Canarias, 2014.
Las manos esclavas de la industria textil
En pleno siglo XXI observamos cómo la esclavitud sigue latente en determinadas zonas subdesarrolladas del globo. Países como China, Bangladesh, India, Taiwan, Camboya, Tailandia, Indonesia, Marruecos, Honduras, Bulgaria, Turquía y la isla americana de Saipan se han convertido en los paraísos mercantiles de numerosas compañías textiles y en el infierno de millones de trabajadores quienes sufren la explotación laboral en primera persona.
Desde finales de los noventa, varias Organizaciones No Gubernamentales (Centre for Research on Multinational Corporations, India Commitee of the Netherlands, Intermon Oxfam, Greenpeace o Setem) vienen denunciando las irregularidades laborales que cometen las grandes industrias textiles de las citadas zonas geográficas, abastecedoras de algunas de los compañías mundiales de la moda. Detrás de la confección de los millones de prendas de vestir, que se venden en los comercios que se distribuyen por todo el mundo, se oculta la realidad de millones de operarias/os que trabajan en unas condiciones inhumanas que rozan la esclavitud.
Hemos puesto nuestro punto de mira en Asia donde se concentra la mayor producción de la industria textil, con más de 15 millones de empleados -la mayoría mujeres- siendo China la primera potencia exportadora del mundo e importadora de España. También Bangladesh y la India se han convertido en los principales emporios para las multinacionales extranjeras. La política textil del Gobierno indio ha permitido la entrada de inversores extranjeros en el sector de la confección de prendas de vestir y vía libre para que los empresarios nacionales construyan grandes instalaciones industriales. En Bangladesh 5000 empresas de manufactura textil -más del 60% de la producción textil del mundo- dan trabajo a cuatro millones de personas, lo que genera casi el 80 % de sus exportaciones.
En los informes emitidos por varias ONG contra la explotación vinculada al comercio textil, se explican cuáles son las condiciones laborales de los trabajadores: contratos exclusivamente verbales -que son frecuentemente violados por las empresas- , privados de libertad y en condiciones insalubres, con jornadas de más de 72 horas a la semana por un salario inferior a un euro al día y prohibición expresa de afiliarse a un sindicato, entre otros.
Los empresarios indios y bangladesís no destinan grandes partidas presupuestarias al capítulo de recursos humanos ni tampoco a las infraestructuras o equipamiento de sus fábricas textiles. El estado precario de muchas de estas fábricas de confección y la falta de seguridad han derivado en un cúmulo de episódicos sucesos en los estados de Bangladesh, Tamil Nadu (India) y en las localidades de Thane o Mumbra, próximas a Bombay. Según datos de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Textil de Bangladesh, en los últimos años se han producido unos 600 muertos y 3000 heridos en accidentes ocurridos en fábricas de ropa de este país. Estas cifras representan los costes humanos de la producción textil masiva.
A raíz de estos acontecimientos, la ONG Setem promovió en 2013 un “Programa para la Mejora de la Seguridad en Bangladesh” que contó con el respaldo de 31 marcas textiles, entre las que se hallan: H&M, Inditex, C&A, PVH, Tchibo, Tesco, Marks & Spencer, Primark, El Corte Inglés, Hess Natur, jbc, Mango, Carrefour, KiK, Helly Hansen, G-Star, Aldi, New Look, Next, Mothercare, Loblaws, Sainsbury’s, Benetton, N Brown Group, Stockmann, WE Group, Esprit, Rewe, Lidl, Switcher y Abercrombie&Fitch.Ineke Zeldenrust, representante de la Campaña Ropa Limpia internacional, ha comentado: “El hecho de que muchas marcas hayan firmado este acuerdo de seguridad con vinculación legal y que da más poder a sindicatos y personas trabajadoras traerá un cambio histórico en la industria de Bangladesh”.
A esta iniciativa se sumó la “Campaña Salarios Dignos” con el objetivo de garantizar una mejora sostenible de las condiciones de trabajo en la industria de la confección de prendas en Bangladesh. “Este acuerdo pionero es un contrato vinculante entre 70 marcas y minoristas de prendas de vestir, sindicatos internacionales y locales, organizaciones no gubernamentales y la red Campaña Ropa Limpia”, informa Setem. Durante la Campaña se adoptaron medidas de presión hacia los agentes implicados: las marcas de ropa y las compañías, los gobiernos de los países productores del sector textil y, los gobiernos europeos.
No obstante, hoy por hoy, la lucha por la precariedad salarial sigue siendo el caballo de batalla de los trabajadores, los sindicatos y las ONG ante el gobierno bangladesí, las marcas y los minoristas.
Al margen de la responsabilidad empresarial y gubernamental, los medios de comunicación y los consumidores debemos de tomar conciencia de la realidad social de esta gran masa obrera, en pro de la no vulneración de sus derechos laborales.
Fuentes consultadas:
http://lacomunidad.elpais.com “India y su industria textil” (28-09-2010)
http://www.elconfidencial.com/ “Trabajo esclavo en la India: tres empresas españolas están incluidas en la lista negra” J. Luis Lobo (23-03-2013)
http://www.informador.com “Derrumbe de edificio de fábricas textiles causa 110 muertos en Bangladesh” (24-04-2013)
http://www.mujerhoy.com/ “¿Quién paga el precio de la moda barata? E. de los Ríos (18-05-2013)
http://www.setem.org/site/es/federacion/noticias-y-articulos/: “¡Lo logramos! Acuerdo histórico: 31 marcas firman el Programa para la Mejora de la Seguridad en Bangladesh” (16/5/2013) / “Marcas de ropa, sindicatos y ONG ponemos en marcha el plan para la mejora de seguridad en Bangladesh” (08/07/2013) / “La Campaña Ropa Limpia exige el fin de los salarios de miseria en el sector textil” (21/10/2013) / “Decepción por el nuevo salario mínimo de Bangladesh” 25/11/2013.
Número de Asiento Registral: 00/ 2021 / 4682.
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