ENTREVISTA ESCRITA

AMELIA PISACA, ARTISTA

Fotógrafos: Hamid (fotos 1 y 3) y Rishi Daswani (foto 2). Prohibida la reproducción de estas fotografías sin permiso de sus autores. Imágenes cedidas por Amelia Pisaca.

“He dedicado mi vida al arte, apostando por la creación, la libertad, la emoción y la superación”

 

Redacción: Dolores Hernández Díaz. Canarias, 2022.

Tenerife es la cuna de Amelia Piñas Pisaca e Italia, la cuna de sus influencias estéticas. Cautivada por el surrealismo, durante tres décadas ha creado todo un universo plástico propio, lejos del academicismo y “basado en el aprendizaje vivencial”. En su trayectoria “autodidacta, evolutiva e individual”, ha empleado distintas técnicas, dándole prevalencia al dibujo que conjuga con el movimiento y el color, lo que la convierten en artista multidisciplinar: muralista, acuarelista, ilustradora, decoradora… Una obra abstracta que, en sus composiciones, representa el mundo onírico, la naturaleza fantástica, el erotismo, la lucha entre la vida y la muerte… y que han podido contemplar en: Canarias, la Península (Madrid, Sevilla), Italia (Venecia, Véneto), Bélgica (Amberes) y Suiza. Amelia Pisaca considera que “la actuación de gestores culturales cultos, en las instituciones públicas canarias”,  garantizaría el reconocimiento de los artistas y el fomento de las artes plásticas.

Tenerife is the cradle of Amelia Piñas Pisaca and Italy was the cradle of her esthetic influence. Amelia felt captivated by surrealism and form three decades she has created her own artistic universe, separate from the academic environment and based on her own life experience. Following her own path she has used different techniques always giving paramount presence to work with the movement and the color which makes her a multidisciplinary artist working on murals, watercolors, interior decorating, illustrating books. Among her abstract works she represents a dreamlike natural world, erotic ande the fight between life and death. Her work has been exhibited in the Canarias, Madrid, Sevilla, in Italy in Venice and Veneto, Belgium in Amberes and in Switzerland. Amelia believes that the cultural institutions and the Canarian Government should promote and develop the fine arts giving recognition to the artists in the Canary Islands.

Texto traducido por London School.

 

Amelia Pisaca lleva más de tres décadas cultivando el arte pictórico. Desde que plasmó sus primeras pinceladas hasta la actualidad, ¿cómo ha sido su evolución artística?


“Mi recorrido es bastante coherente pero sobre todo, muy consciente. Desde mis inicios hasta el día de hoy he ido experimentando, aprendiendo, permitiendo y atreviéndome a sumergirme en un mundo imaginativo sin límites, con niveles de emoción muy complejos en donde convive  lo subjetivo y  lo real, en donde el mundo onírico  abre un camino para transitar  desde lo caótico a lo más elevado.

Si tengo que describir mi evolución artística te podría decir que es como un gran viaje astral interior, un territorio infinito, que se me permite visitar al plasmarlo sin prejuicios,  con el único objetivo de compartir con los que se atrevan a sumergirse en ellos desde la emoción. Como persona me ayuda a liberarme  y despegar de este mundo que vivimos tan pequeño y opaco,  en donde predomina el negro que define lo hostil y no la luz, en donde hasta el arte que es pura libertad intenta manipularse, y ahí, en ese entorno que nos ha tocado vivir, me siento como un salmón a contra corriente.

Mi evolución, por lo tanto, es individual,  hacia  un mundo interior, no doy bandazos, sólo desarrollo ese viaje usando distintas técnicas donde el dibujo es la base, tengo una mentalidad muy clásica, para hacer algo imaginativo tienes que ser bastante abstracta y estructurada, si no, no puedes “armar” todo el teatrito irreal.

Hay que comprender las leyes ya que se usa la memoria visual y no referentes externos, al menos en modo literal. Observación, estilización y así todo el rato. Mi evolución ha sido profundizar en esa subjetividad.

Naturalmente, he tenido que hacer mucha obra comercial para vivir, mucha obra erótica, que vende bien y yo integro todas estas cosas en mi discurso. Mezclo el día a día con volteretas espirituales”.

