personales, tan autobiográficos, tan suyos…“tan él”.  Escritor, músico, cineasta. Un hombre del Renacimiento”.

– Tras analizar la obra de Steven Spielberg, usted afirma que: “El cine de Steven Spielberg se rige por la concepción que el director tiene de la vida”, “su dominio del lenguaje cinematográfico lo convierte en un maestro de la técnica” y  de “su inconfundible sello de calidad en la producción”. ¿Steven Spielberg ha sido el creador de algunas de las obras maestras del cine?

“Algunos títulos de Steven Spielberg pueden ser considerados como grandes clásicos del cine”

“Sin duda. En su bagaje tiene algunos títulos que ya hoy en día pueden ser considerados como grandes clásicos del cine. Y no solo hablo de títulos tan conocidos y éxitos de taquilla como Tiburón (1975), E. T. (1982) o En busca del arca perdida (1981), sino que en su filmografía podemos encontrar auténticas obras maestras como Encuentros en la tercera fase (1977), El color púrpura (1985), La lista de Schindler (1993), Atrápame si puedes (2002) o Lincoln (2012). En la Historia del Cine, hay poco autores con un curriculum parecido”.

– Usted ha estudiado en profundidad la trayectoria cinematográfica de Rob Reiner, Ridley Scott, Robert Zemeckis y John Lasseter. ¿Qué han aportado, grosso modo, cada uno de estos cineastas al mundo del celuloide?

“Uff, eso es imposible de definir en pocos renglones. Cada uno de ellos es importante en su campo. Rob Reiner es un hombre fundamental para entender la comedia romántica de la década de los 90, con títulos tan emblemáticos como Cuenta conmigo (1986), La princesa prometida (1987) y, sobre todo, Cuando Harry encontró a Sally (1989). En España no existía un libro que abordara su obra, y yo creí que era necesario.

Nadie interpreta el cine histórico como Ridley Scott. Ahí están Los duelistas (1977), Gladiator (2000) o El reino de los cielos (2005). Y, a la vez, es el artífice de grandes títulos de la ciencia ficción, como Alien, el octavo pasajero (1979) y Blade Runner (1982). No es fácil dominar dos géneros tan distintos, con lenguajes tan diferentes, salir airoso de ambos y, además, después hacer esa auténtica maravilla que es Thelma y Louise (1991). 

Robert Zemeckis, por su parte, es el padre de Marty McFly en la trilogía de Regreso al futuro (1985, 1989 y 1990). ¿Hace falta decir más? Pues sí, después también dirigió a Tom Hanks en Forrest Gump (1994) y en Náufrago (2000). Y si esto te parece poco, es el firmante de una de las mejores películas del género fantástico-realista-ensoñador como es Contact (1997).

Por último, John Lasseter fue uno de los fundadores del estudio de animación Pixar. Eso significa que, después de Walt Disney, quizás sea uno de los cineastas más importantes de la historia de la animación. No creo que haga falta recordar aquí Toy Story (1995), Buscando a Nemo (2003) o Up (2009)”.

– Jorge Fonte es el autor de una pentalogía sobre Walt Disney. En Walt Disney. El universo animado de los largometrajes (1937-1967) y Walt Disney. El hombre, el mito compartió autoría con Olga Mataix. ¿Qué tipología abarca la filmografía del período estudiado? ¿Qué papel desempeñan los creativos en el imperio Walt Disney?

“Las películas de Walt Disney no solo forman parte de la Historia del Cine, sino de nuestras vidas”.

“El Universo animado de Disney va mucho más allá de las Princesas. De hecho, las películas basadas en cuentos de hadas son minoritarias en la amplia filmografía disneyana. Blancanieves, Cenicienta y La bella durmiente. Tres. Solo tres. Aunque en el imaginario colectivo se cree que son muchas más (entre 1937 y 1967, Walt Disney produjo diecinueve largometrajes de animación). Lo expongo aquí para que se hagan una idea de los prejuicios infundados que normalmente se hacen sobre este autor.

Paradójicamente, Walt Disney nunca destacó como animador. Él lo que fue es un gran contador de historias, un gran productor que supo rodearse de los mejores artistas del momento. Los mejores animadores, los mejores músicos, los mejores pintores de fondos… Y aunando el talento de todos ellos logró crear un grupo de películas que, nos guste o no, no solo forman parte de la Historia del Cine, sino incluso de nuestras vidas”.

– En su libro Walt Disney. El universo animado de los largometrajes (1970-2001), usted hace referencia a Walter Elías Disney: “Este gran empresario que no artista, ha logrado convertir un estudio de cine en uno de los más importantes e influyentes imperios de entretenimiento del mundo”. Pero usted también saca a relucir el control mundial del emporio Walt Disney.

