Canarias, 2022.
El impacto del cambio climático en el planeta y la humanidad
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Se conoce como cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Se trata de un proceso cíclico natural pero que se ha visto agravado por la acción humana. Diversos estudios científicos demuestran el impacto que está causando el cambio climático, en las poblaciones de las distintas latitudes, a sus ecosistemas y a su biodiversidad. El calentamiento del planeta es determinante de los factores ambientales y, por extensión, de la salud humana, animal y vegetal1.
“La evidencia científica sobre el calentamiento del sistema climático es inequívoca”, sentencia el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático2. Desde finales del siglo XIX, la temperatura media de la Tierra ha aumentado 1,2 grados centígrados. La Asamblea General de Naciones ha declarado recientemente: “Todas las personas del mundo tienen derecho a un medio ambiente saludable”3. La Organización Panamericana de la Salud advierte: “El cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI”4.
Hay unos hechos fehacientes e incuestionables. La contaminación del aire (las concentraciones de gases de efecto invernadero, generados principalmente por la quema de combustibles fósiles como la gasolina o el carbón, los vertederos de basura, los sectores de la energía, de la industria…), los fenómenos metereológicos adversos (la sequía, los incendios, el aumento del nivel del mar, las lluvias torrenciales, las olas de calor, el retroceso glacial, la acidificación de los océanos …), las enfermedades humanas (las provocadas por la radiación ultravioleta, como el cancer de piel o las cataratas, el ébola, el dengue, la fiebre amarilla… ), las enfermedades de los animales (la peste equina, la fiebre del Nilo, la gripe aviar, el covid-19… ), las enfermedades de las plantas (por los organismos nocivos y las especies invasoras), la inseguridad alimentaria (por la escasez de recursos hídricos o la degradación de los suelos), las migraciones (los cambios ambientales han ocasionado millones de desplazamientos), entre otros, son algunos de los efectos directos o indirectos del cambio climático.
Para la mitigación y adaptación al cambio climático, existen desafíos comunes que deben abordarse mediante soluciones integradas y transversales. En el plano institucional, se ha establecido un marco normativo internacional, teniendo como punto de partida La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992, Río de Janeiro). Su objetivo: estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero «a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático»5. El Protocolo de Kioto (1997, Japón) y La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (2015, París) son otros de los acuerdos internacionales. En la actualidad, 195 países han ratificado el acuerdo de París.
No obstante, el principio de corresponsabilidad concierne a los Estados, a las empresas privadas y a la sociedad civil, como agentes activos. Para que las políticas públicas, en materia medioambiental, sean eficaces se debe contemplar el asesoramiento de los científicos. Pero no todos los líderes mundiales consideran el cambio climático como un asunto prioritario en su mandato. La Unión Europea afronta la crisis climática actual con la adopción de la Ley Europea del Clima, como parte del Pacto Verde Europeo6. China, Estados Unidos e India son los países más contaminantes del mundo, por sus emisiones de dióxido de carbón7. Por consiguiente, tienen la obligación de afrontar con emergencia el calentamiento global porque de ellos pende el futuro del planeta y de la humanidad.
Las empresas desempeñan un papel clave en la lucha contra el cambio climático. El sector agropecuario industrial ha influido en el calentamiento del clima, por sus emisiones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. Sin duda, la transformación energética del tejido productivo industrial es determinante para paliar esta emergencia medioambiental. Entre las posibles líneas de intervención se hallan: implementar planes de eficiencia energética e integrar energías renovables, la medición y reducción de las emisiones, entre otras. La Economía circular podría ser una de las posibles vías, por la reducción de los residuos y una menor extracción de los recursos del planeta.
Mediante la concienciación social y la educación ambiental, la sociedad civil contribuirá con actuaciones como: utilizar el transporte público, reducir el consumo de agua, cambiar nuestros patrones de consumo (reutilizar, reparar y reciclar), evitar usar plásticos, etcétera.
En conclusión, la erradicación del cambio climático contribuirá a la conservación del medioambiente y los recursos naturales, como garante del desarrollo de las sociedades presentes y futuras.
1 https://ec.europa.eu/health/archive/ph_threats/climate/docs/com_2009-147_es.pdf
2 https://climate.nasa.gov/evidencia/
4 https://www.paho.org/es/temas/cambio-climatico-salud
7 https://climate.selectra.com/es/huella-carbono/paises-contaminantes
Número de Asiento Registral: 00/ 2021 / 4682.
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