Canarias, 2019.
La inteligencia humana frente a la
inteligencia artificial
En un período relativamente reciente, los avances tecnológicos han experimentado cambios substanciales, fenómeno clasificado como Cuarta Revolución; incidiendo sobremanera en los distintos ámbitos de la vida.
Por un lado, la evolución tecnológica ha supuesto un salto cualitativo y cuantitativo importante en el campo científico, de la Investigación, de la Tecnología de la Información y la Comunicación, entre otros. Por otro, desde la puesta en marcha de Internet se ha generado toda una cultura digital, especialmente entre las generaciones nacidas desde 1980, momento en el que salió al mercado el primer teléfono móvil, el medio de comunicación analógico más utilizado.
Sin menoscabar la utilidad de la inteligencia artificial, partimos de la máxima de que ésta no debe ganarle el pulso a la inteligencia humana. Una adecuada implementación de las tecnologías resulta arduamente difícil aplicar, sobre todo en contextos como el familiar o el escolar. Varios actores deberían implicarse en tal propósito y hacer un frente común consensuado (instituciones públicas, empresas de telefonía móvil, progenitores…).
En el plano jurídico, se hace necesario un modelo fiscal internacional que regule todo el entramado industrial, comercial y publicitario de las empresas impulsadas por la tecnología y el ámbito digital.
En plena Era virtual, la información circula por la aldea global. No obstante, se detecta una brecha digital, por ejemplo, en países que se rigen por regímenes totalitarios, en los que éstos ejercen un acérrimo control sobre los derechos y las libertades de sus ciudadanos, como es el caso de China, o los países subdesarrollados, carentes de las infraestructuras y de las necesidades más elementales (bienes) que dificultan el acceso a los servicios de telefonía o la conexión a Internet. Estos son algunos de los factores que han configurado un mapa tremendamente desigual en relación a la implantación de las TIC.
El experto digital Genís Roca advierte que “nos encontramos en medio de una tecnología disruptiva que está modificando la sociedad”. Para afrontar este problema, según Roca, “tendremos que aprender a gestionar grandes volúmenes de información, relacionarnos de forma multicanal, proteger nuestra privacidad, resolver nuevos problemas de adicción”.
Para Jordi Sánchez-Navarro y Daniel Aranda Juárez, profesores de estudios de Ciencias de la Información y la Comunicación de la UOC, las tecnologías digitales (comunicación interpersonal ilimitada, rápido acceso a la información, inmediatez, etc.) plantean algunos riesgos (el sexting, el grooming, el ciberbullying …). Para afrontar estos fenómenos surgidos a través del mundo virtual plantean dos retos: un mejor conocimiento de las características asociadas a estos fenómenos y sus consecuencias y el desarrollo de una prevención eficaz.
Otro aspecto de suma importancia a destacar es la salvaguarda de la privacidad de los usuarios virtuales. A través de la aplicación de las apps en nuestros móviles se ofrece un acceso casi completo a los datos e información de los terminales, que permiten grabar conversaciones o tomar fotos de forma remota. Desde su constitución, la UE contempla en su jurisprudencia la protección de datos. Sin embargo, hasta 2018 no se creó un Comité Europeo de Protección de Datos que garantiza la aplicación uniforme de las normas en sus Estados miembros.
La exposición contínua de la vida privada en las Redes Sociales, los anuncios de contenido sexual, la publicidad engañosa, las pseudonoticias… que se publican por Internet, precisan de una inmediata intervención de los órganos competentes para su restricción (Poderes públicos como los judiciales, las Uniones de Consumidores…) y de una toma de conciencia de la sociedad, para evitar vulnerar los derechos y la dignidad de los seres humanos.
El uso de las Redes Sociales ha crecido a un ritmo vertiginoso. Actualmente, unos 3.000 millones de personas en el mundo las utilizan, siendo Facebook, la que cuenta con un mayor número de internautas, seguida de Youtube y Whatsapp. Este último se nos presentó como un servicio de mensajería gratuito. Sin embargo, para su acceso es imprescindible que el usuario disponga de un dispositivo móvil, por lo que las industrias y compañías telefónicas ya tienen garantizada de antemano su consumo.
A nivel global, se ha desarrollado toda una mercadotecnia, incluso con la captación de adeptos entre las poblaciones con carestía de vida. Los internautas se convierten en compradores compulsivos porque entran en la vorágine de adquirir los modelos más novedosos del mercado. Sorprende ver cómo personas con un bajo nivel adquisitivo disponen de tecnología de última generación; un fenómeno de naturaleza sociocultural.
Con todo, la cultural digital se ha asentado y busca nuevos mercados. Así, en África, las industrias electrónicas, tal y como denuncia el escritor Vázquez Figueroa, compran el Coltan para fabricar los aparatos electrónicos, un negocio lucrativo a costa de la esclavitud y la pérdida de vidas humanas, fundamentalmente de menores.
Las excesivas horas de permanencia de conexión a la telefonía móvil está acarreando problemas importantes de salud, con una serie de patologías como la “nomofobia”. Preocupa la adicción al móvil en los menores de edad. Llama la atención las horas que niños y adolescentes, en una orquilla de 14 a 24 años, permanecen conectados a los celulares, las redes sociales o los videojuegos. Los expertos advierten de trastornos conductuales, psicológicos… como la hiperactividad con déficit de atención y concentración, bajo rendimiento académico, absentismo, ciberbullying, etc.; una realidad latente en los Centros de Enseñanza.
Sobre cómo afecta la tecnología en el desarrollo de los niños, la pedagoga Mariona Grané indica que “este es un camino en exploración, que especialmente se está analizando desde la pediatría, la neurología y la psicología”.
En el terreno laboral, se detecta un cambio en la relación empresa-cliente con una tendencia a la operatividad con las TIC, supliendo así la atención personalizada. Hecho patente en las entidades bancarias o los centros comerciales, con los cajeros y las cajas automáticas, respectivamente. Más significativa es la expansión de la robótica. Como ocurriera con la Revolución Industrial, las máquinas sustituyen a los trabajadores, con el consecuente aumento del número de desempleados.
En los últimos años, se ha incrementado el número de compradores virtuales. Las macroempresas Amazon y Aliexpress acaparan el mercado mundial generando una competencia insostenible para las PYMES. Además, en caso de reclamación, los compradores virtuales carecen de un organismo que les ampare.
Lo cierto es que la tecnología ha modificado los usos y las costumbres sociales. En la vida cotidiana, lo usual es contemplar cómo las personas utilizan el móvil, la tablet o el portátil, por doquier, (una cafetería, una consulta médica, en una vía pública…) para informarse, comunicarse o como un mero objeto de entretenimiento (videojuego, videoclip…). Como si se tratara de una hipnosis colectiva, contemplan las pantallas de tales aparatos, perdiendo la oportunidad de disfrutar de los sentidos como: mirar a los ojos o escuchar, de viva voz, las palabras de quienes nos rodean o acompañan, sentir una caricia u oler una fragancia. Situaciones propias de la inteligencia humana e irremplazables por la inteligencia artificial.
Fuentes consultadas:
.https://www.psicoadapta.es/blog/adiccion-al-movil-nomofobia/
.https://neoattack.com/redes-sociales/
.https://www.rastrearcelularonline.com/la-inteligencia-artifical-en-los-celulares/
Número de Asiento Registral: 00/ 2021 / 4682.
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