– ¿En qué medida, sus estancias profesionales en Italia y Suiza han influido en su desarrollo pictórico? ¿Quién ha sido su gran referente?

Amelia Pisaca se ha enfrentado a una serie de vicisitudes en su carrera artística, como la de “hacer mucha obra comercial para vivir”.
Fotógrafo: Alberto de Mori. Prohibida la reproducción de esta imagen sin permiso de su autor. Imagen cedida por Amelia Pisaca

“Estudié aquí, en Tenerife, pero mi mentalidad es autodidacta; soy bastante desobediente en general, por eso conecto conmigo y con lo que me gusta y allí voy.

Italia me encanta, adoro el arte italiano porque trabajan con claridad y perfección todos los aspectos de nuestro trabajo, mezclan la imaginación poderosa con una metódica observación. La inteligencia italiana es bastante concreta, por esta razón son capaces de mejorar todo lo que ven, perfeccionarlo.

Yo fui allí a trabajar, nunca he estado en otra academia que no sea la de la observar y fluir con la vida. Nunca tuve becas, ni nadie me pagó estudios pese a los reiterados prejuicios de la gente. Con esta mentalidad que tengo tan anarquista la palabra academia me da bastante grima… ja, ja, ja.

No hay otra manera de aprender que integrase; mis aprendizajes son vivenciales, no académicos. Expuse con alumnos de la Academia de Venecia, y no como extranjera, ellos también llegaron a integrarme como una artista italiana, me sumergí en su visión del arte, en sus conceptos, no impuse mi ADN, fluí en el respeto que siento por el arte italiano, su visión, su técnica… y como no, ¡Ay que rendirse a la historia, recordar y agradecer los caminos recorridos! algo tan obvio pero el ego, que está rigiendo el mundo,  parece que solo es capaz de mirarse el ombligo.

Me ha influido mucho Italia, me dio orden y claridad. Tengo que agradecer a mi amigo Annibale y a todos mis amigos de allí la calmada observación y análisis que me aportaron, una auténtica salvación. A algunos italianos los aprecio especialmente sobretodo por su conexión con lo bizantino y ese sentido lineal oriental con el que me siento tan identificada, en cualquier caso el movimiento y el color son dos aspectos que me interesan mucho. Me encantan los primitivos italianos Rafaello y el manierismo.

Me gusta Francia e Italia, más que la escuela española, el realismo me resulta deprimente. De todas formas, creo que a todos nos pasa, las influencias pues a veces son más la música o las películas o las personas… son conjuntos en realidad, ¿no crees?

Desgraciadamente prefiero trabajar fuera, me siento más respetada. Canarias fagocita a sus hijos, como Saturno, y por si fuera poco, aquí hay una gerontocracia misógina … ¡que pena!

Menos mal que esto no sale en las promociones de nuestra tierra, tan grande y mágica en donde se vende la luz tan única que tenemos, que se oscurece por la mirada de algunos…en fin, ¡¡¡Ay querido Benito Pérez Galdós nos acordamos tanto de ti!!!

– Cautivada por el Surrealismo, ha creado una obra con una identidad propia. ¿Qué caracteriza el estilo artístico de Amelia Pisaca?

Mi trabajo artístico ha sido siempre sincero, sin pretensiones, fantasioso e irónico”

“Cautivada por la libertad, es lo más grande y poderoso de la vida, el surrealismo es libertad, irracionalidad, humor, ternura, un artista es siempre un brujo y un mago que conjura y atrapa las energías. La experiencia de lucha por la vida cotidiana pero trascendida y observada con humor desde otros planos. Decía el poeta que soñar es un grado más alto que la vida real. Es que la vida real es un sueño dentro de otro sueño y sin complejos hay que tomarse las cosas así. Por esta razón la subjetividad es lo que yo me llevo al más allá en el momento de mi muerte física, ¿por qué no vivir  integrándolo todo?

 

Obra: “Hespérides”. Imagen cedida por Amelia Pisaca.

 

El surrealismo es una “locura” que cura la otra locura mayor del mundo que hemos hecho, ya lo dijo Goya: “El sueño de la razón produce monstruos”. Una válvula de descompresión, tan necesaria como respirar, que restituye a las personas su integridad y alegría de vivir.