“Cierto. No sería honesto por mi parte obviar las zonas oscuras de un personaje al que estoy analizando. Y Walt Disney no era ningún santo, claro. Fue un hombre normal, creo yo, un empresario algo duro y exigente, quizás, pero no más que muchos otros (como se ha querido exponer). Lo que logró lo hizo con mucho esfuerzo, trabajo y talento. Cometiendo errores y aciertos por el camino, claro. Pero fue mucho más humano, mucho más cercano a sus empleados de lo que la mayoría cree. Sin embargo, también fue duro con otros, y es cierto que denunció a varios de sus artistas ante el Comité de Actividades Antiamericanas durante la famosa Caza de Brujas del senador McCarthy. A la vez que repartía y regalaba acciones de su Compañía entre los empleados, o que los instaba a superarse a sí mismos proponiéndoles retos artísticos que los convertía en mejores cineastas (pero claro, esa parte de la historia no se cuenta, no se sabe)”.

– En 2004, The Walt Disney Company Iberia le contrató para escribir un libro sobre la historia del estudio Disney en España y Portugal. En 2021, The Walt Disney Company Spain & Portugal, S.L. únicamente cuenta con dos de los ocho canales de emisión, de los que disponía en ambos países: Disney Channel y Disney Junior. ¿Qué repercusión mediática ha tenido la filial norteamericana en España y Portugal, entre el público infantil y juvenil?

“Bueno, la Disney empezó en España con mucha fuerza, ya desde antes de la Guerra Civil, abriendo una oficina de representación para todo el mercado peninsular. Han pasado muchos años desde entonces, y la presencia de la Compañía en nuestro país ha ido, lógicamente, al compás de la propia historia del Estudio. Tras la muerte de Walt Disney en 1966, hubo un fuerte declive, pero en la década de los ochenta y noventa, respaldados por éxitos como La Sirenita o La Bella y la Bestia, el mercado se recuperó de forma exponencial. Después, es verdad que en estos últimos veinte años la cosa ya no ha sido lo mismo. Pero la Disney es como una montaña rusa, a una gran caída siempre le sigue un gran crecimiento. Ya verán”.

– Partiendo de la máxima de que “un escritor no tiene porqué encasillarse en un único estilo literario”, usted escribe, en 2018, su primera novela de ficción: Una isla a la deriva. Como la obra se desarrolla en El Hierro, usted realizó varios viajes específicos a la isla con el fin de “hacer el texto más creíble y verosímil”. ¿Adentrarse en la narrativa supuso para Jorge Fonte un nuevo reto literario?

“Sin duda. Después de casi veinte años escribiendo ensayos cinematográficos, el cambio, a nivel creativo y personal me era necesario. Había caído en la rutina, escribía los libros uno detrás de otro y todos me parecían iguales. ¡Tenía que cambiar! Hacer algo nuevo, algo distinto. Y la narrativa era el camino. Desde hacía ya algún tiempo tenía una idea en la cabeza sobre una historia de aventuras que se desarrollaría en El Hierro tras las erupciones volcánicas de La Restinga. Una especie de thriller muy dinámico y con mucha acción. Una novela de puro entretenimiento. Así que en cuanto tuve la estructura muy clara me senté a escribirla”.

– Su segunda novela Llevadme a ver el mar, dado su carácter histórico-romántica, está escrita “al modo del castellano antiguo” e incluye neologismos inventados por usted. Para recrearse en los personajes -el noble Jerónimo de Grimón y Rojas y la monja Úrsula de Soria y Rojas-, y en el ambiente de la época -la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, del siglo XVII- fue preciso la consulta de diversas fuentes documentales. ¿Cómo llevó a cabo la elaboración e investigación de la novela?

“La historia la conocía desde hacía muchos años. De hecho es muy popular en La Laguna, pero por algún motivo ningún escritor la había abordado en profundidad. Sí, existe una obra de teatro de Gustavo González de 1992 y, más recientemente, Lourdes Soriano y Benítez de Lugo lo aborda en su libro El callejón de las monjas, pero poco más. Un día, paseando por la Plaza del Adelantado en La Laguna, recordé la tremenda historia de amor entre Úrsula y Jerónimo y vi que ahí había una novela. Una novela que me estaba llamando para que yo la escribiera.

Lo primero que hice fue documentarme bien, y el punto de partida para ello fue un artículo que Tomás Tabares de Nava (siendo director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife) publicó en octubre de 1946 con el título Decapitación de un noble. Eso me llevó a rastrear en el Archivo Histórico Provincial (donde localizamos varios documentos originales relacionados con el caso, como la dote que el padre de Úrsula pagó cuando ella ingresó en el convento) y en distintas bibliotecas en busca de libros que me hablaran sobre cómo era La Laguna del siglo XVII. También consultamos en otros archivos como el Diocesano (buscando las partidas de nacimiento y defunción de los protagonistas), el Histórico Provincial de Las Palmas (intentando localizar las actas originales del juicio contra Jerónimo de Grimón) o el del Ayuntamiento de La Laguna (donde encontramos una denuncia por parte de un vecino de la ciudad rogando que retiraran de la Plaza del Adelantado la pica con la cabeza decapitada de Jerónimo)”.