Mi trabajo artístico ha sido siempre sincero, sin pretensiones, fantasioso e irónico como yo, mi estilo es vivencial, un poco “Me alquilo para soñar” ya que tengo que hacer también encargos, así me adapto a las contingencias de este cotidiano devenir, pero metiéndome yo misma con mi singularidad humana en lo que me toca y llenándolo de sentido, porque las cosas están todas conectadas y esa es la magia. La magia de vivir el presente y de vislumbrar el futuro de mantener el alma del mundo, esa llama que tiene que estar siempre encendida.

Tengo mis enanitos que trabajan para mi y yo me encargo de hablar con los siguientes invitados a la fiesta. De esa conexión con los enanos sale mi trabajo yo no sé ni lo que hago, soy una “mandada” creo que los espíritus nos gobiernan a todos”.

– Para el especialista en Historia del Arte, Orlando Betancor, su técnica es depurada y detallista, pues cada elemento de sus obras está realizado con gran esmero”. Sus composiciones son esencialmente cromáticas. Hasta culminar cada obra, ¿cómo lleva a cabo el proceso creativo?

“Yo sigo un proceso personal, tengo cuadernos con muchísimos dibujos hechos a línea, trabajo siempre con líneas de movimiento y crecimiento, como una tela de araña o una costura, un encaje, creo que el Botticelli es así también. De esa armonía de líneas y ese ritmo saco el movimiento interno. Esa profusión de detalles los da la línea y  la elegancia. Elegancia y valentía son dos estrellas en este firmamento.

Una vez recorrido ese trayecto, empiezo con el claroscuro y el color que van en función de eso uso degradado; colores dialogantes entre si. El color es la emoción, pero en principio se debería de sacrificar y atenuar para darle prevalencia al dibujo según criterios clásicos. No lo hago así, uso todas las escalas hasta el fluorescente. Este ha sido mi reto artísticamente, armoniar lo “inarmonizable”

Lo hago jerarquizando muy bien todas las escalas en claroscuro y color, para que no sea ni estridente ni sucio. Un prodigio que he conseguido pero que como muchos no entienden de arte ni de técnicas me lo ponen como defecto. En realidad la ecuación perfecta de estas tres cosas armonizadas transmiten justo eso que quiero yo transmitir conocimiento de la clasicidad pero dándole un giro de tuerca más hacia las fluorescencias que nos dan esa atmósfera abisal. La Luz sale de dentro de los sujetos a la vez que de fuera.

Llevo años haciendo esto y hasta que lo salió la película Avatar a mi rescate no me han dejado en paz. Para encontrar ese punto perfecto trabajo gradualmente y con veladuras hasta que lo “reconozco”. Un poco como la naturaleza, hago constantemente mutaciones o errores para encontrar esa tensión ligeramente desarmónica que solucionar e integrar. Así el resultado es raro desconcertante, personal. Se trata de dialogar con criaturas que tienen su voz y que te contradicen, lo divertido es jugar con la impureza y las tensiones y al final equilibrarlo todo, por esa razón empezamos clásicamente estudiando bien los preliminares y cada dibujo y las líneas generales, luego lo desequilibramos y cambiamos para volverlo a enderezar pero desde una base correcta. A mi entender, cada obra es como una sinfonía o una obra de teatro hay que dirigir a toda esa “gente” para que no vayan cada uno por su lado sino que jueguen a consuno. Una batalla por librar. Una se cansa, es trabajo de cirujano, de precisión, de concentración. Mi técnica es sofisticada y a veces ingenua, sin ingenuidad no hay ternura ni encanto, me gustan las paradojas”.

– Sus pinturas evocan temas surrealistas como: la naturaleza (“Tapete veneciano”, “Bajo el árbol del mundo”), realidades oníricas con la representación de seres antropomórficos (“Sirenas”) y mitológicos (“Venus”) o el sexo (“Boda”), entre otros. ¿Qué nos transmiten sus universos creativos?

La pintura te tiene que atrapar y retener pues es poderosa y lo hace si tú dominas tu técnica y tu ser consciente”

“Me interesaron mucho los procesos generativos. Variaciones y permutaciones de un esquema dado básico, por ejemplo, una estrella de cinco puntas dio lugar a todos los pájaros del tapete veneciano. Después los emparejé con sus árboles generados desde una estructura simple de fuente….Una cosa lleva a otra. Como yo soy abstracta, de por mi busco manifestar de forma concreta procesos abstractos. Es decir, jugando, como hacen los niños. De estos juegos salen seres emparentados, como familias o como ramas de un árbol, yo los creo separadamente y confío en que su íntimo parentesco los unirá al final de la obra hasta que encuentren su ubicación. Para mi es como una meditación y una sorpresa ya que en todo momento no sé lo que va a ocurrir. Emocionadamente voy reconociendo su situación, pero es un ejercicio de fe. Hay bastante tensión. El reto para mi es que todos los elementos tengan su importancia y su lugar, no descartar nada, los detalles son la clave de un cuadro más que la escena en primer plano que sólo es la apariencia.

Otro ejemplo, a veces pongo una figura minúscula femenina con una regadera que representa a Dios que todo lo cuida y hacer crecer. Es cuestión de jerarquía de tamaño o visibilidad nada más, pero si apareció una forma tiene que estar. Desde esta concepción pues viajo con la mente, por ejemplo, me encarga unas decoraciones un tipo cuya mente está desintegrada y me dice que no quiere ver la tele sino mi mural, pues le hago una boda irónica y llena de arcanos y monstruos que sin embargo es en si misma un ejercicio de integración y de curación de los distintos aspectos de su ser humano. La pintura te tiene que atrapar y retener pues es poderosa y lo hace si tú dominas tu técnica y tu ser consciente. Si el cliente no quiere pagar o reconocer tu trabajo, el resultado es su aniquilación, pues en la obra va implícita una energía enormemente curativa, que tu le estás regalando y que es un milagro ya en si misma, no tiene valor material sino emocional y espiritual. Tristemente mis encargos suelen acabar mal por la falta de sensibilidad y apertura de los comitentes. Así me quedo trabajando sola a la espera de tiempos mejores y de mayor sintonía. Un desperdicio esta sociedad vacía que escupe a quien mantiene la llama. En cualquier caso yo represento mis tendencias animistas, pues siento la conexión con los espíritus de los elementos especialmente el agua que es mi elemento ingrávido favorito donde no siento mi cuerpo como una cárcel. La ingravidez es mi vocación, también una necesidad de amabilidad en el infierno. Armonizar todos los elementos por cuanto feos nos salvará”.

Obra: “Liberte, egalite e fraternite invaden el mundo”. Imagen cedida por Amelia Pisaca.

– Entre sus cuadros se hallan varios autorretratos. ¿Cómo se representa la pintora, en ese análisis de su yo?

“El primer autorretrato fue obligado cuando trabajé en la Conca, una autoironía a la que no podía sustraerme, ya que retratando a otros me vi en la misma tesitura. Fue complejo, siempre es difícil afrontar  nuestra propia imagen.

En cualquier caso cogí un traje de fiesta de la madre del que me obligó a retratarme y me puse como una “Madame”, como te dije antes soy muy influenciable y me puso a huevo ese puntito burlón. Como existe esa fijación con la madre en Canarias que te hace el potaje hasta lo 40 y que aniquila la madurez de los hombres de este peñasco, pues era imposible para mi hacer otra cosa que no fuera una dominatrix un poco marchita, látigo en mano en un cabaret. Naturalmente yo no me identifico ni con esa, ni con ninguna otra etiqueta, sólo hablo de hechos contingentes, circunstancias, que, por otra parte, me hacen reír y si el guión de la vida lo exige yo trato todo tipo de temas sin problemas. Tenia 23 años y me puse de mayor y marchita, pero eso si con una mirada muy seductora, el mal es siempre seductor.

Para darle su necesaria evolución cíclica me volví a retratar, esta vez fue porque estábamos preparando una exposición sobre el tema de Venus. Como nadie quiere posar me hice a mi misma esta vez con 49 años y enfrentando al declive físico antes de que se produjera, en parte es una desnudez necesaria y una declaración de intenciones claras desnudas durables como una diosa. Hice esta propuesta en parte conmigo misma y animando a otra gente a encargarme retratos deificados o mitológicos. Pero me temo que la gente nunca escucha a los artistas sino a los comerciantes. Creo que lo siguiente será Juana de Arco… espada en mano”.