– La mujer constituye el núcleo central de Natalia y otros relatos cortos sólo para adultos y Un día con Milena Velba y más relatos sólo para adultos. ¿Cómo se consigue hacer del erotismo literatura?

“Buena pregunta. Yo creo que tratando el tema con sensibilidad y respeto. Para hablar de sexo no hace falta ser ordinario ni utilizar palabras soeces. Yo intenté escribir una serie de relatos cortos con el erotismo como tema central, con un alto contenido sexual y llamando a las cosas por su nombre, pero sin que resultara ofensivo para nadie. Creo que son dos libros que pueden leer tanto aficionados al género como todo aquel al que le guste la literatura”.

–  Para Jorge Fonte, “Leer es bueno para el alma y constituye la sabia del escritor”. Además de Benito Pérez Galdós, de quien con tan solo 16 años leyó sus Episodios Nacionales, ¿qué autores han sido un referente, en el desarrollo de su carrera como escritor profesional?

“Efectivamente siempre he sido un gran lector, desde muy pequeño. Empecé con el Mortadelo, de ahí pasé a la colección de Los tres investigadores (publicadas por la editorial Molino), y de ahí a las novelas de Agatha Christie. A partir de entonces ya no hubo límites. Leo un poco de todo (de todo lo que sea bueno, claro), pero me gustan muchos los autores latinoamericanos, como García Márquez, Vargas Llosas o Juan Rulfo. Pero también le hinco el diente a los clásicos de toda la vida, como Dostoyevski, Dumas, Stevenson…, así como a grandes novelistas más contemporáneos como Faulkner, Auster, Cormac McCarthy o Stephen King. Y algunos canarios, claro, como Víctor Álamo de la Rosa o Santiago Gil”.

– El estilo literario de Jorge Fonte es…

“Todavía no tengo un estilo literario definido”

“La verdad es que no tengo un estilo literario definido. Todavía no. Para los ensayos cinematográficos busqué una forma directa y sencilla de contar las cosas, que fuera de fácil lectura, que fueran entretenido. Porque ese tipo de libro conllevaba un gran número de nombres, fechas y datos, y entendí que era necesario redactarlo con un lenguaje ligero. Pero no fue algo que decidiera desde un principio. Surgió así de forma natural.

Con respecto a las novelas… todavía me considero un escritor “novel” por lo que el estilo literario (si alguna vez alcanzo uno) se irá formando poco a poco. Por ahora, las dos que se han publicado son muy diferentes entre sí. Una isla a la deriva era una novela de aventuras, por lo que requería de un estilo muy ágil y dinámico al más puro estilo Clive Cussier. Mientras que, por su parte, Llevadme a ver el mar, es una novela histórica-romántica, por lo que mantiene un estilo más clásico. Quise que el lenguaje a utilizar fuera parecido al que se usaba en la época donde se desarrollaba la historia. El carácter romántico de la historia también me permitió darle un tono de prosa poética al texto.

Jorge Fonte acude al TEA para la consulta de fuentes documentales, previo a la escritura de sus libros. Fotógrafo: José Alberto De León. Boutique de la Fotografía. Estas Fotos tienen Derechos de Autor. Prohibida la reproducción de esta fotografía por cualquier medio.

Así pues, por ahora, el estilo literario de Jorge Fonte varía según el tema de la novela que esté abordando. En mi tercera novela me sumerjo en los primeros años de la Guerra Civil Española, así que, de nuevo el estilo literario cambia radicalmente. Creo que eso hace que mis libros sean mucho más entretenidos. Y sorprendentes”.

– Otra de sus facetas es la de fotógrafo. Tras formarse en la Escuela de Artes y Oficios Fernando Estévez, usted ha participado en varias muestras fotográficas. ¿Cuál es su concepción de la fotografía?

“La fotografía, para mí, ha sido otra forma de expresión. Igual de fuerte, directa y eficaz que la palabra. Aunque la primera exposición individual que hice fue paisajística –El Hierro: una Isla de Piedra– realmente me especialicé en los retratos. Trataba de contar historias a través de los rostros de las personas. Pero, a fin de cuentas, todo está relacionado entre sí: literatura, fotografía o cine, no son más que formas distintas de capturar la belleza de las cosas y mostrárselas al público usando un lenguaje propio”.

Número de Asiento Registral: 00/ 2021/ 4682.

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