– La crítica está presente en su obra, como por ejemplo, en los dibujos de starring Carlos de Inglaterra” y Ladi Di en su cepo”. También, el desnudo y el erotismo se manifiestan de manera significativa. ¿Concibe el arte como una expresión de libertad?

“Si claro, en esta vida lo que no hay nunca que perder es el sentido del humor y del absurdo. Es la única libertad que nos queda, todo lo demás es una máquina apasionadora… todos iguales. La ironía en mi trabajo está en todas partes, de hecho, para mí, es la base. Nada es lo que parece”.

– Su especialización académica en pintura le ha llevado a abarcar distintas técnicas y formas de expresión artística (acuarela, acrílico, collage, aerografía, diseño gráfico, graffiti…). Pisaca es: muralista, dibujante, ilustradora, decoradora… ¿Considera que ha entrado en una fase plena, de consolidación de su carrera?

“Creo que lo mejor está por llegar …Toda mi vida he estado dedicada al arte, toda mi vida he apostado por la creación, la libertad, la emoción y el reto constante de la superación…..Yo sé quien soy, que lugar tengo y que todo me lo he ganado a pulso, ese pulso es no rendirme,  mi valentía, mi constancia, mi resiliencia ….Este  entorno es otra cosa, no espero que me valoren en este diámetro del mundo que defiendo a ultranza, nací en el mejor pedazo de tierra del planeta….pero desgraciadamente esta tierra se merece algo mucho más elevado y consciente de algunas instituciones que la representan. Hay un desequilibrio muy abismal. Vivir aquí para un artista es sinónimo de vivir constantemente en un desdoblamiento, es agotador. El artista tiene que ser honesto, aportar belleza y libertad…y aquí te lo ponen muy difícil, pero el artista, el de verdad, jamás se rinde, le toca luchar con sus entornos, es como un justiciero que viene a transformar lo feo y eso no le interesa a todo el mundo”.

– Sus obras se han exhibido en espacios privados y públicos de: Canarias, la Península (Madrid, Sevilla), Italia (Venecia, Véneto), Bélgica (Amberes) y Suiza. Bajo su experiencia profesional, ¿cuál es la consideración del artista, en el mercado del arte y en la sociedad actual?

Un artista real no puede ser alguien que trabaje solo para ganar dinero y prestigio”

“Parece ser que lo que hoy más triunfa es el artista político, lo más irónico es que esos personajes fragmentados y camaleónicos no son artistas en realidad. Es un hecho que este mundo esta dominado por la mediocridad en prácticamente todos los ámbitos. El arte que es tan vulnerable, por supuesto, ¿cómo no iba a estar intoxicado lo más grande?

Se está alimentando  a personas fijas y con fijaciones, cuando lo que hay que impulsar  es a los exploradores del universo, lo que ser ha hecho a lo largo de la historia, aquellos que nos traen nuevos mundos, perspectivas, lo que embellecen, lo que son capaces de ver con mirada distinta, orilla y transcendida. ¡¡¡Esos exploradores son los que se pueden ganar la definición de artistas porque este término hay que ganárselo!!! y para eso como mínimo, además de aportar una visión, tienes que ser incondicional y original. Un artista real no puede ser alguien que trabaje solo  para ganar dinero  y prestigio. El artista es otra cosa. Lo primero se forma, estudia durante toda su vida, no surge de un huevo Kinder.

El Centro de Arte de la Recova, en Santa Cruz de Tenerife, acogió la exposición más reciente de la pintora. Fotógrafo: José Piñas Pisaca. Prohibida la reproducción de esta imagen sin permiso de su autor. Foto cedida por Amelia Pisaca.

Yo veo un fenómeno de fragmentación y dilución de fronteras. Se ha perdido una parte de la formación, hay una desconexión con el pasado, esto puede ser algo bueno y malo a la vez, cualquiera puede expresar con una tablet y una máquina de fotos pero quizás la profundidad se está perdiendo y los matices y la excelencia no los valora ni entiende la gente media. Una pena porque se aplana la realidad que vemos.
El valor de la receptividad tan inconmensurable, se está perdiendo y con él el tesoro del refinamiento.

 Así, como el del tiempo y la contemplación, todavía en Italia queda algo de eso, por esta razón me gustaba tanto aquello, la reflexión es importante, quiero decir el tiempo y la contemplación son claves para la interiorización del arte. Yo trabajo en veladuras y es para mi una cosa sensual, materna, delicada, una lentitud llena de paz”. 

 – Usted ha manifestado el carente o escaso respaldo institucional a la cultura, en Canarias. ¿Qué políticas públicas son necesarias para garantizar el reconocimiento de los artistas y el fomento de las artes plásticas?

“Decía alguien que la grandeza del arte se mide por la grandeza de sus comitentes, los que encargan los trabajos, no sólo de los artistas, que pueden surgir y morir, como pasa desgraciadamente en esta isla por falta de una gestión y políticos competentes.
Al amparo de la cultura muchos “vividores” institucionales se enquistan bloqueando los recursos de todos, o sea públicos, y encima hablando mal y paralizando ventas y salas, ya que se les considera referentes. Lo triste es que literalmente no entienden de arte ni se forman tampoco, son snobs.

Desgraciadamente en esta sociedad, a los políticos no se les pide preparación, como, por ejemplo, a los gestores o cualquier trabajo normal, simplemente la gente normal debe identificarse con su aspecto para votarles.

El poner a actores a dirigirnos a todos da como resultado esto que tenemos: copian, abusan del poder, no saben gestionar, ni organizar, y solo se sacan la foto de lo que otros hacen a pesar de ellos, atribuyéndose méritos.

La sala de la Recova y otros bienes de interés cultural se está cayendo a trozos,
Yo elegiría a elementos activos organizativos dando vueltas a ver lo que se cuece, pero me movería yo. También tejería una red de clientes y exenciones fiscales.
Nada de pagar viajes a mis compinches, ni estudios a gente que copia modas extranjeras y las presenta como propias, amigos de…

Haría una política de barrio, ya de hecho surge sola, por gente inquieta, pero tiene que haber lugares de encuentro y trabajo, esto es importantísimo, por ejemplo, El Toscal necesita locales de artistas que se convierta en lugar de referencia creativo y divertido, intervención artística de lugares públicos. Sin tanta insoportable burocracia, los rastreadores harían esa labor, a los artistas no se nos da bien los 20000 papeles. No encuentro dinamizadores, sólo gente enquistada e ineficaz en un pesebre fijo, que aplastan cualquier iniciativa. Hay otra cosa que es la continuidad, porque en esta isla no mantienen lo que se hace, mil cosas empiezan y se desmantelan. Nadie rinde cuentas de esto. 

¿Dónde hay un museo de los artistas de aquí donde se mantengan las obras de toda la gente que trabaja aquí? El TEA es un coto cerrado de espaldas a los artistas locales, pues nos van a hacer un museo Rodin que no enraíza aquí y que será un negocio para los que lo hacen. Una pretenciosidad insufrible. Faltan lugares, lugares gratuitos de encuentro y creación, veo muchos espacios cerrados, ¿por qué?

Yo elegiría gestores culturales cultos, inquietos y reales y, les daría libertad de acción. Arte por todos lados, parques temáticos, recorridos inventados y leyendas…
Teniendo una economía basada en el turismo ¿por qué tenemos que ir servilmente a buscar fuera lo que ya hay aquí y que sólo hay que potenciar y hacerlo incluso rentable?

Creo que la solución vendría dada por un sector privado culto y refinado que potencie y proteja lo local. Haciendo que nosotros trabajemos en condiciones de dignidad y que nuestro trabajo sea hacer bella y habitable la ciudad. No solo en trabajos puntuales sino una labor continuada que permita una implicación y profundización, no usar y tirar como siempre. La sociedad canaria es muy de usar y olvidar, no se le rinde culto ni respeto mas que a los muertos. Mientras que hay vivos completamente desatendidos. ¡No todo es Carnaval, claro que no!

Para finalizar, ¿Le puedo decir algo más? Gracias por compartir conmigo su espacio, limpio, como un lienzo, en el que pueda expresar desde la verdad y libertad quien es Amelia Piñas Pisaca, la artista y la mujer. Un regalo encontrarme con alguien honesto y con una periodista, celebro esta entrevista”.

Número de Asiento Registral: 00/ 2021/ 4682.

Prohibida la reproducción de esta entrevista por cualquier medio no autorizado.

 

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